—¿Cuál crees que se ve mejor? —le pregunto a la rubia, que me observa de pies a cabeza, mientras, le modelo el Óscar de la Renta en color rojo—. ¿Este o el plateado? —Los dos te quedan fenomenal, amiga —declara, alzando los pulgares en señal de aprobación—. Yo digo, que deberías usar este en la Ceremonia de los premios y el plateado, esta noche, en la ceremonia de graduación. Frunzo la boca y el entrecejo, y me quedo pensando en lo que ha declarado. —¿Estás segura, que el plateado quedará bien para la graduación? —¡Por supuesto, pendeja! —me retruca, rodando los ojos—. Como si no supiera yo de estas cosas. Hago muecas, imitándola, y murmuro: —Cimi si ni sipiiri yi di istis cisis. Excúseme, señorita fashionista. Me giro y observo, a detalle, mi reflejo en el espejo. Me gusta

