Con una sonrisa en sus labios y miles de ideas en su cabeza, fue cómo Adele entró en su habitación sin imaginarse a quién encontraría recostado en su cama.
¿Qué haces aquí? Preguntó enojada
Cariño… El dinero mueve el mundo…
Su respuesta enfureció a Adele
¿Cómo supiste que estaba aquí? ¿ Qué fue lo que hiciste Rick? ¿Le pagaste a un detective para que me encontrara?
Su risa sarcástica fue la respuesta. Con furia Adele le lanzó a su ex prometido el cojin que estaba en la silla de madera a unos metros de la cama.
Eso a Rick le pareció tan divertido que dejó salir una soberana carcajada, a lo que Adele le dijo: ¡Baja la voz Rick! No quiero que piensen que estoy con un hombre en mi habitación…
¿Porqué no cariño? Soy un hombre, tu primer y único amor, acaso olvidaste que yo fui tu primera vez…
Levantándose de la cama le dijo: Adele mi amor… Soy el hombre que amas, y lo que te hizo abandonar nuestro nido de amor fue una tontería…
¿No vas a creer que me trague esa mentira tuya de que tienes un amante con el que estás pasando tus días aquí en Napoles? ¡Oh vamos cariño! Deja ésta estupidez y vuelve conmigo…
Vine hasta aquí porque te amo y porque tú me amas… Puedo entender que estés molesta al enterarte de mis indiscreciones, ¡pero que hombre no las tiene!
Eso no significa que no te ame Adele, yo vivo contigo, todos saben que eres mi chica, mi prometida, y si quieres que nos casemos…
¡Está bien para mí! Casémonos al llegar a los Estados Unidos… Haremos una fiesta e invitaremos a todos nuestros amigos, será un evento social nuestra boda…
Caminando hasta Adele que lo miraba sin decir una palabra, la tomó de los hombros para decirle: Volvamos a casa cariño…
¡No! ¡Puedes tomar tus cosas y dormir en el pasillo Rick, porque no dormirás conmigo en esta habitación…!
¡Oh cielo...Deja ya estas niñerías Adele! Tú sabías perfectamente quién era yo… ¡Me conocías! Y así te enamoraste de este galán…
¿Entonces? Por qué te comportas ahora como una mujer engañada, me amas, disfrutabas del amor conmigo, te puse un anillo y delante de todos mis amigos y conocidos tú eres mi prometida…
Si quieres que te haga mi esposa lo podemos hacer al llegar, solo tengo que hacer un par de llamadas y todo estará listo para nuestro regreso, la capilla, los invitados y el banquete…
Vamos cariño… Recuerda lo bien que la pasábamos bajo las sábanas y después en la ducha…
Vamos mi amor, solo dime que sí y reconciliémonos en un encuentro bien sexi como esos a los que me acostumbraste…
Adele lo vio mover su cadera y sus manos como siempre lo hacía cada vez que deseaba que ella fuera su mujer, así que pensó: No se irá de aquí a menos que consiga lo que quiere…
Así que le dijo: Está bien… Pero, vienes del aeropuerto... Hueles a perfume de auto… Déjame ir al baño y luego te darás una larga ducha… Y luego querido Rick, te prometo… que te llevarás una gran sorpresa…
Sonriendo pasó al lado de Rick moviendo sus caderas coqueta y sensual.
¡Esa es mi chica! Dijo Rick empezando a quitarse la ropa y tirándola sobre la cama.
Adele tomó todas sus cosas y las puso en el bolso donde solía guardar su cosas de aseo personal. Pero para evitar que su emocionado ex prometido lo viera, lo ocultó debajo de su vestido y salió rápidamente del baño.
Es tu turno cariño… Dijo Adele abriéndole paso al semi desnudo Rick.
El hombre entró emocionado al baño tarareando una canción de amor. Adele lo vio entrar y lo escuchó abrir la ducha, en ese momento tomó el teléfono de Rick y le escribió un mensaje dejando el teléfono sobre la ropa de Rick.
Luego se apresuró a guardar todas sus cosas en su maleta y en su bolso, una vez listo salió de la habitación, cerrando la puerta de manera muy silenciosa, para luego dirigirse a la habitación de Paolo.
Tocando la puerta esperó a que Paolo le abriera, cuando él lo hizo Adele se abrazó a él para darle un sensual beso.
¿La invitación está en pie? Preguntó con sus brazos rodeando el cuello de Paolo y su boca tan cerca de la de Paolo qué podía sentir su respiración tocar su rostro.
Paolo la atrajo con uno de sus brazos dentro de la habitación y con el otro tomó la maleta de Adele dejándola al lado de la puerta.
Luego se dedicó a besarla feliz de que ella hubiera cambiado de idea.
Mientras ella se hallaba en los brazos de Paolo siendo acariciada con suma ternura, su ex abría la puerta del baño con tan solo una toalla en su cintura.
Sonriente y muy satisfecho dijo al cruzar la puerta: Estoy tal como te gusta cariño… Listo para la acción…
Rick se dió cuenta de qué estaba solo en la habitación y observando su teléfono sobre su ropa lo tomó para luego leer el mensaje de Adele que decía: ¡No pienso volver contigo jamás! Vuelve tal como viniste Rick, solo. Y no vuelvas a buscarme…¡Lo nuestro se acabó!
Posdata: Puedes quedarte a dormir en la habitación, ya está paga. Adiós para siempre Rick.
Del enojo Rick lanzó su teléfono sobre la cama, luego se sentó en el borde de la cama con sus manos sobre su cabeza.
Una lágrima traicionera bajó por su mejilla y con su voz entrecortada dijo para sí mismo: ¡No puedo creer que te perdí Adele!
Estaba tan seguro de tu amor que nunca pensé que esto llegaría a pasar… Te amo Adele, de verdad… Mis aventuras solo eran eso, aventuras sin importancia…
Cariño … Adele, fui un tonto… Pero realmente te amo…
Mientras Rick se lamentaba de no haber valorado el amor de Adele ella estaba bajo las sábanas abrazada a Paolo, lista para dormir y negándose a pensar en Rick.
Su conciencia le pedía contarle todo sobre Rick, pero su razón le decía que no lo hiciera , que Paolo estaba muy contento como para arruinar su felicidad.
Así que se acurrucó en el pecho de Paolo mientras en su cabeza decía: Adiós Rick…
Rick decidió no quedarse en esa habitación, no tenía idea de a dónde había ido Adele, pero con su corazón y su orgullo herido, Rick no estaba dispuesto a perseguirla por todo el hotel.
Así que pidió un taxi y saliendo del hotel entró en él, una vez dentro del taxi, Rick miró hacia atrás diciendo: Perdóname cariño… Espero que seas feliz.
Con dolor Rick se marchó rumbo al aeropuerto pensando con remordimiento lo estúpido que había sido al escuchar a su mejor amigo decir: Un hombre tiene derecho a disfrutar del amor y la aventura antes de casarse…
Su amigo y él eran cómplices en sus aventuras, solo que su amigo era divorciado, mientras que él estaba comprometido con Adele.
Rick nunca imaginó que esa actitud supuestamente discreta llegaría a costarle su relación con la mujer que amaba.
Adele era la única mujer con la que al entrar en la cama sentía algo más que piel, él la amaba y podía sentir el amor de ella en todo su ser.
Con remordimiento y arrepentimiento Rick recordaba cada vez que le dijo a su mejor amigo: Pienso casarme con Adele para el verano, o para la navidad, a ella le gustan mucho esas fechas…
Y en su cabeza podía escuchar la voz de su amigo decirle: ¡Aún no Rick, espera un poco, aún te queda tiempo para disfrutar de tu libertad, después de que te canses puedes atar el lazo!
Poniendo su mano sobre su boca se dijo a sí mismo: Nunca me cansé de hacerlo, pero a ella sí la cansaron mis mentiras y mis ausencias…
Yo creí que él tenía razón, que solo era diversión y luego vendría la boda y la vida seria y estable sería con Adele… ¡Pero me equivoqué! La perdí por imbécil…
Rick llevaba un nudo en su garganta y un dolor muy profundo en su corazón.
Mientras que Adele no lograba dormir, aún tenía en su cabeza la imagen de Rick, sus ojos enamorados sobre ella.
Adele sabía en su corazón que Rick la quería, pero no podría confiar en él nunca más, no solo le había sido infiel cuánto había querido, sino que la había hecho perder años de su vida con sus falsas promesas, y eso la hacía decir cada vez que pensaba en él: ¡Nunca más Rick, ya nunca más!
Por la mañana Adele solo había logrado pegar los ojos por dos horas, mientras que Paolo se veía sumamente descansado y muy contento.
Mientras Adele se bañaba Paolo fue por el desayuno, preparó la mesa cerca de la ventana y abrió las puertas del balcón.
El día era hermoso y los besos de Paolo lo hicieron aún más hermoso. Él se deshacía en atenciones para ella, él era tan atento y amable, considerado y caballeroso, el hombre ideal, con el que podría soñar una mujer.
Paolo era muy guapo, un amante extraordinario, un hombre gentil, dulce y apasionado.
Y a pesar de su tristeza interna por el encuentro con su ex, Paolo la ayudaba sin darse cuenta a sentirse mejor con su trato tan cariñoso.
El desayuno fue exquisito y después de desayunar los besos que compartieron mientras estaba sentada sobre las piernas de Paolo, la hicieron dejar en el olvido la dura realidad de su ruptura completa con su pasado con Rick.