La decisión correcta

1555 Words
Detrás de ellos se hallaban viñas cargadas de uvas semi maduras y otras que parecían estar ansiosas de derramar su dulce vino, así era como se sentía Adele en ese instante, como las vid que deseaba derramar su vino. Ella nunca había soñado con la idea de que un hombre tan guapo y apasionado pusiera delante de ella una vida completa, su vida y felicidad en sus manos, eso era un imposible. Pero allí estaba ella con el viento soplando su cabello mientras era besada con un amor casi irreal, rodeada de luz y esperanza. Adele había sido consumida por una ilusión como una llama en medio de un incendio, su pecho se quemaba con cada beso de Paolo, era como si él por primera vez la besara, sus besos le sabían diferente, sabían a miel y vino blanco. Era como comer chocolate cubierto de suaves malvaviscos, suspiros con sabor dulce y romance intenso, ese 30 de diciembre el mundo giró a favor de Adele, cada minuto del reloj la acercaba a un hermoso destino. La chica americana temerosa de equivocarse, asustada de ser atrapada por la infelicidad, la soledad y el fracaso estaba a las puertas se convertirse en una mujer casada. No llevaba un vestido blanco, tampoco un velo sobre su cabeza ni una corona de flores, pero se sentía como una novia aquella mañana, después de la manera tan hermosa que Paolo le había hablado de su futuro juntos, se sentía la mujer más afortunada qué pudiera existir en la tierra. El viaje en el Maserati Levante de Paolo hasta el juzgado se le hizo corto escuchando canciones de amor, y escuchando a Paolo cantarlas para ella. Él parecía embrujarla con su voz, su forma de cantar, y la forma en cómo la miraba. Adele estaba hechizada y deseaba seguir viajando en ese arcoiris de pasión. Una vez llegaron, un amigo de Paolo y su esposa le sirvieron de testigos, después de la ceremonia civil los invitaron a tomar una copa y sin dudar Paolo y Adele compartieron por más de dos horas con ellos, bailaron al ritmo de una rocola . Las risas sobraron y los buenos deseos llenaron el lugar. De repente se fueron uniendo a la celebración antiguos amigos de Paolo. Y lo que nació como una celebración íntima de dos parejas se volvió una fiesta en una pintoresco taberna. Adele estaba tan contenta rodeada de los amigos de Paolo, eran tan alocados y naturales como él, y esa sensación de libertad y autenticidad hacía sentir a Adele viva. La fiesta se fue alargando, las horas pasando y las historias sobre Paolo fueron llenando los recuerdos de los amigos y alejándose en la memoria de Adele, ahora la señora de Paolo Carusso. El hombre que orgulloso la abrazaba y cuando no lo hacía la tomaba de la mano o la acariciaba con sus ojos, Adele nunca había disfrutado de tanto amor ni de tanta felicidad. Por un instante se quedó contemplando a Paolo y a sus amigos reír y con una sonrisa en sus labios se dijo: No puedo creer que estuve a punto de viajar a Notre Dame, si lo hubiera hecho… Habría perdido todo esto… Siempre me dijeron que era muy torpe y lenta para entender y para tomar decisiones importantes… Y creo que tenían razón… Debí dejar a Rick hace mucho tiempo… Aunque, debo agradecerle a Rick ser un infeliz traidor… Riendo dijo para sí misma: Gracias a sus infidelidades nunca le entregué mi corazón completamente, como lo estoy haciendo ahora con Paolo, él es un hombre maravilloso. .. Como si él leyera lo que ella estaba pensando se acercó a ella para decirle al oído: Voy a agradecerle toda mi vida a tu ex ser tan estúpido como para dejarte ir… Fue un imbécil al engañarte, le agradeceré comportarse como un idiota contigo en el aeropuerto, gracias a eso te besé y me hice pasar por tunm amante, y desde ese momento quedé enamorado de tu boca. Colocando su frente unida a la de Adele dijo: Gracias por escogerme, gracias por quedarte conmigo y no irte con él cuando vino a buscarte al hotel… Adele se sorprendió de que Paolo supiera que Rick había venido a buscarla, por unos segundos estuvo a punto de preguntarle cómo se había enterado, pero luego recordó que la dueña del hotel era amiga de Paolo, era obvio que ella se lo había dicho. Sonriendo Adele rodeó con sus brazos el cuello de Paolo para luego decirle: ¿Baila conmigo señor Carusso? Paolo la besó y respondió: Toda la noche mi amor… Y lo que al principio podría haber parecido un frase nada más, se convirtió en una realidad, Paolo y Adele pasaron la tarde en la taberna con los amigos hablando, bailando, comiendo y bebiendo. Cuando el sol se ocultó era hora de irse a la casa, Paolo llevó a Adele a su casa en el pueblo, una preciosa casa blanca con un balcón con flores multicolores en la habitación principal. Señora Carusso… Esta es su casa… Abriendo la puerta Paolo la cargó en sus brazos mientras Adele reía divertida del gesto de Paolo. Una vez dentro la casa era preciosa, cómoda y con todas las comodidades a las que Adele estaba acostumbrada, esa casa era muy diferente a la de los padres de Paolo, que siendo una casa grande y hermosa, no dejaba de ser rústica y campestre. ¿Te gusta mi amor? Preguntó Paolo ¡Me encanta! Es…Todo de ella me gusta, el balcón, las flores, la amplia cocina y … La cama… Dijo de manera pícara Paolo Adele se acercó coqueta a Paolo, lo abrazó de la cintura para luego responderle: En especial la cama… Después de besarse los dos no pudieron evitar soltar una carcajada, el hecho de haberse casado había sido un acto de locura, acaban de conocerse, pero sus corazones y sus cuerpos parecían conocerse de toda la vida. Mientras ellos se besaban recostados en el sofá de la sala, en la casa de los padres de Paolo, la madre de Paolo renegaba de lo irresponsable e irrespetuoso que seguía siendo su hijo. ¡No puedo creer que nos haga esto. Vuelve a casa y se va con su novia todo el día…! Pasé horas en la cocina y estas son las horas en qué no aparece… Las quejas de la madre de Paolo la hacían ponerse roja del disgusto, mientras que el padre de Paolo se sentó a la mesa para comer, tomando su cuchillo y tenedor . ¿Cómo puedes estar tan tranquilo y quedarte allí sentado preparado para comer? ¿No te preocupa lo que le haya pasado a nuestro hijo? No… Le respondió tranquilamente. ¿Cómo puedes decir eso? Dijo su esposa enojada Mirándola fijamente el señor Carusso le contestó a su esposa: Tal vez ya olvidaste quién es Paolo… Déjame recordarte que Paolo siempre ha hecho lo que su corazón le dicta, y como tengo amigos por todo el pueblo me llamaron para contarme que nuestro hijo Paolo decidió casarse con su linda novia americana… ¿Qué? ¡Hijo desconsiderado! Cómo no pudo pensar en su madre… Yo debía estar en su boda, ayudar a su novia a prepararse y… ¡Déjate de tonterías mujer! Recuperamos a nuestro hijo, Paolo volvió… ¡Y ni tú ni nadie lo va a alejar otra vez! Él decidió casarse así, nosotros lo respetaremos… A mí me cae muy bien mi nuera americana, y si ella lo hace feliz, entonces. .. Tú serás feliz por Paolo y por su esposa también… Las palabras de su esposo fueron una sentencia para ella y para todos los que las escucharon que muy callados se fueron sentando en la mesa para cenar. Después de la cena cuando todos estaban en la sala charlando y hablando de la fiesta de año nuevo sonó el teléfono. Era Paolo que amablemente le informaba a sus padres que se había casado con Adele y que había decidido vivir con ella en su casa en el pueblo. Su padre lo escuchó atentamente y después de unos minutos de reflexión dijo: Es tu vida Paolo, tu matrimonio, si deseas fundar tu familia en tu casa… Te doy mi bendición hijo mío… Tu madre también y todos los de esta casa estamos felices por ti… Creo que lo más importante es que decidiste volver a tu tierra y con nosotros… Me alegra mucho que trajeras a tu linda novia americana, y aún más que te hayas casado con ella, eso nos alegra mucho, sé que serás muy feliz con ella Paolo… Tratala bien hijo, y ella te amará siempre.. Gracias papá, en verdad… No sabes lo que me alegra recibir tu bendición, y quiero que sepas que voy a apoyarte en tu negocio, pero desde aquí, viviendo mi vida con mi esposa… Haz lo que mejor te parezca hijo… Yo estoy muy feliz de que hayas vuelto… Para Paolo fue muy importante recibir el apoyo de su padre, su bendición y apoyo afirmaron más su deseo de quedarse y de apoyar a su padre en el negocio familiar, volver era algo que no estaba seguro de hacer, pero con Adele todo se había hecho fácil y tolerable. Su presencia, su ternura, apoyo y amor, eran todo lo que él deseaba para recomenzar.
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