Caminé hasta él y Eduardo se quedó a mitad de camino, miré atrás y este me guiñó el ojo y fue lo más bonito que alguien ha hecho por mi, me hizo sentir que aunque se quedó atrás él estaría al pendiente de mi, así que decidí seguir caminando hasta llegar al hombre que me esperaba —Buenas noches Sra. Stiletto —¿ Que haces aquí? —Su esposo la mandó a buscar, la necesita en casa cuanto antes —Esto tiene que ser una broma, déjame aclararte algo niño, en primer lugar Henry no es mi esposo, en segundo lugar y no menos importante, dile a tu jefe que el no es nadie para mandarme a buscar cuando le plazca —Señora Mayo yo solo cumplo ordenes —Exactamente eso, ahora ve y cumple las mías, no voy a volver y punto —Si vuelvo sin usted, el señor me va a despedir, señora por favor tenga compa

