Capítulo 2

1473 Words
Anastasia... Podía sentir la sinceridad en lo que me decía. Realmente me quería ayudar con mi madre y la única condición sería casarme con él. Ella ahora mismo se encuentra en el hospital esperando tratamiento, así que no es una mala idea aceptar y dejarme ayudar. Necesitaba el dinero y este hombre estaba dispuesto a dármelo sin problema. —¿No te vas a arrepentir después? —pregunto, tomando asiento en el sofá. —Si me iba a arrepentir, no te hubiese dicho que te ayudaría —se sienta frente a mí—, pero necesito que me digas que es lo que tiene tu madre para poder buscar especialistas y trasladarla a otro hospital en donde la puedan atender mejor. Miro sus ojos varios minutos para ver si encontraba algo que me dijera que era mentira, pero al no encontrar nada, mordiendo mi labio, decido contarle todo sobre mi mamá y su salud. —Mi madre desde hace varios años está luchando para hacerse un trasplante de corazón. Ella es la paciente número dos de la lista, pero sigue sin aparecer un donador. El tratamiento por la espera pude costearlo al inicio, pero al ir pasando los años, cada vez aumentaba el precio y peor se iba poniendo. Mientras más se agrava, más medicamentos y consultas necesitaba. La internaron para monitorearla, pero por no poder pagar el hospital, tuve que trasladarla a otro lugar y sigo sin poder cumplir completo lo que ella necesita —admito con un nudo en la garganta, agradecí que él me escuchara atentamente y sin interrumpirme. Era la primera vez en mucho tiempo que comentaba la enfermedad de mamá. —Vaya, siento mucho la situación que les tocó vivir a tu madre y a ti. No debe haber sido fácil para ti todo eso —responde. Él no había dicho más nada y el silencio me estaba empezando a pasar factura. No podía seguir esperando callada, así que tomé la oportunidad para preguntarle sus razones. —¿Y tú? —llamo su atención—. ¿Por qué le estás pidiendo a una extraña que se case contigo? Dudo mucho que tengas problemas para conseguir mujer. No pareces un mal tipo y feo no eres. Suelta una carcajada y con esos ojos azules que te hipnotizaba, me responde. —No todo en la vida es el físico, bonita —me guiña un ojo—, pero sí, tengo mis razones para pedirte esto. —Bueno… ¿Y cuáles son esas razones? —vuelvo a preguntar. —Necesito una esposa para recibir la herencia de uno de mis tíos. Él no tenía hijos y me quiso como si yo lo fuera. A cada uno de los integrantes de mi familia les dejó algo de dinero, pero a mí, me ha dado casi el 90% de su herencia. La única condición para recibirla es que debo casarme con el amor de mi vida. Debo estar casado antes de los 6 meses de la lectura del testamento, o, la herencia pasa a algún refugio de animales. En tres días se cumple el plazo y no tengo una esposa, así que te vi y decidí que debías ser tú —confesó. —Wow… eso es bastante… único —murmuro. Hay situaciones que no podemos controlar en la vida y nuestros problemas no siempre serán igual al de las otras personas. Él necesita una esposa para tener dinero, y yo necesito dinero para curar a mi madre. —Te daré todo lo que necesiten, pero es necesario que me des una respuesta pronto para poder casarnos. Todo será perfecto, eso te lo puedo asegurar —su voz era fría, al igual que su mirada. —Está bien. Me casaré contigo, pero no debes faltar a tu palabra en cuanto a lo de mi madre, ¿vale? —lo señalo. —Voy a ayudarte, ya te lo dije —suspira—. En lo que salgamos de aquí me pondré en contacto con los especialistas para tu madre. Debemos estar casados un mínimo de un año o hasta el día que encuentre a mi verdadero amor. —¿Y si ella aparece mañana? —alzo una ceja—. ¿Me vas a dejar con la situación de mi madre a medias? —No —dice tajante—. Ayudaré completamente en ese caso, pero tú y yo estaremos juntos hasta encontrar a mi verdadero amor. Sonrío porque eso no existe, pero no le voy a matar la ilusión. —Entonces no veo problema en que nos casemos —me levanto del sofá, para irme al hospital con mi madre—. ¿Cómo nos pondremos en contacto? —Dame tu número de teléfono y la dirección de tu lugar de trabajo para poder ir por ti en cualquier momento —asiento, dándole mi celular para que agregue su número. —¿Conoces a Morozov Company? —me entrega el celular después de tres repiques, guardo su número mientras sigo hablando—. Trabajo en el departamento de finanzas. Te enviaré la dirección de ella. Suelta una risita que me hace verlo. —¿Trabajas en Morozov? —frunzo el ceño sin entender—. Qué pequeño es el mundo. Tengo un conocido ahí. Casualmente, iré el lunes a la compañía. —¿Estás mintiendo? —lo miro como si estuviera loco—. ¿Conoces a uno de mis compañeros? —Sí, es una historia larga —lo miro con el corazón acelerado—. Nos pondremos en contacto después. Debo ir a casa para poner las cosas en orden. Envíame tu cuenta bancaria y también irá por ti y tu madre una ambulancia para que empiece a recibir el tratamiento y ver el problema de su corazón. Lo veo terminarse de vestir con rapidez, no sabía si esto de verdad era un sueño, pero se sentía tan irreal, que daba miedo. Tomo su brazo y lo detengo antes de que saliera de la habitación. —Gracias... —susurré—. Gracias por ayudarme con mi madre y por todo lo que haces por nosotras. No tengo como agradecerte tu ayuda, pero sinceramente, muchas gracias. Sonríe dulcemente. —Con casarte conmigo es suficiente —besó mi mejilla y se marchó. Sabía que su situación era importante, pero él parece un ángel caído del cielo que está dispuesto a ayudarme. Tal vez estoy completamente errada, pero por este acto de bondad hacia nosotras, me hace verlo de esa manera. *** Casa de la familia Morozov. Unas horas después... Aleksandr. Agradecí que Anastasia tuviera problemas económicos para proponerle algo que ella necesitara. Me siento mal porque tuvo que pasar cosas tristes por su madre, pero ahora sé qué estará mejor. Tengo conocidos que son médicos, así que será sencillo poder encontrarle solución al trasplante del corazón de la señora. Algo que me pareció divertido de ver, fue la expresión de su rostro cuando le dije que tenía conocidos en su compañía. Menos mal que no le dije completamente todo. —Cariño, ¿por qué nos hiciste salir de la cama tan temprano un sábado por la mañana? —beso la mejilla de mi madre, al llegar a la sala. —Tengo una buena noticia para todos —respondo, besando esta vez, la mejilla de mi abuela—. Tenía que aprovechar que aún seguían aquí. —Bueno, Alek, ya estamos aquí... —interviene mi padre. Mi familia por parte de mi padre es rusa y por parte de mi madre es italiana. He llegado hace poco de trabajar en Irlanda, para venir a ayudar a la empresa de mi abuelo. —Le he pedido matrimonio a la chica con la que llevo saliendo un tiempo y nos casaremos mañana —digo, sentándome en el sofá. —¿Tienes novia? Es muy pronto... —mi madre es la primera en hablar. —No lo veo de esa manera. Ambos estamos enamorados y no queremos estar más tiempo separados —la calma con la que respondo, los sorprende más. Y es que no puedo esperar porque me voy a quedar sin herencia. —¿No estás haciendo esto por el plazo del testamento? —refuta mi padre. —Estamos enamorados y no queremos estar más tiempo separados —lo miro seriamente. —¿Ya tienes todo eso visto? —mi madre pregunta con preocupación. —Todo ya está planeado. Así que no hay mucho que organizar. —Felicitaciones, Alek —mi abuela se levanta para darme un abrazo—. Me alegra verte tan entusiasmado por tu compromiso. —Gracias, abuela —beso su frente. La boda que se celebrará mañana, mientras busco entre mis contactos un especialista en cardiología. —¿Y cómo se llama la afortunada? —pregunta mi padre, levantando el interés de todos. Sonrío al recordar lo que hicimos anoche. —Anastasia.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD