Ni debería sorprenderme ya… Anastasia. Tenía rato de haberme despertado, pero no me quería levantar de la cama. Estaba agotada y un poco molesta por la ausencia de Aleksandr anoche. Me siento decepcionada de que no tuviera la decencia de decirme que no iba a venir y se mantuvo sin dar señales de vida toda la noche. Espero no verlo en la empresa hoy. Con todo el dolor de mi alma, decido levantarme para ducharme e irme a trabajar. Todavía tenía cosas pendientes por terminar en la compañía. Mientras iba pensando en todo lo que tenía para esta semana, me baño y me coloco un jean de tubo color, con una camisa blanca y unos zapatos de punta alta. Recojo mi cabello en una cola de caballo y me maquillo un poco para ir a hacer el desayuno. Cuando salí de la habitación, me llevé la sorpresa de

