Aún no había salido el sol cuando el cielo sobre Ciudad Celestial se partió en dos.
¡RIIIIPPPP!
Un corte n***o de diez mil metros apareció en el firmamento, como si alguien hubiera rasgado la realidad con una espada.
De ese corte descendió un anciano vestido de escamas de dragón negras.
Cabello y barba blancos flotando sin viento.
Ojos rojos como sangre hirviendo.
Cultivo: ¡Tercera etapa del Reino Santo!
¡El Gran Anciano Protector de la Secta del Dragón Eterno, Zhao Wuji!
Uno de los diez seres más fuertes del Continente Sagrado entero.
Su voz retumbó en un radio de mil kilómetros:
—¡FERNANDO VALDÉS!
¡Has matado al poseedor del Cuerpo Dragón Ancestral, el futuro emperador de nuestra secta!
¡Hoy tu alma será refinada durante diez mil años en el Infierno de Dragón de Nueve Capas!
¡BOOM!
Una garra de dragón n***o de cinco mil metros se formó en el cielo y cayó directo hacia el Bosque n***o Prohibido.
Dentro del bosque, Fernando estaba sentado en una roca, con los ojos cerrados.
Isabella estaba a tres pasos, de rodillas, sirviéndole té con manos temblorosas de emoción.
Long Tian flotaba a su lado, riéndose.
—Pequeño amo, un insecto del Reino Santo viene a cortejar a la muerte. ¿Le permito jugar un poco?
Fernando abrió los ojos.
Dos runas doradas giraron lentamente.
—No.
—Este… lo mato yo.
Se puso de pie con calma.
¡DING!
[Misión de emergencia activada: «Matar a un Santo antes del desayuno»]
[Recompensa: Romper 300 capas de sellos + Dominio Divino «Reino del Guerrero Supremo» (radio 10 000 km) + 100 000 puntos de ira]
Fernando sonrió.
—Perfecto timing.
¡BANG!
Desapareció de su sitio.
Reapareció a diez mil metros de altura, justo frente a la garra de dragón n***o.
Zhao Wuji lo vio y se burló:
—¡Un mocoso del Reino Alma Naciente se atreve a enfrentarme cara a cara!
La garra descendió.
Fernando alzó la mano derecha con indiferencia.
Solo pronunció una frase:
—Dominio Divino… despliegue.
¡ZUMMMMMMMMM!
Un círculo dorado-n***o de diez mil kilómetros de radio explotó desde su cuerpo.
En ese instante, todo dentro del dominio quedó bajo su control absoluto.
El tiempo se ralentizó.
El espacio se dobló.
La energía espiritual de Zhao Wuji… desapareció por completo.
El anciano abrió los ojos como platos.
—¡Imposible! ¡Esto es un dominio divino completo! ¡Solo los Emperadores Inmortales…!
Fernando habló con calma:
—Técnica Emperador…
—Un Pensamiento, Mil Mundos Caen.
No hubo movimiento.
Ni energía visible.
Solo un pensamiento.
¡CRACK!
El cuerpo de Zhao Wuji se congeló en el aire.
Luego… empezó a colapsar desde dentro.
Primero los huesos: se hicieron polvo.
Luego los meridianos: explotaron.
Luego los órganos: se licuaron.
Finalmente la piel: se agrietó como cristal roto.
En menos de un segundo, el Gran Anciano del Reino Santo… se convirtió en una nube de sangre que llovió sobre el bosque.
Silencio absoluto en todo el continente.
Miles de expertos que estaban observando con técnicas secretas se quedaron mudos.
Un Santo… muerto con un solo pensamiento.
¡Y ni siquiera había amanecido!
[Ding! Misión completada con perfección absoluta]
[300 capas de sellos rotas]
[Dominio Divino «Reino del Guerrero Supremo» desbloqueado permanentemente]
[100 000 puntos de ira obtenidos]
[Nueva fuerza actual: Pico del Reino Santo – solo un paso del Reino Emperador]
Fernando bajó lentamente al suelo.
Isabella corrió hacia él y se arrodilló, ojos brillantes de adoración absoluta.
—¡Amo! ¡Eres… eres un dios vivo!
Intentó besar sus botas, pero Fernando la detuvo con una mano en la frente.
—Contrólate.
Isabella se sonrojó hasta las orejas.
Long Tian se reía a carcajadas.
—¡Pequeño amo, en mi época teníamos que destruir planetas para impresionar a las chicas! ¡Tú solo matas a un Santo y ya tienes a la número uno del continente babeando!
Fernando ignoró las bromas y miró hacia Ciudad Celestial.
—Quedan seis días.
Entonces su mirada se posó en Isabella.
La chica tembló bajo sus ojos dorados.
—Tu secta… el Fénix Eterno… está a tres mil kilómetros al este, ¿verdad?
Isabella asintió como loca.
—¡Sí, amo! ¡Es una de las cuatro sectas supremas del continente!
Fernando sonrió levemente.
—Bien.
—Esta noche vienes conmigo.
—Necesito un lugar donde descansar… y alguien que me sirva.
Isabella casi se desmaya de la emoción.
—¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Usa mi palacio privado! ¡Usa mi cama! ¡Usa mi… todo lo que quieras!
Long Tian y Luna se miraron y soltaron una carcajada al unísono.
Esa misma noche – Palacio del Fénix Eterno, pico más alto.
La habitación privada de la Santa Hija era un sueño de lujo: cama de jade espiritual de diez metros, cortinas de seda de fénix, incienso que aumentaba el cultivo solo con respirarlo.
Isabella estaba de rodillas al lado de la cama, vestida solo con una fina túnica transparente de gasa blanca, temblando de nervios y deseo.
Fernando estaba sentado en la cama, todavía con la ropa rota y manchada de sangre del día anterior.
—Quítame las botas —ordenó con voz tranquila.
Isabella obedeció al instante, manos temblorosas.
Cuando le quitó la segunda bota, alzó la mirada con ojos vidriosos.
—Amo… ¿puedo… puedo masajearte los hombros? ¿O… cualquier otra parte?
Fernando la miró un segundo.
Luego extendió la mano y la levantó del suelo con facilidad, sentándola en su regazo.
Isabella se quedó sin aliento.
Fernando habló al oído, voz baja y peligrosa:
—Eres virgen del Cuerpo Fénix Inmortal, ¿verdad?
Ella asintió, roja como tomate.
—S-sí… nunca he permitido que nadie me toque…
Fernando sonrió.
—Entonces esta noche… vas a renacer de verdad.
Sus labios rozaron el cuello de ella.
Isabella soltó un gemido suave y se derritió por completo en sus brazos.
Long Tian y Luna desaparecieron del espacio mental con una risita.
—Niños… —suspiró el viejo.
La luna brilló más fuerte sobre el palacio.
Y durante horas, los guardias de la secta solo pudieron escuchar jadeos, susurros y el ocasional grito ahogado de placer que venía del pico más alto.
A la mañana siguiente…
Isabella salió al balcón con el cabello revuelto, marcas rojas en el cuello y una sonrisa idiota en la cara.
Todo el palacio la miró boquiabierto.
La Santa Hija fría y orgullosa… ahora parecía una gatita satisfecha.
En la cama, Fernando abrió los ojos.
[Ding! Notificación especial]
[Debido al primer dual-cultivo con Cuerpo Fénix Inmortal de Nueve Renacimientos]
[Obtenido permanentemente: Línea de sangre Fénix Primordial]
[Velocidad de cultivo ×100]
[Habilidad pasiva: Renacer de las cenizas (9 veces)]
Fernando se levantó y miró hacia Ciudad Celestial.
—Quedan cinco días.
Sonrió.
—Y ahora… tengo un ejército entero de fénix que me sigue con solo chasquear los dedos.