sentir, ¿Por quienes sentimos?
Después de que tomarán todas mis medidas, personal de maquillaje y peinado habían venido a auxiliarme, aparentemente era un evento bastante importante para que mi apariencia tuviera que ser tan buena. Me emocionaba que era una forma de poder ser más conocida en las revistas ya que siempre está empresa salía en las portadas más importantes de los medios. Inclusive a mi me causaba nervios saber que tantas personas estarían ahí. El se había vuelto una persona muy importante en este medio y jamás lo note, después de que el salio de aquí me puse a investigar. Su abuelo había sido el mayor accionista de la empresa hasta que falleció y le heredó todo a el, Jace había estudiado todo acerca de esto y con ello las acciones y su popularidad había aumentado. El lugar me había parecido una maravilla, había mas maquillaje del que pudiera haber visto jamás en mi vida, demasiada ropa y los muebles eran de otro mundo, me gustaba el hecho de que hubiera tantos espejos y tantas formas posibles de amar este empleo. Abrocho mis tacones y miro a Jace en la puerta.
— ¿Ya estas lista?- exclamo. El se veía de maravilla, con un traje azul, su cabello peinado como siempre lo usa, se veía bastante bien.
Tenía un porte bastante bueno, se veía bastante profesional... Era como si el hubiera nacido para ser un guardaespaldas... modelo o algo parecido, era guapo y lo hacía notar siempre al arreglarse de esa forma, transmitía una sensación diferente, curiosidad, tenía la mirada profunda, de una forma en la cuál nunca le había conocido.
—Si.- exclame. Apenas me giro el me mira a detalle, puedo sentir su mirada examinar cada parte de mi haciendome sentir un poquito incomoda, y es que si se que esta analizando cada pequeña parte de mi, supongo que con la intención de poder saber que faltaba o sobraba, se veía concentrado en ello, camina un poco y frunce un poco las cejas para después recobrar su compostura.
— Ponte un collar más sencillo. - ordena. Su tono es serio, autoritario. Me miró en el espejo y una inseguridades crece en mi. Creía verme bien.
Sin embargo después de admirarme en el espejo note que tenía razón, el vestido era bastante extravagante y el collar solo lo hacía ver exagerado, luciría mejor un collar pequeño y simple pero que hiciera juego con el vestido, sabía que si lo usaba podía verme bastante bien y quedaría mejor que con el que traía, me quito el collar y el se acerca a mi.
—Ah, claro.- murmure. miro las cosas que estaban ahí y veo uno dorado con una pequeña piedra brillosa del mismo color que los brillos que tenía el vestido.
Se acerca quedando detrás de mí, siento su respiración chocar en mi cuello, mi corazón latía con rapidez, me ponía nerviosa como la primera vez que nos conocimos. Éramos ajenos en recuerdos bardos, éramos un hilo suelto, perdido. Veo como toma el collar que miraba y me lo coloca, no dice más, solo mira su reloj y con un gesto con el rostro me indica que lo siga. Tomo mi bolsa y lo hago. Caminamos por los pasillos hasta llegar al elevador, el no hablaba demasiado, solo lo necesario en estos momentos. Apenas bajamos del elevador vamos dirigidos a su auto.
Subimos a su auto, el silencio me mantiene sumergida en mil pensamientos. Mamá solía decir que éramos el uno para el otro, que juntos llegaríamos lejos, que nuestras metas se entrelazaban. Un día murió y me hizo prometer que cumpliría mis sueños, cada uno de ellos. Tenía esperanza de que algunos cambiaran para que si no lo lograba la promesa no se rompiera, no quería fallarle, pero lastimosamente yo era demasiado aferrada y eso hice con la mayor parte de mis sueños, aunque tristemente no todos los e llegado a cumplir.
Mamá soñaba en que algún día nos casáramos, que yo utilizara un largo vestido blanco y ella ser una de mis damas de honor, lastimosamente murió y también Jace y yo era lejano vernos en un futuro juntos en cualquier aspecto posible que no fuera del mismísimo trabajo.
— Retoca tu labial, estamos por llegar. - ordena nuevamente, su voz sigue siendo seca, era como si aquel Jace que conocí alguna vez ya no existiera. Sin embargo sabía que era normal que cambiara, no nos habíamos visto en cinco años, no sería la misma persona que en ese entonces, yo tampoco lo era, su mirada estaba dirigida al frente, al camino, miró por la ventana, el cielo estaba demasiado oscuro, miró mi celular, eran las 9:15.
— ¿Esa ceremonia...? - inicio y el me mira de reojo. —¿De que es?
— Es una reunión por decirlo así, irán empresas importantes junto con marcas, modelos... Tienes que cuidar tus movimientos para que no tomen una mala foto, sonríe pero no exagerado, se sutil, las empresas darán a conocer las caras de los próximos lanzamientos puedes tomar, es tu decisión, solo no te embriagues, podrías tener un desliz.
— Entonces, ¿Formare parte de nuevos lanzamientos? - mi voz denotaba emoción, el asintió y pude sentir como la alegría crecía en mi.
El hecho de poder ir formando cada vez más en este mundo significaba demasiado para mí, era todo un sueño.
— Solemos hacer que las modelos crezcan, creo que eso ya te lo había contado Lola. Hubo varias modelos que iniciaron con mi abuelo y les fue bastante bien, queremos que esa misma esencia persista.
— ¿Desde cuando te haces cargo de la empresa?
— Tres años, estudiaba y trabajaba, sinceramente no quería que fuera alguien más quien manejara esta empresa.
— Yo realmente no sabía que tu abuelo era accionista de esta empresa.-admití, era cierto, no sabía absolutamente nada al respecto, yo no pregunte, el no me lo contó..— Sabía que era exitoso pero no de una empresa de modelaje.
El me mira y sonríe levemente. —Sinceramente es normal, el no mostraba su rostro a las cámaras, le gustaba pasar por desapercibido.
Bajamos del auto y veo como le entrega las llaves a un hombre, era atractivo. Me dedica una sonrisa y hago lo mismo. Jace me examina lentamente, para después caminar, le sigo el paso. Puedo ver las luces de cámaras y reflectores. Siempre había querido esto para mí carrera. En mi portafolio fotos así me subirían como espuma, si había participado en bastantes campañas, proyectos y demás sin embargo ninguna había sido de una magnitud tan grande.
Las cámaras caen en Jace y en mi, después solo en mi, trato de hacer que cada paso que doy y cada gesto quede en sumo cuidado, que desborden perfección, sonreía en algunos momentos, podía sentir demasiada adrenalina en mi, me gustaba poder recibir este tipo de atenciones, me hacía sentir poderosa. Poso y las luces destellantes me encandilaban un poco, era voltear a varias cámaras pero lucir bien, me parecía una experiencia única. Apenas terminan de tomarme las fotos Jace y yo caminamos a una de las mesas, y nos sentamos juntos.
— Lo hiciste bien. - dice con tono seco, sin embargo su rostro era todo lo contrario.
— Gracias. - quería aguantar mi emoción sin embargo se me notaba que estaba demasiado feliz, era un evento importante.
— ¿Cuando te mudaste hacia acá fue sencillo empezar el modelaje? - indaga el mirando su celular, supongo que después de estar en donde esta entendía a la perfección todo esto.
— No realmente, firme pero habían chicas más grandes, con un cuerpo de impacto que hacían quedar mal mi cuerpo de 17.-mordí mi labio y sonreí después. —Fue divertido conocer todo esto, me sacaron apenas termino mi contrato pero Francis llego, eran comerciales o marcas pequeñas, pero participe en dos eventos importantes, solo que no subió mucho a mi carrera ya que iban modelos internacionales...
No dejaba de ver el celular y ahí dude que si quiera me hubiera dado atención, que escuchara lo que dije, me removí incomoda y mire hacia las demás mesas, cada una de las chicas se veían hermosas, con vestidos glamurosos.
— Entonces lo haces bien.- ahí note que no me estaba prestando atención sin embargo no cambie mi tono de voz.
—Obvio, siempre es así.-bromee con sarcasmo y el solo me miro y alzó una ceja. —Es juego.
— Supuse.-hice una pequeña mueca ante su comentario, sin embargo no dije nada al respecto.
El silencio se instalo entre nosotros de una forma brutal, entregando una incomodidad tremenda para mi, el seguramente si quiera lo ha notado, se encuentra en su celular. Mire al cielo y suspire.
— ¿Quieres un chiste?
— No.
—Eras más divertido. - murmuré más para mi que para el pero sin embargo siento su mirada, me escucho.
— Soy tu jefe, no un payaso. - alzó las cejas y le miro.
—Tranquilo, era un juego.- murmure un poco bajo y el se limito a darme una pequeña mirada, se veía molesto.
Era demasiado sorprendente el cambio que había tenido en cuestión de segundos, era como si algo de mi en este instante no le agradara, toda la amabilidad que había tenido conmigo desde que nos reencontramos en su empresa había terminado. No entendía.
— Deberías tener más seriedad, no tienes cinco años.- espeto y por más que quise decir algo las palabras no salían de mi, el jamás se había comportado de esa manera conmigo.
— Ya, tranquilo.- repetí, no entendía esto, más sabía a la perfección que no lo merecía.
No dice nada más, segundos después un mesero nos deja a ambos unas copas, puedo notar como su rostro tenía demasiada seriedad, supongo que así era su empleo.
— Gracias.- el se limita a darme una pequeña sonrisa y después se va, puedo notar como la mirada de Jace cae en mi durante unos segundos, era molesta, el estaba molesto y no podía identificar si su trato de esa forma hacía mi tenía que ver con eso o realmente tenía algo conmigo. No intento sacarle platica, simplemente le miro en ratos y en otros admiro el lugar. Pasan demasiados minutos en los cuales nos manteníamos en esta situación y sinceramente no me gustaba.
Un mesero deja unas copas nuevamente, sonrió y le digo un gracias apenas lo hace.
— ¿Ahora le coquetas a todo mundo? - dice antes de tomar su copa y una sonrisa cae en mi, podría ser que ¿Aún le importe lo que hago?
No puedo evitar jugar en la respuesta, sí estaba molesto quería hacer menos pesado.— No e coqueteando contigo ¿o si? - miro como su rostro se pone aun más serio y suspiro. —No e coqueteando con nadie, agradezco y soy amable nos esta brindando un servicio.
— Tu de amable, no tienes nada. - alzó las cejas y muerdo el interior de mi mejilla para evitar decir algo que me llevará al borde, no porque fuera el jefe, si no por donde estábamos. Las cámaras sobraban.
El lugar me parecía todo un cuento
Pasan alrededor de 20 minutos cuando el mesero viene de nuevo a cambiarnos de copas, veo como con la mirada Jace lo mataba, tenía una mirada llena de odio..
— Gracias. - le dije y el me sonrió un poco.
— y vas de nuevo. - alzó una ceja y me tomo lo de la copa.
—Solo es ser amable Jace. - repetí.
— Ser amable es todo menos lo que estas haciendo.
— ¿Dime quieres que le ignore y sea grosera? No, es ser amable no entiendo que es lo que te molesta.
— Es que no es ser amable es ser una...-no doy oportunidad de que termine su oración. Me levanto y voy directo al baño con mi celular. Necesitaba que esto se terminará, Jace no era nada de lo que algún día fue, era grosero, egocéntrico y no paraba de intentar ofenderme. Me recargo en la pared y sacó mi celular, quería leer una cláusula del contrato.
Si el contrato es roto por alguna de las partes se deberá pagar una indemnización de 40,000 dólares.
No era querer renunciar, era que el mezclaba todo, no merecía eso.
Tenía los sueños por las nubes, pero el no era la unica empresa de modelaje, podría demostrarle que era demasiado profesional, pero tener que soportar su cara amargada, me sacaba de mis casillas.
—!Hola!- dice una chica con demasiada felicidad, la miro y puedo notar de quien se trata Sophie France, es una de las modelos mas reconocidas aquí.—¿Eres nueva en la empresa Bennet cierto?
— ¡Hola!- mi voz sonaba con emoción, siempre la admire.— Si, inicie hace unos días en esa empresa.
— Se nota que tienes potencial, esa empresa te ayudará demasiado, pronto podríamos compartir un escenario.- la amabilidad que tenía era impresionante.
—Eso sería fabuloso.- admití.— Eres de mis modelos favoritas, sería un sueño.
— Llegaras lejos guapa, creo en ti.- saca una tarjeta y anota algo y me lo pasa.— Cualquier cosa podemos estar en contacto.
— Si por supuesto, gracias.- sonreí y ella hizo lo mismo para después salir del baño, la emoción de mi interior era demasiada, mi modelo favorita me dio su número telefonico, ¿Eso empezaría a pasarme seguido?
Había visto en r************* como modelos eran amigas de otras modelos, que eso me pasara sería también un sueño. Este momento me quita el mal sabor de boca que me dejo, más tranquila. Apenas salgo del baño camino hacia la mesa, en el camino tomo una copa y comienzo a tomarle, apenas llego a la mesa puedo ver a Jace molesto.
En cierta parte de la noche llegan a entrevistarnos.
Entonces ella es una nueva integrante de su empresa?— Nos podemos ir ya. - dice ente sugerencia y yo asiento, salimos y subimos a su auto. Miro la hora, 12:15. Salimos del lugar y el conduce, se frena en un semaforo.
Me entra una llamada, veo el nombre de Irene en ella, frunzo las cejas y pulso el botón para silenciarlo, sabía que ella tenía que ver con que Jace supiera de el embarazo ya que fue la única persona que sabía de el.
— Típico en ti. - murmura.
—¿Hay algo que quieras decirme? - dije enojada sentía como mi rostro se calentaba y mis cejas se fruncen.
— Yo si tuviera algo que decir, te lo diría en la cara.
Claro, sabía que estaba molesto y no dejaría de tirarme.
— Bien.
Mi celular vibra de nuevo y el nombre de Irene aparece nuevamente, veo como el suelta un sonido como de burla. —Típico de ti.
— No sabes los motivos por los cuales no atiendo el celular, no encuentro que es lo que tanto te afecta.
— Afectarme algo de ti, lo dudo mucho.
— Me parece perfecto.
— bien.
— ¡bien!
Por ultima vez timbra mi celular y puedo escuchar como murmura algo sobre que era una mala persona, sin embargo no lo dice en voz alta, lastimosamente ahí llego a mi límite.
—Toda la maldita noche no has parado de pelearme, atacarme y demás.-fruncí las cejas y le miré. —Eso no es decirlo en mi cara.
— Si hago referencia a que te hiciste vacía, superficial no es atacarte, es ser honesto.
Mis labios se entre abren un poco y suelto un suspiro. — ¿El dejarte me hizo vacía y superficial? Yo no cambie Jace, lo hiciste tú, eres un maldito arrogante, grosero y un patán. ¡Me seguiste ayer! Tu fuiste quien quizo contratarme, yo no sabía que era tu maldita empresa, si quiera sabia que estabas en esta ciudad, yo estoy luchando por mi sueño, estoy dando todo de mi porque quiero vivir haciendo lo que siempre quise y no voy a dejar que por perseguir algo que quiero tu minimices esto. Puedes ser lo millonario que quieras, lo exitoso o todo lo que quieras, pero el que se volvió maldito vacío y superficial eres tu, no yo.
Abro la puerta de su auto y me bajo. —No puedes hablarme así, soy tu jefe.
— Y un patán, el respeto se gana y yo no pienso trabajar con alguien que minimice todo lo que hago solo porque me fui, no sabias mis putas razones, no sabias nada. No puedes venir a juzgarme.
— Sube, no te dejare aquí sola a estas horas.
— Me importa poco lo que quieras hacer.
— ¡Que subas al coche!
Ruedo los ojos y comienzo a caminar, como me vería en la calle, con un vestido tan largo, tacones y el maquillaje que traigo, seria un momento divertido si yo estuviera vestida de novia a esta hora. Camino y entro a una tienda que veo que decía 24 hrs, quería un agua y aquí pediría mi Uber, lo pido y tomo el agua y pago, después veo en pantalla como el Uber llego, salgo y puedo ver también el carro de Jace. Me sorprendía que siguiera aquí después de todo lo que dijo, subo a mi Uber pasando de largo el hecho de que Jace me miraba, siempre creí que el era una persona diferente. El conductor arranca, me sentía molesta con el hecho de que Jace mezclara las cosas, si me odiaba tanto no me hubiera contratado. Que ganaba con todo esto, que pasaba por su cabeza.
Llegamos y me doy cuenta que la oportunidad de mi vida se había ido por la borda.
Abro la puerta y entro a casa, no quería llorar, quería gritar estaba enojada. Subo a mi cuarto y apenas abro veo que Liza estaba dormida en mi cama. Me quito el vestido y me pongo pijama y me recuesto abrazándola.
***
—¡Despierta, despierta! - siento como me mueve de un lado a otro y la tomo abrazándola de una forma en la cual no se mueva.
— ¡Vas tarde! - grita y pienso un poco, Liza hoy no tenía clases, podía ser un día para nosotras.
— Que te parece si tenemos un día de tu y yo. - sonreí y ella grito un ¡Sí!
Nos levantamos y vamos directo abajo, desayunaríamos y veríamos la princesa y el sapo. Le hice chilaquiles y nos acomodamos en el desayunador. Caro se fue apenas vio que yo podía quedarme, tenía día de juntas. Apenas termina la película ella se baña y la peino, visto y salimos directo al parque. Ambas caminamos mientras ella me contaba como un niño era su mejor amigo desde hace unos días. Llegamos al parque y lo primero que hace es ir a los columpios, yo la empujó.
— ¿Por que las nubes son blancas?
— Porque...
— ¡Porque son algodones sin sabor!
Frunzo las cejas pero suelto una leve risa, no pensé que me fuera a dar una respuesta o si quiera que yo podría darle una respuesta la cual fuera coherente para su edad.
— Lily. - escucho y me giro a un lado encontrándome a Jace, suelto un suspiro y lo ignoro.
Me sorprendia bastante que estuviera aquí, en el mismo parque que yo, lo cual también podría tener que ver en que o me siguió o nos encontró de mera casualidad, igual ambas razones no me gustaban, no quería ver su rostro.
—Liza, ¿Quieres un helado? - le dije con un tono feliz y ella grito un ¡Si! Le detuve el columpio y la baje.
— Es quien nos observaba el otro día. - susurro Liza apenas lo vio, pude notar su confusión.
— Soy un amigo de Lily, quería saludarlas.- le explica.
— Ese día ella corrió, pero fue porque quería hacer pis.
— Liza...
— Tenía muchas ganas así que corrimos.
No puedo evitar sentir vergüenza ante lo que le cuenta Liza y aunque se a la perfección que ella no lo hacia con ningún toque de malicia, no me gustaba. Tampoco me gustaba ver a Jace, seguia enojada con el y dudo que pueda quitarme el enojo pronto, lo que el pensaba de mi era demasiado, lo que el estuvo insinuando toda esa noche fue demasiado, y auqnue una parte de mi quería saber porque de un de repente comenzaron sus tratos tan raros y secos la otra no quería escucharlo, sabía que no se disculparía que a fin de cuentas todo lo que el dijo le daba exactamente lo mismo.
— Si, nos vamos, adiós Jace.
— Adios.- dice Liza con un tono neutro.
Le sonrió y le tomó de la mano y comenzamos a caminar pero la mano de Jace me detiene tomando mi muñeca. — Liza, ¿has ido al restaurante que tiene un castillo?
Liza traicionándome niega, la había llevado un par de veces, muerdo mi lengua para no decirle algo a Jace frente la niña, no era justo para ella llevarse ese mal sabor de boca, sin embargo era demasiado molesto que estuviera aprovechándose de esa situación, aunque una parte de mi quería decirle un sin fin de cosas.
— ¿Quieres ir? - ella suelta un si y me mira con ojitos de borrego era todo un caso esto, comenzamos a caminar hasta llegar al restaurante donde Jace pide reservacion cerca de el castillo le pregunta si quiere el castillo solo para ella, se la piensa y después grita un ¡si! Le recerva para ella y ambos nos sentamos en una mesa.
— No fuiste a trabajar. - dice haciendo una mueca.
— Te dije que ya no lo haría ayer, no quiero que sigas combinando cosas que no tiene sentido, ni siquiera sabes bien.
— No puedes dejar de ir, firmaste un contrato.- su mirada se veía cansada, si lo analizaba a fondo le notaba el cansancio.
— Pagaré la indemnización, es mi sueño esto pero no estaré en un lugar donde no me dan respeto y me tratan como una cualquiera.
Me levante y camine había el castillo notando como Liza se divertía, era una niña bastante linda.
— No quería hacerte sentir así. - suelta de un de repente haciendo que me sobresalte. —Irene...
— Irene... - analizo mis palabras y niego. —Ella fue quien hizo...
— Lily...
— Creíste en Irene en lugar de ir a hablar conmigo.
— Es tu amiga... Creí que.....
— Fuimos siempre tu y yo, años y fuiste y me trataste mal por algo que te dijo... Irene.
Mi sangre se calentó y pude sentir como el rostro estaba demasiado caliente estaba alterada, jamás creí que una amiga pudiese conspirar tanto en contra, se supone que somos amigas y que a pesar de todo me apoyaría, las veces que ha venido aquí a Los ángeles, Caroline y yo la hemos resivido y tratado muy bien, le hemos dado absolutamente todo cuando viene. Era ridículo.
— Ven, hablemos en la mesa. - dice con mirada de borrego, era un niño atrapado en el cuerpo de un adulto.— Por favor Lily.
Muerdo el interior de mi mejilla para después acceder, sabía que tanto yo como él habíamos hecho las cosas mal, sin embargo no justificaba la actitud de ninguno de los dos.Camino hacia la mesa y el me mira unos segundos, parecía como si el tiempo nos hubiera tragado y depositado los primeros días que empezamos a salir, ninguno de los dos podía poner una palabra para comenzar una conversación que sin duda alguna pudiera solucionar alguna de las cosas que pasaban por nuestras cabezas, era un vaivén de recuerdos y un sin fin de cosas que el y yo vivimos anteriormente. Ahora las cosas eran diferentes, el sentía de alguna forma u otra que yo lo había traicionado, no sabría con exactitud qué era lo que Irene le había dicho con veneno a él, pero soy consiente de que el hecho de que huí no fue un acto de cobardía, ni de egoísmo. Quería dejarlo vivir su vida como la tenía planeada, pensé más en el que lo que realmente debí de hacer no lo hice en ese entonces, cuando llegue aquí, fue tarde.
Conocí ahí a Caro, venida de un suceso que a ambas nos marcó la vida.
— ¿Que fue lo que te dijo Irene?