Cuando salimos de la oficina no puedo negar que no cayeron varias miradas sobre nosotros, quizá podrían pasar cientos de cosas por sus cabezas, quizás los rumores solo hacían que todo mundo pensará cosas sobre nosotros. Nosotros... No puedo creer que yo había dejado pasar la oportunidad de estar juntos el resto de nuestras vidas, podía notar que cambiamos y que el hecho de estar juntos en una forma romantica no sería muy posible en un futuro cercano.
¿Si quiera teníamos algo en común? Subimos al elevador y el me cuenta un chiste antes de seleccionar el boton, suelto una risa pequeña y el hace exactamente lo mismo, presiona el boton y yo comienzo a tararear.
Hasta que el elevador se detuvo, mire a Jace y pude notar como sus facciones se volvían en una expresión confundida,— ¿Jace...?
Antes de que el diga algo se escucha como cruje algo dentro del elevador y comienza a sacudirse un poco, sentí como todo en mi interior comenzaba a acelerarse, mi corazón me latia tan fuerte y mis oídos zumbaban, comence a respirar entrecortadamente y sentí como la mano de él se ponía sobre mi hombro.—Tranquila, ya pasará.
Contraría a su palabra el elevador cruje de nuevo y va para abajo, alrededor de menos de medio metro, sin embargo eso se vuelve suficiente para que todo en mi interior se altere por completo, la mirada de Jace no se apartaba de mi y podía escuchar como me decía que me tenía que calmar. sin embargo cada vez me alteraba más y más, había visto cientos de peliculas donde personas tenían accidentes en los elevadores y o resultaban heridos o muertos. Era demasiado para mi.
Jace selecciona uno de los botones del elebador, la alarma.—Lily, en cualquier minuto saldremos de aquí, tienes que tranquilizarte.
Asiento y el elevador cruje de nuevo, no digo nada sin embargo me asuste un poco más, Liza me esperaba en casa por su cumpleaños y yo estaba atorada en un elevador que se sacudía e iba poco a poco hacía abajo. Había comenzado a sudar, sentía como mi cabello se pegaba a mi frente y aun escuchaba una especie de zumbido el mis oídos, el estomago se me estaba volviendo un nudo, quería salir de aquí.
—¿Te encuentras bien?- pregunta a lo que le miro directamente a los ojos, era mas que evidente que me estaba muriendo de los nervios, me da una pequeña sonrisa y asiento para después mirar hacia otra parte.—¿Segura?
—Sí, solo... Espero no tarden mucho. Ya vez, el cumpleaños de Liza.-Murmure y mire hacia la puerta del elevador, estaba completamente cerrada, veo mi reflejo en los espejos de este y puedo notar como mi rostro se había vuelto demasiado pálido.
— No esta mal tener miedo.
—No lo tengo.
— No te duelen las cosas, no te da miedo... ¿Perdiste tu miedo a los lugares cerrados?
No.
— Por supuesto.
Me estaba controlando, estaba intentando no pensar demasiado en ello hasta que a él se le ocurrió mencionarlo, sacudo mi cabeza intentando alejar los pensamientos que se estaban acumulando en ella y mire de nuevo hacía mi reflejo, si miraba a detalle podía notar como mis manos estaban temblando.
— Se fue la luz preciosa, en cualquier minuto se acomodara y saldremos.
— Esta bien no... ¿Preciosa?
El alza un poco las cejas y suelta un sonido pequeño como de risa.— ¿Qué?
— ¿Piensas que soy preciosa?-indague con una sonrisa divertida, sabía que a el le gustaba decirme así antes, supongo que solo salió de sus labios apenas hablo, sin embargo yo no podía dejar pasar esta oportunidad.— ¿Y bien...?
Me mira directamente a los ojos apenas pregunto eso, se acerca a mi y yo retrocedo un poco, sin embargo lo hace varias veces hasta que quedo pegada en la pared, el me dedica una sonrisa sin dejar de mirarme a los ojos, pone su mano en mi mejilla y siento como el nerviosismo que tenía hace unos instantes con las acciones que el estaba haciendo se duplicaban, doblegando todo lo que pudiera pasar por mi cabeza. Fue cuestión de segundos en los cuales yo comencé a preguntarme si lo que sentía por el jamás hubiera disminuido, si la química que conteníamos al inicio de todo ahora fuera más grande. Comencé a imaginar cada momento que pasamos juntos y eso solo lograba hacer que mi corazón latiera con más y más fuerza haciéndome pensar que las cosas en cualquier segundo se me podrían salir de las manos. Le evito la mirada, pensando ingenuamente que eso podría sacar de mi cabeza lo que estaba sintiendo, lo que estaba pasando, no era para menos el hecho de que el supiera como cambiar cada emoción de mi con un solo movimiento, con una sola oración, con la más pequeña acción. Había comenzado yo, jugando con fuego, olvidando por un instante que lo que podría llegar a hacer fuera quemarme.
— ¿Estas nerviosa?
Alzo una ceja conteniendo todo pensamiento que llegara a mi y sonrió con ironía.—¡Debería?
Lo estaba.
— No sé, puedo escuchar hasta aquí tu respiración entrecortándose, y puedo sentir como tu corazón esta latiendo tan rápido.
— Te estas equivocando.
Se acerca a mi rostro un poco y siento como nuestras se cruzan, miro sus labios y las ganas de besarlo se hacen tan grandes, tenía que pensar mejor, Ya no eramos aquellos adolescentes, ya no eramos los que iban a la sala de video juegos, ya no eramos novios. El era mi jefe.
No podía seguir mezclando las cosas...
Acerca un poco mas su rostro y me sonríe.— Si creo que eres preciosa.
Antes de que yo diga algo más el elevador parpadea y comienza a moverse de nuevo, Jace se separa de mi y ambos salimos de el apenas llego al primer piso.
Podía ser... ¿Que siguiera enamorada de el?