El durante el trayecto a una de las tiendas favoritas de Liza no paraba de hablar, yo seguía abrumada con los pensamientos que llegaron a mi al elevador, ¿En que momento había empezado a ponerme nerviosa su cercanía? Dudo si quiera que fuera normal la rapidez con la que paso o si quiera que fuera normal quererlo aún. Miro como el conducía atento al camino pero hablaba. — ¿Qué opinas?-dice y no puedo evitar ponerme nerviosa a su pregunta, me había perdido tanto en mis pensamientos que simplemente no le había prestado atención, analizo los temas de los cuales a estado hablando...— ¿Y bien? — Pues... Sigue hablando es interesante tu plática.-respondí y el me dio una mirada pequeña antes de hablar. — Pedí tu opinión de un tema.- era mala por no prestarle atención, lo sabía, era grosero.—

