—¡Deja de mentir! —le gritó Maxine, con tono exasperado, al ponerse en pie—. ¡Tú estabas junto a ella cuando lo mató! ¡Tú fuiste su cómplice y le ocultaste a todos la verdad, para poder follártela, para casarte con ella y para poder estar en la posición que ahora estás en la empresa! Lars sintió que volvió a chocar contra otro muro de concreto, por el impacto que las palabras de Maxine estaban teniendo en él. Podía soportar que ella lo odiara por haber sido un mal padrastro que la abandonó a su suerte cuando no era más que una niña indefensa; por haber sido un mal amigo que la olvidó a ella y que olvidó ese afecto genuino que decía tenerle; y podía soportar que lo odiara por las cosas terribles que hizo, incluso, por haberla hecho su amante y haberle sido infiel a Rosamund, pero no por es

