FBI

p r ó l o g o

Washington D.C

20 de marzo de 2018

10:00 a.m.

Palacio de la Corte Suprema de Justicia 

Caso Xavier Guzmán

Cody se remueve en su asiento y mira hacia el estrado. Sus ojos se encuentran con los ojos azul cristal de Zoe Spencer y mueve la cabeza en un asentimiento. Ella sabe que la joven rubia está nerviosa y temerosa, y que necesita de su apoyo en ese momento crucial. 

-Wexler, detén tu maldita pierna -le susurra Nick Swanson, su compañero, que está sentado a su lado. 

-Lo siento -responde y deja caer sus manos sobre sus rodillas sin desviar la mirada. Los ojos de Zoe tampoco se desvían mientras responde a lo que el fiscal le ha preguntado-. Verla ahí me pone nerviosa. 

-Te entiendo. 

-Solo quiero que esto acabe y que ella pueda vivir tranquila. 

-¿Incluso sabiendo que el programa la enviará lejos? 

Su pierna finalmente se detiene y Cody toma una fuerte respiración. No es noticia para ella, siendo agente del FBI, que todos los testigos serían enviados al programa de protección donde les darían nuevas identidades y los reubicarían en nuevas ciudades para que vivan sus nuevas vidas. Y, obviamente, sabía que Zoe formaría parte de ese grupo. Ella conocía el protocolo, pero eso no le impidió perderse en el brillante azul de su mirada, y tampoco impidió que las mariposas se revolvieran en su estómago al verla sonreír. Lo único que Cody quería era que estuviera a salvo, y estaba siendo plenamente consciente que a su lado no lo estaría. 

-Incluso sabiendo eso -responde Cody en un suspiro. 

.

-Tomaremos un descanso mientras el jurado delibera -la voz del Juez resuena en la sala seguido del golpe del mazo. 

Cody se levanta de su lugar y mira por encima de los hombros de las personas que también se han levantado para salir. Encuentra a Zoe y la ve acercarse. Cody se relaja y le regala una sonrisa tranquilizadora que sabe que funciona porque la rubia suspira. 

-¿Cómo te sientes? -le pregunta al encontrarse a medio camino. 

-Creí que vomitaría encima del fiscal. 

-Ven, te sacaré de aquí -Cody envuelve su mano en el codo de la chica y la escolta fuera de la sala- ¿Necesitas que te traiga algo? -Zoe niega- ¿Estás segura? 

-Solo quiero que te quedes a mi lado – susurra la rubia y se gira para mirar a los ojos azul acero de la agente del FBI. 

Cody sonríe y asiente. 

-Eso lo puedo hacer. 

-Genial -sonríe también-, porque realmente es lo único que necesito. 

La mano de Cody se desliza por el brazo de Zoe hasta que sus dedos se tocan, y la rubia suspira, pero es diferente al suspiro que soltó dentro de la sala. Cody lo sabe porque lo ha escuchado en otras ocasiones y ella misma ha suspirado de esa manera. Con anhelo y cariño por la mujer frente a ella. 

Zoe entrelaza sus dedos y la abraza, escondiendo su rostro en hueco del cuello de la agente. 

-Perdón por arruinar el momento, chicas -Zoe se separa al reconocer la voz de Nick, pero no suelta la mano de Cody y le sonríe al hombre trajeado -Solo les traía algo de beber de la máquina expendedora. 

Cody ve a su compañero con sus brazos acunando varias botellas de diferentes bebidas y marcas, y le sonríe divertida. 

-¿En serio, Nick? 

Él encoge un hombro y sonríe de esa manera infantil que lo hace lucir como un niño que acaba de ser atrapado en una travesura. 

-Solo quería asegurarme de tener todas las opciones -responde- ¿Entonces? Tenemos refrescos, bebidas energéticas y agua. 

-Tomaré una botella de agua, Nick -dice Zoe y estira la mano para atrapar la botella que lucha por no caer de los brazos del agente-. Gracias. 

-Buena elección, Zo. Creo que agité las otras bebidas mientras intentaba ordenarlas en mis brazos. 

-Gracias por avisar a tiempo, amigo -gruñe Cody-. Estuve a punto de tomar esa coca cola. 

-Aún puedes hacerlo, pero queda bajo tu responsabilidad -vuelve a encogerse de hombro.

-No pienso bañarme en azúcar y cafeína. 

-Bien -Nick se gira y deja todas las botellas y latas de bebidas sobre la silla de madera fuera de la sala, luego mira alrededor y las apunta-. Pueden tomarlas si quieren. 

Cuando nadie se acerca, Nick bufa algo sobre descortesía y agarra una lata de Dr. Pepper. Abre la lata de la orejita y un chorro de bebida va directo a su cara y se desliza de la lata hasta sus manos. 

-Eres un tonto -se burla Cody. 

Nick parpadea y acerca la lata a su boca graciosamente. Da un par de sorbos y suspira satisfecho. 

-Muy bueno -termina de un sorbo la bebida y deja caer la lata dentro del tacho de basura-. Ahora, si me disculpan, damas, iré a limpiarme la cara. 

Pasa junto a Zoe que intenta mantener la risa. 

-Ve rápido, el descanso está por acabar -le dice Cody. 

-Volveré tan rápido que ni notarán mi ausencia. 

Zoe se gira. 

-Oye, Nick. 

Él se detiene y gira. 

-¿Si? -pregunta. 

-Gracias. 

Nick da un breve asentimiento con esa característica sonrisa y luego gira para continuar su camino hacia el baño. Cody entendía a qué se refería Zoe, ella conocía muy bien a su compañero. Nick es de las personas que no puede quedarse de brazos cruzados cuando ve que alguien se siente triste, así que hace todo lo posible por sacarle una sonrisa, incluso si eso significa verse como un payaso. Aunque él ama hacer sus payasadas y Cody ya se ha acostumbrado tanto a eso que ya no le dice nada y solo le sigue el juego. 

La puerta de la sala se abre y ambas ven en esa dirección. El guardia les dice que ya pueden ingresar y Cody afianza la unión de sus manos y guía a la rubia al interior y hasta sus asientos. Permite que Zoe se deslice primero y deja el lugar vacío a su lado para Nick que aparece casi enseguida. 

Nick da un apretón en su hombro mientras escuchan al Juez dar inicio al veredicto final. Cody siente la mano de Zoe apretar la suya con tanta fuerza que teme le puedan romper los huesos, pero no va a soltarla. Ella ya había pasado por mucho y estaba tan asustada que lo único que Cody podía hacer era aceptar el dolor que infligía en su mano. 

Cuando fue hallado culpable por los dos primeros cargos con una sentencia de cadena perpetua en cada uno, Zoe aflojó poco a poco la mano de Cody y suspiró. Nuevamente, este suspiro sonaba diferente. Sonaba feliz y a libertad, y Cody amo ese sonido. 

-Por los cargos de extorsión a los testigos -leyó el Juez-. El acusado ha sido declarado culpable -revisó todo y asintió satisfecho-. Esos han sido todos los cargos por los que el señor Xavier Guzmán ha sido declarado culpable y tendrá una pena total de cinco cadenas perpetuas más treinta y cinco años. Mucho tiempo para reflexionar sobre sus acciones, señor Guzmán -el Juez deja caer el mazo y da por finalizada la sesión.

Zoe salta feliz y abraza a Cody con tanta fuerza, que la pequeña agente del FBI teme que ahora sus costillas estén en peligro de sufrir una lesión. Pero, nuevamente, no va a ser ella quien separe a la radiante rubia.

-Chicas, miren -Nick llama su atención y ambas miran en la dirección que él ha apuntado.

Zoe siente un escalofrío recorrer su cuerpo cuando sus ojos se tropiezan con la mirada oscura y peligrosa de Xavier Guzmán. Él está observando con detenida cautela a cada una de las personas que testificaron en su contra a lo largo de su juicio, y algo le dice que está imaginando en su cabeza las diversas y macabras formas de asesinarlo.

-Oye, tranquila -le susurra Cody, que ha sentido el malestar de Zoe atravesarla como una daga -. Él estará en prisión por lo que le resta de vida y no habrá forma de que se acerque a ti.

Ven a los guardias llevar a Guzmán fuera de la sala para su traslado a la prisión de máxima seguridad. Los grilletes en sus piernas resuenan y Cody frunce el ceño al ver su sonrisa. 

-Además toda su organización fue detenida en la redada y serán igualmente juzgados con la pena máxima gracias a sus testimonios.

-No todos -susurra Zoe.

Cody y Nick se dan una breve mirada y asienten.

-Por eso todos irán al programa de protección a testigos, especialmente tú -responde Nick. 

-Y no descansaré hasta que Joshua Guzmán esté en prisión junto a su padre y pague por todo lo que hizo.

-Soy la única testigo en su contra.

-Eres la pieza clave para su arresto cuando lo encontremos -asiente Nick-, y no pienses por un segundo que no haremos lo imposible. Al menos ella -señala a Cody con una sonrisa cariñosa-. Les daré unos minutos mientras reúno a los demás. Todo está listo para que inicien sus nuevas vidas. 

-Espero que hayas escogido un lindo nombre para mí. 

-¿Qué te parece Donatella? ¿O Dulcinea? 

-Debes estar bromeando -bufa Zoe.

-Entonces es un no. 

-Un no rotundo. 

-Veré que puedo hacer, entonces -responde Nick-. Ahora si me voy. 

Zoe ríe cuando lo ve dirigirse al grupo de cuatro personas que esperaban ansiosos iniciar su nueva vida dentro del programa de protección. Pero ella estaba menos que ansiosa al saber que se alejaría de la pequeña morena a su lado. 

-Yo estaba pensando en algo diferente -dice Cody, llamando su atención-Ya que  Zoe Spencer deberá desaparecer, Blair Hollis tomará su lugar.

-Ese nombre me gusta.

-Genial -responde Cody con una sonrisa.

-¿Qué pasa si no quiero irme?

-Sabes que debes hacerlo.

-¿Por qué crees que estaré más segura en algún lugar lejos de ti?

-Porque mientras estés lejos, y Joshua libre, tendré una enorme razón para atraparlo lo más pronto posible -responde Cody-. Y porque no quiero que algo te pase, estar con un agente te pondrá en la mirilla de los enemigos.

-Puedo soportar estar en la mirilla de los enemigos -susurra acercándose y entrelaza sus dedos con los de Cody-, lo que no puedo soportar es estar lejos de ti.

-No hagas de esto algo más difícil de lo que ya es, Zoe.

-Para mí también es difícil esto, Cody -responde la rubia y acaricia la mejilla de la agente con su mano libre -¿También es tan difícil para ti controlar tu respiración cuando estoy cerca, o impedir que tu corazón suba por tu garganta por lo muy rápido que palpita? -su dedo se desliza sobre el labio inferior de Cody y la escucha suspirar-¿Qué me dices de las inmensas ganas de besarte? Mi auto control se desmoronaba a cada segundo que pasaba bajo tu guardia.

-Zoe…

-No quiero irme lejos de ti, no puedo -solloza -. Te quie-

-No, Zoe -susurra-. No lo digas aún.

-¿Cuándo será el momento adecuado?

-Cuando haya atrapado a Joshua -responde-, y tú vida no esté en peligro. Entonces iré por ti y haré todo lo que me he prohibido hacer y diré todo lo que mi corazón grita por decir. 

-Cody… -suspira. 

-Por favor, Zoe –ruega en un susurro.

-Está bien -asiente.

-De acuerdo -susurra Cody y busca en los bolsillos de su chaqueta de vestir-. Ahora toma esto -desliza un sobre amarillo a la mano de Zoe.

-¿Qué es esto? -pregunta.

-Es tu nueva identidad -responde.

-Pero creí que Nick se encargaría de darme mis nuevos papeles.

-Y lo hará -asiente-. Pero es otra identidad que estará en la base de datos del programa. La que te acabo de dar es una identidad que no estará en ninguna base, así, si Joshua intenta encontrarte, no habrá manera de que lo haga antes que yo a él.

-¿Nick lo sabe?

-No -responde-, así que deberás aparentar que tomarás la identidad que él te dé.

-Pero el programa se asegura de colocar a cada testigo y verificar que no haya ningún problema o inconveniente ¿no?

-Si y yo seré quien verifique que todo esté bien contigo -responde-, así nadie se dará cuenta que no has tomado esa identidad. Yo solo quiero mantenerte a salvo, Zoe.

Cody la ve asentir y esconder el sobre que le ha dado dentro de su abrigo.

-¿Estarás cerca?

-No me verás, pero siempre estaré protegiéndote.

-Eso es suficiente para mí -responde-, solo trata de no tardar demasiado.

Cody le sonríe.

-No lo haré.