Redeem

Megan Webber Llega un momento en la vida que dices joder , ¿todo eso me ha pasado?. Te sorprende que hayas pasado por tanto y todavía estás con vida , luchando porque no te haga mierda. Siempre he dicho que si no te ríes de la vida , la vida se ríe de ti haciéndote pedazos ; por lo tanto no hay día en el que no me cuestione lo mismo. ¿Como llegué hasta aquí? Despacho al último cliente. Este día ha sido muy bueno para las propinas , todo ha estado tranquilo y no hay regaños ni amonestaciones por parte de mi jefe. Mis compañeros están igual , con una sonrisa de oreja a oreja. Tal vez sea porque casi es viernes y tenemos dos días libres después de mañana __ ¿Que harás esta noche? - pregunta Ben , es un buen tipo además de guapo pero no es mi estilo precisamente , es demasiado bueno y no puedo dañar alguien así. Le falta algo que no puede darme ni él ni ninguno de los que conozco. Aventura y ... __ Tengo planes - no miento , su cara se descompone desilusionado. Lo rechazo por tercera vez y aún sigue insistiendo. - Planes que no puedo cancelar Se remueve dejando su charola sobre la mesa sacando un papel que deja en la palma de mi mano. Lo miro esperando una explicación y se rasca la nuca con nervios __ Es algo que escribí para ti - dice enderezando la columna - Léelo y mañana me respondes __ Ben , yo no quiero que ... __ Solo léelo , es la última vez te lo aseguro - promete con la mirada suplicante y no le puedo decir que no a esos ojos de gatito atropellado. Lo meto en el bolsillo de mi pantalón y camino con mi bandeja para cambiarme de ropa. De lunes a viernes tengo la rutina en el restaurante de nueve a cinco de la tarde , la paga es muy buena pero no lo suficiente. Nunca ha sido suficiente para mí, no después de... Aparto los recuerdos de mi cabeza cuando esos ataques de añoranza llegan. No puedo extrañar a un tipo así cuando hizo lo que hizo. Camino hasta mi motocicleta a la que subo colocando mi casco , siempre me ha gustado la adrenalina que se siente al acelerar en un vehículo de dos llantas , más cuando siento libertad al deslizarse por el pavimento de las calles de Berlín. > Acelero con el nudo en la garganta no de tristeza sino de enojo , de rabia y de rencor. Es un maldito mentiroso que me mintió ¡Maldito! ¡Maldito él y sus hermanos!