bc

Canino y Felino

book_age16+
16
FOLLOW
1K
READ
student
no-couple
serious
brilliant
genius
nerd
multiverse
superpower
supernatural
like
intro-logo
Blurb

Carlos solo quiere una vida normal, proteger a su hermana Karen y mantener ocultas las habilidades sobrenaturales que los hacen diferentes. Pero cuando Karen, impulsiva y con poderes felinos, decide emular a su heroína de cómics y convertirse en una justiciera enmascarada, su mundo se desmorona. Un acto de heroísmo los expone, atrayendo la atención de una multitud, la policía y algo mucho más peligroso: una entidad oscura que ve en ellos no a héroes, sino a piezas en un juego milenario. Ahora, deberán aprender a controlar sus dones mientras luchan por sobrevivir en un México donde los dioses antiguos despiertan y los demonios caminan entre la gente. ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar por hacer el bien, cuando el precio puede ser su humanidad?

chap-preview
Free preview
Capítulo 1 “El salto”
El día 9 de mayo del 2021 en la ciudad de México se llevó a cabo una exposición de comics en un centro de convenciones cerca del zócalo de la ciudad de México, donde cientos de amantes de este género literario se reunieron para comprar o vender. Esta exposición fue por completo financiada por el estudio de animación “Algodón Estudios” creadora de una de las series más famosas del mundo “Minina Miau Miau” por tal motivo la entrada seria gratuita para aquellos que fueran disfrazados como algún personaje de esta serie, el disfraz más abúndate era el de la heroína llamada “La Minina” una chica con habilidades felinas que siempre vestía con un antifaz blanco, pantalón y sudadera de color n***o además de usar orejas y cola de gato de un viejo disfraz de Halloween, según su mitología. Entre todas estas personas se encontraban dos hermanos una chica y un chico. La chica llamada Karen iba disfrazada como la Minina con su respectivo vestuario, aunque por su alta estatura de unos 1.85 destacaba demasiado. El chico, iba vestido casualmente con un pantalón de mezclilla y una playera roja, ambos hermanos a pesar de sus notables diferencias, sobre todo en su estatura ya qué el chico era más bajo que su hermana, compartían una característica poco usual ya que eran mellizos, sus ojos tenían una heterocromia, sus ojos derechos eran de color verde y su ojos izquierdos era azules. El hermano cargaba consigo varias bolsas y unas cuantas cajas que Karen había comprado pues ella era una fan muy devota de esa serie. Pasearon alrededor de los puestos por lo menos unas 30 veces. Karen no planeaba irse pronto, ella era feliz, se sentía tan libre y es por ello, que, sin importar la multitud, sin importar el calor, ni siquiera los tediosos empujones, a su hermano no le importó estar ahí desde las 7 de la mañana y salir, tal vez, a las 9 o 10 de la noche, solo por ver a su hermana contenta. Dieron las 4 de la tarde cuando la chica sintió hambre, cosa que le hizo saber a su hermano. —te propongo salir a comer fuera— susurró el joven a su hermana, a pesar del escándalo Karen pudo escucharlo sin problema alguno —¡QUIERO PAVO! — gritó la chica acercándose lo más que pudo al oído de su hermano. El joven asintió y ambos se dirigieron a la salida —solo hay un lugar donde venden pavo y es pasando Bellas Artes— le comentó a su hermana aun con bajo volumen, ella aprobó la decisión subiendo el pulgar. Los dos salieron de la exposición donde aún se podía apreciar mucha gente vestida como la Minina, merodeaban el lugar. Karen se estiro lo más que pudo alzando las manos y respirando hondamente, el joven se agachó y bajo un momento su carga para poder acomodarla mejor. —espero que te estés divirtiendo— habló el chico mientras movía las bolsas —claro que sí Chopo—Chopo era el sobrenombre que Karen usaba para referirse a su hermano—es tan divertido, tanto que he tomado la decisión de no quitarme el disfraz— esta respuesta hizo que el joven se levantara enseguida mientras miraba a su hermana —solo bromeo— dio una sonrisilla nerviosa —que amargado eres— —lamento que…— el joven de nuevo se agachó—el mundo no esté preparado— los dos guardaron silencio y en cuanto terminó de acomodar mejor las cosas tomaron camino. Caminaron al menos unas 3 cuadras cuando notaron una aglomeración de gente frente a un edificio, todos miraban hacia arriba, la multitud era tal como en la convención, incluso habían invadido la calle sin importar que detuvieran el trafico —¿Por qué hay tanta gente? — cuestionó el joven —Chopo— habló Karen —las personas dicen, que alguien intenta saltar— respondió a su hermano y miro hacia arriba El joven alzó la mirada y ahí, a 200 metros, en la punta de una grúa en lo más alto del edificio, había una persona —es una mujer— dijo Carlos —ella no quiere saltar— de nueva cuenta comentó Karen a su hermano —ella está llorando y dice que no quiere morir sola— Carlos se puso nervioso pues él pudo ver que la mujer no estaba sola, había una sombra oscura detrás de ella —es un espíritu oscuro— le dijo a su hermana y de nueva cuenta se puso en marcha —¿A dónde vas? — cuestionó Karen —podríamos ayudarla— —“No resaltar”— pronuncio como si fuese una regla —no podemos, mas bien no debemos meternos— —¿es en serió? ¿A caso quieres otro incidente como en la tienda? Podemos salvarla— en ese momento se escucharon sirenas a lo lejos —escuchas eso, son sirenas, ellos se encar…— de repente la gente gritó, la chica había saltado, Chopo miro a su hermana y asintió, Karen sin esperar más tiempo dio un gran salto hasta llegar a la pared del edificio evitando a la multitud, escaló rápidamente, usaba sus uñas para aferrarse al vidrio y concreto dejando marcas por cada paso que daba, su velocidad era impresionante, en 2 segundos había alcanzado casi 100 metros, a esa altura alcanzó a la chica y en menos de una milésima de segundo dio un salto para interceptarla, el salto fue tal que llegó al techo del edificio al otro lado de la calle, ese acto heroico duro menos de 4 segundos, dejando a toda la multitud sorprendida por lo que habían visto, o al menos lo que creyeron ver, Chopo, sin soltar las cosas de su hermana, se escabulló, las personas hablaban frenéticamente por lo que habían visto. “que locura” se podía escuchar. “¿Eso era un gato?” otros se preguntaban. “Era muy veloz” dijeron. “¡MIREN DEJO MARCAS EN LA PARED!” uno gritó cuando se acercó lo suficiente al edificio, aunque no podía ver bien pues las marcas iniciaban a 4 metros de altura. Una vez a salvo en el techo del edificio de enfrente, Karen bajó a la mujer, sentándola en el piso, la revisó un poco, guardó silencio y escuchó los latidos, eran un poco irregulares, pero estaba segura que estaba bien. La joven s*****a estaba sorprendida por lo sucedido, no estaba en sí, estaba estupefacta por lo sucedido, llevo su mano derecha a su rostro para despejarlo de uno de sus rubios mechones, mientras llevaba su mano izquierda a su cuello sobándolo lentamente, Karen dio unos pasos lejos de la chica, intentaba irse, solo qué, pensó en que podría decirle algo, por desgracia estaba en blanco, de repente se le vino a la mente una frase de su heroína, volteó, le apuntó con el dedo de forma dramática —nunca pierdas las esperanzas, el camino podrá ser oscuro y solo, pero trata de brillar— la heroica chica dio media vuelta y pensando en sus palabras se dio cuenta que no tenía nada que ver con la situación, se había avergonzado, hizo un ademán de despedida y dijo cual sosa tartamuda —cu-cu-cu-cuídese ci-ci-ciu-ciudadano— salió corriendo, sin vacilar salto desde lo alto del edificio hasta un callejón, ahí mismo la estaba esperando su hermano quien rápidamente la cubrió con una sudadera, ocultando las orejas de gato con el gorro, se quitó el antifaz y enrolló la cola en su cintura que de igual forma quedo oculta con la sudadera. Los dos corrieron del callejón hacia la entrada del metro en la estación de Bellas artes y no dijeron nada, entraron al vagón y caminaron desde donde estaban hasta el último vagón, de forma ocasional se bajaban en estaciones para observar si no eran seguidos, de nuevo entraban al metro y caminaban hasta el vagón final, repitieron eso por lo menos en 20 estaciones, sin rumbo fijo, evitando por completo el centro, cuando por fin estuvieron seguros que nadie los seguía salieron de la estación indios verdes y tomaron transporte, Karen en todo momento tenía la cabeza agachada, oculta por la gorra de la sudadera, a pesar de que estaba feliz mantenía una máscara de seriedad, no quería ser regañada por su hermano. Quince minutos duro el viaje en la combi hasta su parada, donde enseguida subieron por un puente peatonal hacia el otro lado del camino. Caminaron 6 cuadras hasta una tienda de conveniencia y doblaron hacia la derecha, empezaron a caminar cuesta arriba en una empinada tan vertical que con solo inclinarte un poco hacia delante y estirar la mano podrías tocar el piso. Los hermanos caminaron por esa inclinada calle por 300 metros, sin cansarse ni sudar, sin si quiera perder el ritmo de sus pasos, llegaron hasta su hogar, una casa de 2 pisos, era por completo cuadrada sin distinción, no tenía molduras ni color, era por completo grisácea, la casa eran solo 2 rectángulos grises uno encima del otro, con apenas unas cuantas ventanas y la puerta. Tenía un patio delimitado por una cerca de madera pintada de color blanco. Además de todo eso, era la única casa en los alrededores, sin vecinos, ni siquiera los cables de la luz pública llegaban hasta ahí, si continuabas derecho por el camino encontrarías una malla de metal que evitaba el paso por completo, medía casi 3 metros, esto significaba el fin de la calle, había una triangular señal de gran tamaño y rojizo color, con la leyenda “Cuidado con el barranco” pues a unos escasos metros al otro lado de la malla se podía ver la pendiente de 100 metros de altura. Por todas estas descripciones la casa fue conocida por varios años como “La casa del barranco” un lugar que no fue originalmente creada para ser habitada, más bien solo era una escultura, creada por un padre atormentado por la tragedia. Una escultura que significó, alguna vez, esperanza, la esperanza de que el hombre volvería a encontrar a su hija. Fernando, el padre de Karen y Chopo, compró el terreno y la casa, la arregló y remodeló lo mejor que pudo, incluso reforzó los cimientos para que sus hijos vivieran sin inconvenientes. Una vez dentro de la casa, Chopo se dirigió a la sala, dejó las bolsas y cajas en la mesilla que usaban algunas veces para desayunar. Se sentó en uno de los 3 sillones y dio un largo suspiro —esto fue un error— dijo esperando que Karen lo escuchara, ella seguía en la entrada —¡ESO FUE UNA LOCURA! — gritó la chica, alertando a Chopo. —¡NO! — vociferó con firmeza, levantándose del sillón de forma brusca dirigiéndose hacia su hermana —esto no fue por diversión, esto fue un error, un tremendo error— —salvamos a alguien— —nos expusimos, por alguien que de todas formas va a morir, tu sabes que ese espíritu oscuro no se detendrá hasta que mate a la chica…— —pero la salvamos— —“No resalten”— Chopo de nuevo pronuncio —es lo que dijo Fernando— —sí, pero papá también dijo que no fuéramos a la escuela y de todas maneras fuimos— —oh, entonces ¿ese es el punto? Ya rompimos las reglas una vez, qué de raro seria que las volvamos a romper—el joven estaba furioso —no lo entiendes, no es por las reglas que nos impuso de forma arbitraria, es por mera protección, ¿no te das cuenta? Por tu fantástica anatomía, si saben que existes, querrán experimentar, te llevaran lejos y ni siquiera Fernando te podrá salvar— —es que, es que, no quería dejarla morir— Karen empezó a llorar, ocultaba con sus manos la mayor parte de su cara —de que sirve…— moqueó —estos dones, de qué sirve la agilidad, la resistencia— mientras más hablaba apretaba los dientes en señal de ira, mientras alejaba sus manos para mirarlos mejor, los cerro en puño y los puso por encima de su cabeza —de que sirve la velocidad y de que sirve esta maldita fuerza— en eso, Karen aventó un golpe en dirección a la puerta, Chopo intento interponerse entre la puerta y el furioso puñetazo sin medir consecuencias, fue arrojado hasta el otro lado de la calle, pasando por todo el jardín, por encima de la cerca de madera, Karen rápidamente fue hacia donde estaba su hermano, gritando su nombre, asustada, miro como el joven, acostado en la puerta de metal abollada, contemplaba el cielo. El muchacho no presentaba heridas, ni siquiera se veía confundido o aturdido, solo estaba echado a cuerpo estirado mirando las nubes. —en momentos así—habló el joven —me alegra no tener vecinos— —Carlos, perdón, no era mi intención…— intentó disculparse la chica, solo que guardó silencio cuando su hermano levantó su mano —tranquila, no te culpo, entiendo lo que sientes, no eres la única que siente que sus habilidades no son bien aprovechadas, sabes— Chopo se levantó de la puerta —no me he quitado de la mente lo que paso en la tienda la semana pasada— cargó la puerta de metal sin problema alguno y regresó a la casa, su hermana lo siguió —he repasado toda la semana lo que pude haber hecho para salvar a Natali y a Paulo— —¿Sabes sus nombres? — cuestionó Karen —no podría olvidarlos, pude haberle quitado la pistola sin ningún problema, no le hubiera dado tiempo a accionar el arma y si de alguna forma disparara, no me habría hecho daño— Chopo acostó la puerta en el patio y con varios golpes pudo enderezarla —te diré qué— tomó aire y dio un largo suspiro —iremos, de noche y con máscaras en todo momento, pero no golpearas a nadie o los mandaras al hospital— Karen no creía lo que su hermano decía, jamás pensó que lo convencería —ahora ve por el taladro y mi caja de herramientas, debo reparar la puerta, otra vez— la chica sin tardanza, entró a la casa y trajo lo que le fue encomendado, lo que quedo de la tarde Carlos arregló la puerta y Karen preparo algo de comer. Ella esperaba ansiosamente la llegada del anochecer.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

La Esclava Del Lobo Alfa

read
11.3K
bc

Príncipe Reagan

read
19.8K
bc

El regreso de la Luna perdida

read
7.5K
bc

La alfa Danna, reina de los lobos sin humanidad y los lobos desterrados

read
82.4K
bc

SENTENCIA DE LUNA

read
2.5K
bc

El llamado de la bestia: ¿Mi luna es una humana?

read
10.0K
bc

El Rey Alfa es mi segunda oportunidad como compañero

read
155.0K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook