Imbécil

1488 Words
Mientras espero a que su camisa este lista, tomo el portátil que compartimos Christian y yo en el apartamento cuando olvidamos el nuestro, me siento en una de las silla de la barra del desayuno mientras lo observo hablar por teléfono. Me conecto con Adán quien me informa lo que tengo en la agenda para ese día. Mi asistente me recuerda que mis padres estarán en la ciudad en dos días. - ¿Qué piensa sobre el proyecto? – escucho su voz lo que hace que levante la cabeza para observarlo. - No es algo que me incumba – miento volviendo la mirada a la pantalla – pero al parecer usted solo quiere poner a prueba este consorcio. – no lo observo por que leo lo que Adán me escribió. - Así que por eso me tiro el café encima – dice y yo me encojo de hombros sin molestarme en verlo. - No sé de qué habla – estoy escribiendo cuando veo como se cierra el portátil de golpe. - Es de mala educación no ver a la persona que le está hablando – dice y parece molesto de que lo ignore. - Mire señor Sancler – digo poniéndome de pie para enfrentarlo – me importa muy poco lo que piense, no me interesa hablar con usted y créame cuando le digo que en este momento me gustaría estar rodeada de serpientes venenosas que estar aquí con usted – sin más me alejo de él, por la verdad es que su cercanía comienza a afectarme. - Señorita – dice Deisy apareciendo a lo que le doy gracias y más al ver que tiene la camisa en sus manos completamente limpia – ya está lista la camisa. Se la entrega a Kilian quien comienza a vestirse sin dejar de observarme, yo ruedo los ojos y tomo mi celular para avisarle a Christian que ya casi subimos. - Gracias Deisy – digo caminando al ascensor que sirve como puerta del apartamento - Muchas gracias – dice Kilian viniendo tras de mí. Entramos al ascensor y yo presiono el botón del último piso. - ¿no contesto mi pregunta? - ¿Por qué le importa tanto mi opinión? – me vuelvo a verlo cruzándome de brazos - Por que termine con un vaso de café sobre una de mis camisas favoritas – responde sonriendo de medio lado lo que deja perpleja por un instante. Necesito salir de aquí lo más pronto posible ya que comienza hacer mucho calor dentro de esta maldita caja. - Solo soy una asistente, procuro solo saber lo necesario – respondo y justo en ese momento se abren las puertas. Salgo casi corriendo y me encuentro de frente con Christian que me observa con reproche y un tenemos que hablar. - Ya que todo se solucionó, podemos pasar a la sala de juntas – dice Christian, pero cuando comienzo a caminar Kilian hace detener con sus palabras. - No del todo – dice y yo me vuelvo a verlo atravesándolo con la mirada – la señorita... - Brown, Jenefer Brown – digo a regañadientes. - Jenefer, no me ha pedido disculpas – dice burlón. Será imbécil. Me vuelvo a ver a Christian en busca de ayuda, pero él se encoje de hombros como diciendo, "tu solita te lo buscaste" respiro profundamente y con una sonrisa cínica digo. - Lo siento – sin más reanudo mi camino a la sala de juntas donde unos instantes después entran ellos y el asistente de Kilian. Una vez todos nos sentamos, él se queda observándome y luego desvía la mirada a la puerta. - ¿la arquitecta? - A ella no le gustan estas reuniones, por lo que el señor Kepler se hace cargo por completo – digo lo que siempre decimos en las reuniones al ver la ausencia de la "arquitecta" aunque en realidad soy yo. – el señor Kepler es ingeniero, así que está en la capacidad de hacerse cargo de estos temas, además de que es el dueño del consorcio. - Bueno, comencemos – dice sin apartar sus ojos de mi - ¿Cuál es la duda? – me vuelvo a ver a Christian y él asiente sutilmente. - El proyecto que usted nos está ofreciendo no es especialidad de esta empresa, - comienza hablar Christian mientras yo tomo notas – nuestra arquitecta es especialista en vías y túneles, por lo que es en lo que la empresa se enfoca, además de construcciones más grandes pero rurales, trabajamos directamente con el estado de este y otros países, por lo que usted nos propone, está fuera de nuestro alcance. - ¿es el dinero? – pregunta, pero es más para mí que para Christian. – puedo pagarles lo mismo o más que el estado les paga por cualquier proyecto. - No es el dinero, simplemente no es en lo que nos especializamos – responde Christian y sonrió orgullosa. - ¿o no están en la capacidad de realizar un proyecto de tal magnitud? – mi sonrisa se borra de golpe al escucharlo y veo que él me observa con superioridad – mi familia es una de las más importantes en el comercio de piedras preciosas. Diamantes, zafiros, esmeraldas... - dice como si fuéramos idiotas – el proyecto del que quiero que se hagan cargo, no es solo para construir un edificio, es para crear una inmensa fortaleza. Si elegí este consorcio es porque ustedes tienen todo lo que necesito para este proyecto. – Christian mueve su dedo índice con nuestra señal secreta para preguntarme algo. – tienen una constructora, con muy buena reputación, una empresa de seguridad, como también un área de diseño de interiores. Lo que dice me halaga porque si es verdad, hemos tratado de complementar todos nuestros negocios para ajustarnos a las necesidades de nuestros clientes. Pero no creo ser capaz de trabajar con él, pero por otro lado es una muy buena oportunidad. Como Kilian lo dijo, su familia es muy reconocida e influyente, tener su apellido relacionado a uno de nuestros proyectos es muy bueno para que crecer aún más como empresa. Así que dejando de lado lo que sucedió hace un rato, pongo mi mano sobre la mesa y con mi pluma doy tres golpecitos a la mesa lo que hace sonreír a Christian. - Acepto – dice Christian y yo suspiro junto a él. – vamos a estudiar el proyecto y realizar el acuerdo, podemos concretar una cita dentro de... - se vuelve a verme y yo observo nuestra agenda. - Tres días – digo resignada - Para que usted y sus abogados revisen el acuerdo, luego procedemos a firmarlo – dice Christian dando por terminada la reunión. - Así será – responde Kilian dándole la mano, luego posa su mirada en mí, pero lo ignoro y camino hasta la puerta – hasta el viernes – me susurra cuando pasa por mi lado, pero yo decido ignorarlo. Los acompañamos hasta el ascensor y una vez allí, el pasa junto a mi rosando su mano con la mía mientras entra al ascensor. – por cierto, escucharla hablar ruso es todo un placer, Даже если я думаю, что я мудак (aunque crea que soy un imbécil) – dice justo cuando se cierran las puertas dejándome con la boca abierta al darme cuenta que habla ruso. ¡maldición! Camino hasta mi oficina donde al entrar veo que Christian se encuentra allí. Suspiro porque se lo que viene, pero lo entiendo yo misma me lo busque. - ¿Qué fue lo que sucedió? – pregunta mientras me siento en mi silla - Ya te lo dije, es un imbécil – respondo como si nada, pero él me conoce por lo que enarca una ceja – está bien – le cuento lo que sucedió en el ascensor y él ríe al escucharme. - Qué raro que no se puso como un ogro – dice el pensativo entregándome la carpeta del proyecto. - ¿raro? ¿Por qué? - Había escuchado que tiene un carácter muy fuerte, además su asistente me conto que ha hecho despedir a muchas personas por menos de lo que hiciste – me cuenta y yo me encojo de hombros. - Lo dicho, un imbécil que se cree un Dios – digo revisando la carpeta - ¿Qué habrías hecho, si te lo hubiera pedido? - Rechazar de inmediato el proyecto – responde como si nada - Por cierto, él cree que tú y yo somos amantes – digo y él ríe – ahora vete que debo trabajar, mis Louboutin no se pagan solos. - ¿quieres que te ayude? – pregunta poniéndose de pie para venir hasta mí. - No, concéntrate en el proyecto que tenemos en argentina – respondo elevando la mirada para observarlo ya que esta tras de mí. Se agacha un poco para besar mi frente. - Te quiero – dice y yo sonrió - Y yo a ti.  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD