Capítulo ocho: antes de la boda.
Caleb Harrison
3 de enero.
Padre apareció en el laboratorio con una enorme sonrisa, ahora entiendo el comportamiento extraño y errático de mi hermano; la sonrisa que adorna sus labios no me da nada de confianza, un escalofrío recorre la espina dorsal y se clava en el centro de mi pecho provocando que el corazón late desenfrenado. Nada bueno sucede cuando este hombre tiene aquella expresión amable y demasiado alegre en el rostro, solo son malas noticias, para mí y mis hermanos; los cuales parecen haberme tendido una trampa, han lanzado mi culo sin protección hacia mi padre.
— ¿Qué te trae por este lugar? La última vez que te vi por acá, dijiste que nunca volverías a colocar un pie en el infierno—cuestiono, alejando pocos segundos la mirada del informe, l
