—Es mucho dinero, no sería prudente molestarte con eso.
—Nada de eso Christian. Quiero ayudarte.
Había tomado una decisión que nunca pensé en tomar, de tal manera como si la verdadera Melania se hubiera esfumado y hubiese quedado esta versión que cedía a todo lo que el necesitara.
—Christian, te daré el dinero que necesites, somos pareja, además, me va muy bien en el trabajo —con mi respuesta se sonreía de una manera encantadora.
—¿Estas segura? Estoy hablando de mucho dinero como te mencione.
—Lo estoy, solo dime la cifra, hare todo lo que esté a mi alcance, vamos. Tengo automóviles, ahorros, descuida.
—¿Y qué usaras para transportarte si decides vender tus autos?
—No te preocupes, los autos de Franco están a mi disposición mientras me recupero.
Christian me indico la cifra
