Ese año al igual que los anteriores fue mágico recibí diversidad de contratos para diferentes marcas, asi como también fui imagen para diversas revistas, conllevando con esto a que estuviera en el número uno de las publicidades.
Con todo ese resultado me sentía afortunada por mi desempeño, sin embargo, un vacío crecía en mí, uno que no comprendía a que podía deberse dado que había logrado realizar mis sueños. Sin dejarme sacudir por ello seguía adelante, sabía que el detenerme no era opción.
Los días que usaba para mantener mi vida personal solían en ocasiones convertirse en una oleada de personas queriendo fotografiarse conmigo. Diría que me sentía como una estrella reconocida en la industria del modelaje, posición que había forjado en todos estos años.
A pesar de la dicha que me
