Querido jefe

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—Mejor aún, mientras más jóvenes seamos hay mucha más posibilidades de estar en eso, además mi belleza les gusto

—Pero no sabes que pasara cuando estés allá. ¿Has pensado quien cuidara de ti? Todavía eres joven para encargarte de ti misma

—Soy mayor a ti por un año, no puedo perder esta oportunidad quiero ser modelo, aparte, se cuidarme sola.

Aunque le explicaba mis motivos, ella seguía regañándome, tal cual como si fuese mi hermana mayor.

—Melania, estas siendo tan terca como siempre, se te olvida que planeamos estudiar juntas en la universidad—lo decía porque pensábamos estudiar publicidad o cualquier otra profesión en vista de que soy buena para los números

—Ya me había hecho la idea de estudiar juntas en cualquier oficio que nos guste

—Clara, nunca podría ir a la universidad, mis padres no tienen un futuro estable para mí y no saben qué hacer con respecto a eso, les hago un favor créeme.

Mientras hablábamos pasábamos por la zona céntrica de Estrasburgo que tanto me gusta frecuentar, esa que a pesar de la distancia que tiene con mi domicilio suelo visitar a menudo.

Ese día quise recorrerla estando en compañía de Clara procurando que la caminata me ayudara a pensar. Sabía que esta idea era descabellada, pero debía llevarla a cabo.

—Si te tranquiliza no diré nada, pero ya no te veré, ¿cómo haré para saber de ti? quiero volver a verte antes de que te vayas Melania, a pesar de que somos muy opuestas eres mi única amiga

—Tú también lo eres para mí y descuida me voy en dos días, los cuales me quedare en tu casa, no en la mía, de lo contrario mis padres no sospecharan, como no te conocen que piensen y hagan lo que quieran

—No es buena idea Melania, será peor, te buscaran al no saber dónde estás y con ello no podrás salir del país porque te reportaran como desaparecida

—¡Rayos! no pensé en eso, quizás tengas razón. Siendo asi no me quedara de otra que estar en casa hasta que llegue el día de marcharme, sin embargo, pasare el mayor tiempo contigo.