ANKARA, TURQUIA.
No pudo quedarse en Esmirna.
Fue curioso como la ciudad que aparentaba ser un escape, la asfixió en cuestión de segundos. Fue al hotel, dio vueltas y vueltas, con el corazón hecho pedazos sintiéndose la más estúpida, entre las estúpidas. Tanto tiempo echando en falta su familia, sus amigas, y todo resultó rechazarla de la misma manera que la propia Turk, pero al menos y aunque no quería hacerlo, ellos tenían un pretexto para odiarla.
Gamze y Aysun, no.
Siempre fue una buena persona y sobre todo sincera. Dio sinceridad y esperaba al menos recibir la mitad de lo mismo, pero eso era imposible, pues si no fueron sinceras ahora, tampoco lo fueron al inicio. Terminó llorando, con los ojos fijos en la hermosa Izmir sintiéndose apuñalada. Ni siquiera las palabras de cualquie
