Esa última línea la hizo reflexionar sobre lo que hablaba.
—Por eso tu…
—No tendré un hijo contigo, Aksoy. No es lo que quieres y no es lo que quiero. Dialogaremos como adultos las formas de evitarlo y yo tomaré mi responsabilidad. Siempre he sido un hombre muy simple que toma lo que quiere y lo expone. Ambos tenemos sexo y lo disfrutamos, puede seguir así tanto como la pasión duré. Cuando se acabé para mi o para ti, terminará y volveremos ser los mismos que al inicio, desconocidos que se tienen desdén, que apenas compartieron mesa un par de veces a pesar de estar casados y que, a aun con ese lazo, la comida sabia amarga cada vez que ocurría. Eso va a repetirse tarde o temprano, porque la lujuria no es duradera y al suceder, tu entenderás porque me empeñé tanto en casarme con Aygul.
El
