—Divorciarse—completó Arabelle.
—Exactamente.
—Hay quienes tienen sus dudas al respecto.
—¿De verdad? —el comentario le pareció interesante a Arabelle.
—Es lo que algunas mujeres cometan. Hay quienes aseguran que nunca le habían visto más molesto que cuando hubo una dispuesta con ella en medio. ¿Un hombre que ama puede tolerar ver a su mujer arder en el fuego del Olum? Eso es espantoso. Más allá del fuego, están los gritos. Todo el mundo tiene pesadillas con los ruidos que escapan del Ölum una vez que lo presencian. Yo soy del pensar que realmente nunca hubo nada entre ellos. Ya sabe lo que se decía al principio.
—Eso no es cierto—interrumpió otra.
—¿Qué cosa no es cierto?
—Lo que se decía al principio. Los rumores de que ni siquiera habían consumado eran falsos. Todo el mund
