ESTAMBUL, TURQUIA.
No confiabas en mí.
Eso fue lo que resonó en su cabeza mientras observaba hacia un punto fijo en la pared. Estaba molesto, lleno de rabia y desdén, pero en el fondo no pudo replicar nada al respecto. Una vez que ella levantó el arma, ni siquiera dudó que podía disparar a alguien más. Su mente automáticamente lo llevó a pensar que le dispararía a él.
Fue traición, la traición de subconsciente.
"Cuando las raíces están corruptas, el árbol nunca dará frutos sanos."
Es una Aksoy—dijo una voz en su cabeza como si ese apellido fuera sinónimo de traición, de todo lo malo del mundo. Con un nudo en el estómago, recordó la sensación de la bala entrando a su cuerpo. No era la primera vez que le disparaban, pero por alguna razón pudo decir que era la más dolorosa. Llevaba do
