—Una muy tierna—opinó alguien. —Una muy tierna—aceptó la Kralice—, pero también inquieta. El bebé fue tomado por su nana y sacado del lugar cuando comenzó a mostrarse inquieto. Posiblemente tenía hambre. Antes de entregarlo en brazos, Elif depositó un beso en su tierna mejilla y se despidió, para posteriormente borrar la expresión relajada. Aunque el bebe fue una enorme distracción, la verdad fue que…el malestar no la abandonó. —Mis hijos fueron bebes muy sanos—dijo Celik—. Aygul fue una niña muy saludable, mucho más que su hermano varón. Ya saben que siempre ha destacado por su prudencia e inteligencia. Allah le de salud. —Inshallah. —Por cierto ¿Dónde está ahora? —preguntó Arabelle refiriéndose a Aygul. Isel volteó hacia ella y con toda la amabilidad del mundo, respondió dando

