—Nima—dijo Fassali en tono de advertencia. —No nos quedaremos—anunció—. Que preparen los autos. Hizo una señal a sus hombres. Iban a irse en ese mismo momento. Elif sintió que la situación se le estaba yendo de las manos. Poco podía hacer con la ausencia de su marido y aunque buscaría de cualquier manera mantener el trato las siguientes palabras de Nima la llevaron al suelo, pero a la vez le encendieron la sangre. —Dígale al Güven que no habrá fecha. No cerraré la posibilidad de negociar con él en unos años cuando la situación que les embarga esté de lo más esclarecida. Puede buscarme cuando llegue ese… —Usted también conozca su lugar Ferhadi—repuso esta vez de forma mucho más agresiva cuando escuchó que tendría que ser Ruzgar quien le suplicara por su atención. El hombre se acerc

