—Vete, Johannes — susurró Even, los ojos azul pálido me miraron un momento antes de sonreír y dejar un ligero beso en el cuello de Even. Las lágrimas de nuevo lucharon por salir, las tragué con esfuerzo mientras miraba la oscuridad que rodeaba aquel lugar y a nosotros. —Te esperaré dentro, no tardes mucho — la voz suave y seductora del chico atrajo de nuevo mi atención a ellos, caminó un par de pasos hasta pasar a mi lado, golpeó mi hombro con el suyo disimuladamente. —Será mejor que te vayas rápido — murmuró entre dientes para que solo yo pudiera oírlo, luego el sonido de la puerta al abrirse y cerrarse, de nuevo silencio. Quise gritar cuando Even levantó mi barbilla con una mano para mirarlo, una sonrisa simpática recorrió su rostro, deseé golpearlo y decirle que era un idiota, p

