Isak caminó lentamente por el pasillo de la tienda, sus ojos oscuros se posaron por un momento en la alta figura de Even quien tenía una pequeña sonrisa sin humor sobre sus labios sonrojados, luego miró lentamente mi propia figura un poco temblorosa. —Tu madre me pidió que te llevara a casa, dijo que hace tiempo que no la visitas, Johannes. Nos espera para cenar. ¿En cuánto tiempo saldrás de este lugar? — preguntó Isak, su voz sonó pesada, su tono un poco molesto. Me mordí el labio con fuerza, sentí el sabor de la sangre contra mi lengua, tragué despacio. No quería que Isak malinterpretara esa situación, aunque en realidad sabía que estaba siendo un maldito estúpido, hacia solo un momento estaba besando los labios de Even y ahora quería que Isak simplemente no pensara nada malo. ¿Qué dia

