El Chico De Mis Sueños (COMPLETADA)

Un Mal Sueño

Apenas podía abrir los ojos, me sentía mareada, no sabia en donde me encontrada, solo recordaba haber visto una figura entrando al salón y esos hermosos ojos grises, antes de que me desmayara, definitivamente hoy no tendría que haberme levantado de mi cama.

10 Horas Antes

Estaba ahí parada como una estatua, como es posible que una sola mirada me dejara congelada, trague con dificultad, estaba apunto de articular una palabra cuando la directora hablo.

-Señorita Walter, no se supone que debería estar en clase- dijo sin mas, sacándome del transe en el cual me hallaba metida, voltee a mirarla, para así ver la expresión de sorpresa que tenía al encontrarme aquí.

- Si, Señorita Thomson, es solo que he llegado tarde a la clase de la señorita Smith y me ha dicho que viniera con usted, pero si esta ocupada en estos momento, puedo esperar afuera, yo no tengo ningún problema.

- Para nada señorita Walter , ven toma asiento, ya estaba a punto de acabar con el joven Williams. Solo tengo una pregunta ¿Por qué llegaste tarde a la clases de la señorita Smith?

Estaba paralizada no sabia que contestar, que tantas cosas le había dicho aquel joven a la señorita Thomson, me arme de valor y con la poca fuerza que tenía le dije.

- Antes de que el timbre sonara- traje saliva, respire profundamente y me acomode en la silla- choque con el joven Williams y por accidente tire algunas cosas, y le derrame el café que traía encima- dije lo ultimo con rapidez y solté todo el aire que estaba reteniendo, la mirada que me dirigían era un tanto de sorpresa y de reproche .

Quede paralizada después de haber soltado todo aquello, estaba en la silla con una posición rígida, la mirada baja y los puños apretados, mi corazón latía a mil por hora y sentía que en cualquier momento se iba a salir de mi pecho. No me atrevía a mirar a ninguna de las dos personas que estaban en aquella oficina, me sentía nerviosa y, un tanto apenada.

-Señorita Walter- levante lentamente mi cabeza hasta poder ver a la señorita Thomson a la cara, me estaba mordiendo el labio por dentro, para disimular un poco lo nerviosa que me encontraba en estos momentos, comencé a sentir calor que recorría todo mi cuerpo y las palmas de las manos me comenzaban a sudar, esto era todo seria mi final.

- Por lo que tengo entendido y por lo que usted me ha contado, todo esto a sido un pequeño accidenté, pero no crea que se esta librando del castigo por llegar tarde a la clase de la señorita Blanca- sin creer lo que estaba escuchando, voltee a ver al chico que estaba a mi lado, este parecía enojado, que era realmente lo que me estaba perdiendo, tan solo asentí con la cabeza y esperaba pacientemente mi castigo.

- Muy bien señorita Walter, su castigo será....

Genial, ahora me encontraba mostrándole las instalaciones del instituto al joven Williams, llevábamos recorrido medio instituto, sin habernos dirigido una palabra mas de las necesarias y siendo sincera eso estaba bien para mí.

Ahora que lo notaba no llevaba la misma ropa de hace unos minutos atrás, se había cambiado, por una camisa blanca, que hacia resaltar su torso bien trabajado, un pantalón de mezclilla, que no le quedaba nada mal y unos tenis blanco.

Continuamos el recorrido, hasta que sonó el timbre que daba por terminada la primera hora de clase, así que lo deje frente al despacho de la directora y me dirigí a mi siguiente clase, no quería llegar tarde así que apresure mis pasos, pues tenia que llegar al último piso del enorme edificio.

Mientras subía las escaleras, observé que ahí estaba Emma, en el pasillo buscándome, así que tratando de no ser golpeada, ni empujada, esquivaba a la gente que iba bajando. Al llegar al último escalón observé como el profesor de literatura pasaba a mi lado. Así sin más me acerque a Emma y tome su mano, empezamos a correr por el pasillo esquivando a unos cuentos alumnos parar llegar al salón del fondo.

- Por poco y las dejo fuera señoritas - dijo el profesor Daniel con una sonrisa, se hizo a un lado para dejarnos pasar. Tomamos asiento en nuestro lugar correspondiente y comenzó la clase.

- Oye Ally- voltee mi cabeza para mirarla

- ¿Qué pasa?- volví a mis apuntes y la vista a lo que estaba apuntando el profesor

- ¡¿Cómo?! - grito mi amiga, atrayendo así la atención de mis compañeros y la del profesor. Agacho la cabeza en forma de disculpa- Perdón- susurro, la clase continuo como si nada hubiera pasado, pero Emma comenzó a enviarme notas.

- ¡¿Cómo?!, aun no te enteras

- No, Emma aun no me enterado de...

- Ally como no vas ha saber si desde la primera hora se anda hablando de el

- Te recuerdo que yo no estuve el la primera hora, estaba en la dirección

- Bueno deja te cuento, resulta que...- en eso escucho un carraspeo y al dirigir la mirada enfrente ahí estaba la mirada furiosa del profesor, mis compañeros voltearon a ver la escena que se estaba armando, me sentía tan incomoda, pues nunca me había gustado ser el centro de atención.

- Señorita Walter, que es lo que le parece más interesante que mi clase, si se puede saber, "claro"- lo último lo dijo con tanto sarcasmo que sentía que si no decía nada me iba ir reportada nuevamente a la dirección.

-No es nada profesor- en el momento en que le profesor Daniel estaba apunto de decirme algo, la puerta se abrió y, por ella paso la Señorita Thomson.

- Señor Cooper, ocurre algo con la Alumna Walter

- No, no ocurre nada Señorita Thomson, solo estaba preguntándole algo

- Bueno en ese caso...- el profesor se dirigió al frente del salón y se paro ha un lado de la directora.

- Chicos les quiero presentar a un nuevo alumno que estará con nosotros estás últimas semanas del curso.

En ese momento entro, el chico que de los ojos grises, su mirada se dirijo directamente a mi, parecía sorprendido, seguramente se sentía lo mismo que yo, pero de repente en su cara se posos una mueca de disgusto. En ese momento sentí un codazo y voltee la mirada, vaya parece que Emma se a enamorado, estaba sonriendo como el gato sonriente de Alicia en el país de las maravillas, estaba emocionada.

- Ally mira, ese es el chico del que todos hablaban- me susurro, pues la directora seguía hablando de que integráramos al nuevo compañero - Esta buenísimo y, ya viste esos ojos, son una maravilla- decía mi amiga mientras se derretía en nuestro lugar de trabajo.

- Oye, te traigo un babero, estas empapando el escritorio- sonreí, tras recibir la furiosa mirada de mi amiga.

- Pero es que míralo Ally, parece un Dios Griego, además tu también estarías babeando por el, sino fuera porque tienes novio- Estaba de acuerdo con ella pero no al cien porciento, es guapo lo admito, pero no era para tanto, solo era uno más del montón de idiotas que se creen superiores por traer a la chicas babeando por ellos.

Después de que la directora se marchara, el profesor le indico al joven Williams donde podría sentarse y para mi mala suerte el profesor decidió pasar a Emma tres asientos adelante de mí y , sentar al nuevo a mi lado, "este día no podría ser mejor", nótese aquí el sarcasmo, mi día continuo de los mas común, corriendo de un salón a otro, hasta que por fin llego la hora del descanso.

Me encontraba con Emma caminando por los pasillos, llevaba todo el camino hablando de Williams, ya que al parecer había flechado a mi amiga con solo una mirada, ella decía que estaba completamente enamorada y yo le creía pues parecía estar volando por las nubes y, no quitaba la sonrisa de boba de su cara, realmente me sentía muy feliz por ella.

- Pero que suerte tienes, ¡enserio Ally! , sabes cuanto daría por estar sentada a lado de aquel bombón - rodé los ojos.

- Jajajaja, mírate Emma Rodríguez, la chica que decía que nunca se iba a enamorar, enamorada de un chico que acaba de conocer.

- Ally de casualidad conoces que es el amor a primera vista

- No creo que no conozco ese termino- moví mi cabeza en forma de negación y Emma paro en seco, volteándome a ver.

- Jajajaja, por favor, si tu estabas casi igual que yo, cuando conociste a Mark, te brillaban los ojos y no parabas de ponerte colorada cada que el te saludaba, es mas estabas peor que yo, así que no me vengas que no sabes que es el amor a primera vista- Emma tenía razón cuando conocí a Mark parecía una niña chiquita, que estaba enamorada del niño que le dejo un beso en la mejilla.

- Ves, de tan solo recordarlo te pones colorada, jajaja- Ni siquiera me di cuenta en que momento me había puesto roja- pareces un tomate.

- Ya Emma estaba bien, si - comencé ha abanicarme, para que se me bajara un poco el color.

- Mejor vamos a refrescarte la cara, que así parece que te esta dando un golpe de calor- Estábamos por retomar nuestro camino hacia los baños cuando una figura se cruzo en nuestro camino.

- Miren a quien tenemos aquí, Allison Walter

- ¿Qué quieres Sara?- dije con la menor empatía posible

-Supongo que ya sabes del chico nuevo, ¿No?

- Si, ¿por?- cruce mis brazos y la mire directo a los ojos, ella movió su cabello y regalándome un falsa sonrisa se acerco a mi lo mas que pudo y susurro.

- Solo es para que tengas cuidado de donde pisas, ya te deje ganar una vez y créeme que el mismo error no lo cometo dos veces, si y, mira no es una amenaza solo es una pequeña advertencia, ok, solo mantente alegada de el.

Sara se fue contorneando sus caderas, como me caía mal esa pelirroja, se creía superior solo porque su padre es uno de los principales contribuyentes que apoyaban a la institución. Ahora estaba colorada pero por el enojo, quien se creía esa tipa para tratarme así, con los puños apretados y llamas saliendo de mis ojos , comencé a caminar hacia ella, definitivamente no tendría que haberse metido conmigo.

- ¡Ally!, no lo hagas- gritaba Emma mientras intentaba alcanzarme- ¡Es lo que ella quiere!- Emma tomo mi mano pero me zafe de su agarre- ¡Mark!, por favor has algo, la va a matar- Sentí como alguien me tomaba e intentaba zafarme de su agarre

- ¡Mark, suéltame, por favor!

- ¡Oye!, tranquila fiera- espera esa no era voz de Mark, quien rayos me había parado, así que gire sobre mis talones y ahí estábamos los dos cara a cara

- Suéltame, por favor- lo mire a esos ojos grises, mientras trataba de calmarme y controlaba mi respiración

- No, te soltaré hasta que estas completamente calmada, así que respira, sí- solo asentí con la cabeza y conforme me iba calmando, el iba aflojando su agarre- Bien, ya estas completamente tranquila.

Asentí con la cabeza- Gracias- dije en un susurro, el solo asintió con la cabeza y soltó por completo su agarre. Comenzó a caminar y desapareció por el pasillo, en eso llego Emma y Mark.

- Oye, amor ¿estás bien?- asentí con la cabeza

- Sí, solo fue un pequeño impulso, nada mas, no tienen porque preocuparse

- Ally estas segura- mire ahora a Emma

- Si, tranquila, todo esta bien, no hay porque preocuparse

Comencé a caminar, sentía las miradas de asombro de Mark y Emma, pero no quería darle tanta importancia, llegamos a la cafetería y buscamos un lugar donde sentarnos.

- Ally, amor, segura de que todo esta bien- decía mi novio con una mirada de preocupación.

- Si, cariño, solo fue un pequeño impulso, por lo que me dijo, nada de que preocuparse- dije mirándolo con ojos comprensivos y regalándole una sonrisa

- Vaya, Ally, no se que hubiera pasado si Williams no te hubiera detenido, estas decidida a matar a Sara, pero dinos que fue lo que te dijo Sara

- Nada importante, solo quería provocarme y creo que cumplió su cometido, lastima que no conto con que me alguien me detuviera.

Minutos después llegaron los compañeros de Mark y una que otra porrista, nos pasamos los últimos minutos hablando de cosas sin sentido y del próximo partido que tendría el equipo de americano.

Sonó el timbre que daba a entender que el descanso se había terminado, retomando así las clases, el día continuo como cualquier otro, hasta que llego la ahora de salida, estaba guardando mis cosas, mientras mis compañeros abandonaban el salón, tarde un poco más de lo normal, camine hacia ala puerta, e intente abrirla, pero esta no cedía, genial me había quedado encerrada, comencé a buscar mi teléfono pero no lo encontraba, así que recordé que no lo traía conmigo, volteé a ver si había alguien por los pasillo y ahí estaba la persona a la que mas odio.

- ¡Sara déjame salir!- grite, pero a ella parecía darle lo mismo

- ¡Te lo advertí Walter!- grito Sara mostrando una sonrisa agito un par de llaves mirándome fijamente, de donde rayos había sacado las laves, con una sonrisa de victoria comenzó a alegarse, mientras yo comenzaba a entrar en pánico

- ¡Sara por favor déjame salir!- intentaba girar el pomo pero este seguía trabado, así que comencé a golpear la puerta, talvez el intendente me escucharía .

Llevaba encerrada más de dos horas y al parecer no había nadie, no tenía mi teléfono y me encontraba sola, todas mis opciones de salir de ese lugar se habían ido una por una, no podía salir por la ventana ya que estaba en la parte superior del salón, aparte del diminuto tamaño que tenían, no podía comunicarme con nadie por medio de señas, puesto que todavía se visualiza la luz del día, así que no valdría la pena prender las luces, pues nadie lo notaria.

Las horas pasaban y yo seguía aquí encerrada, hace tiempo atrás la luz del sol desapareció y callo la oscuridad, comenzaba atener frío, hambre, sed y sobre todo miedo, la iluminación que me brindaban los focos del salón ya no eran suficiente. Comencé a entrar un ataque de pánico, ya no sabia que hacer, porque nadie se había dado cuenta de que no estaba, lagrimas caían por mis ojos de la desesperación y la impotencia que sentía en esos momento, me acomode en un rincón junto a la puerta esperando que todo esto fuera solo un mal sueño.

Ya no estaba consciente de lo que estaba pasando a mi alrededor, creía que mi imaginación me estaba jugando una mala pasada.

- ¡Tía Molly!- escuche gritar a alguien- ¡Esta aquí!, ¡Esta cerrada con llave!- lo escuche maldecir y como se alegaba gritando - ¡Tía Molly, las llaves!

Lo último que recuerdo es ver como el pomo se movía con insistencia, como una figura entraba y me tomaba en brazos.

- Tranquila, si, todo estará bien- me dijo con un suave voz, levante un poco la mirada y lo último que vi fueron esos hermosos ojos grises, antes que todo a mi alrededor se volviera oscuridad.