Los dos estábamos en un juego de seducción, teníamos planes juntos e individuales pero jamás imaginé que pasaríamos al plano íntimo. Alexander me besaba, no le importaba que Abigail estuviera en medio, él simplemente se aprovechaba de mis labios mientras que una mano traviesa apretó mi trasero. -Hijo aquí traigo… ¡Lo siento mucho!- El padre de Alexander había ingresado, traía en sus manos más documentos, tuvo que ver como su hijo me devoraba. -Debí tocar.- mencionó Alexander y yo nos retiramos, yo trataba de limpiar sus labios, el rojo era intenso. -No pasa nada papá, ¿traes los acuerdos?- -Si aquí están todos.- -Los revisaré.- mencionó y volvió a sentarse en su escritorio, mis mejillas estaba rojas igual que mi cuerpo supongo, solo me quedó observar la ciudad.- -Quiero carg

