Capítulo: Cuando las Notas se escuchan El cielo se teñía de tonos anaranjados mientras el sol comenzaba a despedirse. El sonido suave y constante de las olas acompañaba el eco de un dolor profundo, silencioso… uno que ardía más que nunca. Marina, descalza, sentía la arena fría bajo sus pies mientras caminaba hacia la recepción. Su uniforme aún fresco, su sonrisa ensayada… pero su alma pesaba. Llevaba semanas sobreviviendo en automático, escondiendo el incendio que consumía su pecho desde aquel día. Tres semanas. Tres semanas desde que su mundo se rompió en mil pedazos. Tres semanas de silencio, de preguntas sin respuesta. De tratar de ignorar el dolor. Y hoy… hoy ese dolor explotaría. En la recepción del Hotel donde trabajaba su madre y estaba ahora trabajando ella ,paso lo impensabl

