La cena estuvo maravillosa, no hay forma de no reír cuando están constantemente siendo inmaduros y locos. Miré en la cocina estaban Emilio y Niza abrazados ella le estaba acariciando el pelo mientras él le decía algo. Mis amigas y yo nos sentamos en el jardín en una hamaca enorme mientras veíamos a mis los más pequeños correr como locos en compañía de Valentina, Lucrecia y Ellis. Unos minutos más tarde era una pijamada oficial, Jana y sus hermanos se unieron a la fiesta así como Olimpia la cual se apuró tanto que dejó la maleta. —¿July no te vas a quedar?—preguntó Emilio mientras Alonso le bloqueaba el paso a la puerta. —No, Cash no está y ahora ellos tampoco. —Sonrió. —Bye. —Yo estoy, mamá. —Puedes dormir conmigo, pero no te levantes a orinar. Alonso y Emilio siguieron bloqueándo