Capítulo 51. Por fin se entienden muchos ¿Por qué? Al día siguiente… Vicenzo llegó al café diez minutos antes de la hora acordada. Se sentó en una mesa junto a la ventana y cruzó los brazos, observando a la gente pasar mientras esperaba. A las diez en punto, Adriano apareció. Llevaba el ceño fruncido, como si hubiera pasado la noche entera debatiéndose sobre su decisión. Se sentó frente a Vicenzo sin siquiera saludar. -- Voy a decirte todo lo que sé – le dijo sin rodeos, Vicenzo lo miró sin mostrar ninguna reacción, estaba esperando que Adriano saliera con algún truco y cuando continúo hablando Vicenzo sonrió. -- Pero con una condición – -- No estás en posición de poner condiciones Adriano – le advierte y hace un ademán de querer levantarse. Adriano no le hizo caso, sabia que espera

