Capítulo 12. ¿Celos por partida doble? Maia sonrío llena de burla, Vicenzo su esposo era un completo descarado, no solo era un hombre casado, sino que había invitado a su Dama de Compañía a la reunión, y había llegado con quien dice será su futura esposa… Maia que pensó en aquello quiso darle una lección. -- ¿Ah, no señor Farelli? – lo miró fingiendo asombro. -- No sabía que eso era parte del trato. Porque no recuerdo haber leído esa cláusula en nuestro acuerdo – Vicenzo la estrechó contra su cuerpo con posesión. -- Yo no comparto lo que es mío, Maia. Debes aprender a entenderlo – el corazón de Maia latió con fuerza al oírlo, esa premisa era una broma para ella, pero decidió fingir indiferencia. -- Si querías bailar, podías haberlo pedido de otra forma – le susurró Maia cuando Vice

