Capítulo 25. No piensan hacer nada.
Ella se estremeció al escuchar la intensidad en su voz, de pronto Vicenzo detuvo el auto en seco, el cuerpo de Maia se fue hacia adelante. Gracias al cinturón quedó frenada en el aire, ese movimiento no le vino bien. Ella trataba de enfocar su mirada, pero no podía, incluso ya no sabia muy bien porque había decidido beber.
-- ¡No puedes decidir por mí! – dijo, sin saber si eso era lo que quería responder.
-- ¿Y tú puedes decidir ignorarme? Te olvidas de que trabajas para mi – Maia se quedó sin palabras, era verdad que ella trabajaba para él, pero no recordaba que hubiera algún evento ese día… Él la miró con una mezcla de frustración y enojo.
-- Llevas una semana evitándome. ¿Qué demonios crees que estás haciendo? – susurró con los puños haciendo pres
