Elena se soltó bruscamente del agarre de Christopher y le de una bofetada que lo toma desprevenido, él pone la mano sobre su mejilla.
—Señor, no le permito que me haga este tipo de proposiciones, ¿Quién se cree? ¿Es por que es mi jefe? ¿acaso está es la manera en la que debo pagarle por haberme dado trabajo? —ella dice completamente indignada.
—¿Qué es lo que te molesta Elena?
—Que piense que soy una mujer fácil y por eso me trate así.
—Es que eso es lo que sucede Elena, no eres así, no eres fácil. Pero eres perfecta para lo que me gusta.
—Creo que eso es todo, por hoy es todo… Agradezca que no me voy del trabajo, que no puedo renunciar, porque usted perdería a una persona demasiado eficiente y yo no tendría con que sostener los gastos de mi casa —ella dice, mostrando indignación y sale de allí luego de tomar sus cosas.
Él suelta una gran sonrisa, a pesar de todo, ella no le había sido tan indiferente, porque el beso se lo había correspondido sin ningún problema.
Elena llega hasta su casa, su corazón estaba completamente agitado, aún sentía en sus labios el sabor del beso que él le había dado. Y es que aún no podía coordinar completamente lo que había escuchado, sus palabras… era tan cínico, y no solo eso, era tan egocéntrico, era lo suficientemente atractivo como para que alguien lo rechazara de esa manera.
Elena miro las opciones que tenía. No mentía cuanto le dijo a Christopher que ella no podía quedarse sin ese sustento.
Y es que a pesar del poco tiempo que llegaba trabajando allí, el pago era demasiado a comparación del bar en donde ella trabajaba.
Ella se recostó en su cama, la propuesta del simplemente le daba vueltas. No obstante, no era algo que debiera considerar, lo adecuado a entregarse a la persona que ella quería, y quería lograr que Patrick por fin se le declarara y que él fuera el primer hombre en su vida.
Elena llegó hasta la universidad, miró para todo lado, y sí sabía que se lo iba a encontrar, lo único que no quería era tener una conversación un poco fuera del lugar de nuevo con él.
Ella se ubicó en su silla y cuando giró su rostro, Patrick se había hecho al lado suyo. Ella sonrío tontamente, tenía al lado su amigo y enamorado desde siempre.
—Fui al bar en donde trabajabas y no te encontré. —Bueno, «tampoco es que fuera tan cercano» pensó Elena.
—Sí, hace un par de semanas cambié de trabajo. Pero ¿ fuiste a buscarme por algo en especial? —ella preguntó mordiendo el interior de su mejilla.
—Llevamos muchos días sin hablar, entre tu trabajo, mi trabajo y las cosas de la universidad, no hemos tenido tiempo para disfrutar un poco. En realidad quería invitarte a salir —él dice con un tono coqueto.
Ella da pequeños saltos internos, lo que había estado esperando por fin se estaba cumpliendo.
Antes de que ella pudiera responder, escucharon un carraspeo y allí giraron su rostro y estaba su querido profesor. Christopher tenía cara de pocos amigos, puso con fuerza su portafolio sobre el escritorio y luego se cruzó de brazos mientras que la mirada iba directo a los ojos de Elena.
—Lamento la tardanza, tuve un asunto importante que atender. Empezaremos con el examen que habíamos pactado —él dice con prepotencia—. Les recomiendo mantener la distancia, no está bien visto las relaciones entre estudiantes.
Abre sus ojos Elena, en la forma en la que él repite esas palabras mirándolo a ellos dos.
Él comienza a repartir algunas hojas, cuando está enfrente de Elena le da una mala mirada a Patrick.
Las siguientes dos horas, los estudiantes tuvieron que responder el examen que él había hecho, y como siempre lo suficientemente difícil para que ninguno pudiera pasar. Él recostado en el escritorio con sus brazos cruzados, tenía su rostro tenso, no podía disimular un poco la incomodidad que le provocaba ver a Patrick cerca de Elena.
Y es que, le daba igual si ella estaba enamorado o no, pero como iba a rechazarlo de esa manera a él, pero aceptar la salida con un muchacho tan inmaduro como lo era Patrick.
El tiempo se acabó, y las personas fueron llevándole la hoja a Cristopher excepto ella, cuando Elena se acercó a él lo hizo con Patrick.
—Señorita Taylor, por favor necesito que se quede unos cuantos segundos, revisé su plan de trabajo y necesita unas mejoras. —ella levantó sus cejas y le hace una que otra seña de que no entendía nada.
—Pero usted me dijo que no era necesario hacer ninguna mejora —ella intenta seguirle el juego. Christopher eleva una sonrisa.
—Pues me entendió mal, definitivamente hay mucho que mejorar y si usted desea puede brindarle la asesoría. Si usted no quiere quedarse está en todo su derecho, pero le garantizo que tampoco moveré un solo dedo para ayudarla al final.
—Si quieres te espero afuera, no hay ningún problema para mí.
—Sí, es mejor que espere afuera —respondió Cristopher.
Patrick le dió una sonrisa cálida a ella y luego salió, Elena se cruzó los brazos pidiéndole una explicación al idiota de su profesor.
—¿De qué se trata todo esto?
—De que mi propuesta sigue en pie. —Ella levantó sus cejas y negó con su cabeza.
—No entiendo a qué viene esto, fui clara con usted desde el principio. No pienso aceptar ninguna de sus propuestas. Ni hoy ni nunca.
—No deberías decir nunca, porque los dos sabemos que tarde o temprano vas a aceptar.
—Pues no lo creo, en realidad no creo que yo vaya a caer de esa manera con usted. Profesor le voy a pedir algo, no utilice su poder aquí en contra de mí. Porque perfectamente podría poner una queja en dirección.
—Selena tú y yo sabemos que eso no va a suceder, hagamos algo bueno quiero hacerte cambiar de parecer… acepta una salida conmigo esta noche. Te llevaré hasta un lugar para que veas que no es nada malo lo que quiero hacerte. ¿Qué dices?
—Si acepto ir con usted a ese lugar, me garantiza que si le digo que no, no seguirá insistiendo.
—Así es, solo quiero mostrar todo lo que puedes ganar aceptando mi propuesta.
—Está bien, iré con usted. Únicamente porque estoy agotada de que haga sus insinuaciones sin sentido.