¿Poder de convencimiento?

1015 Words
Elena lo miró, intentaba controlar esas emociones que esa declaración le había causado y es que, no podía negar que él era guapo, que era imponente y eso de algún modo le gustaba. —Pues lamento decirle que no soy ese tipo de mujer y no espero tener una relación de ese tipo, si acepte su trabajo fue únicamente para poder suplir con mis gastos, no creí que usted tuviera otro tipo de intenciones —ella dice sonando evidentemente molesta. —Estoy seguro que si es ese tipo de mujer… —ella pone su rostro completamente sello totalmente indignada por lo que acaba de escuchar—. El tipo de mujer que le encanta disfrutar de una buena noche de placer. —Usted es un sinvergüenza. —No, no lo soy. La sociedad está acostumbrada a tratar con hombres que camuflan todo, que nunca dicen las cosas de frente como son, eso es lo peor, porque después la decepción es mucho mayor. Quieren que los hombres las llenen de flores y esos son peores, porque ellos van detrás de lo mismo, pero las llenan de ilusiones. —Veo que le duele pensar que hay hombres que si saben tratar y conquistar y que no van detrás de cualquier cosa que no sea cama. —Elena soy sincero, usted es hermosa, es sensual y me gusta para eso. Tampoco la contraté para esas cosas que usted asume, la contraté por ayudarla, por tenderle una mano, eso no quita que ahora las cosas sean distintas. Mire únicamente le estoy contando lo que usted provoca en mí porque es inevitable no sentir atracción por una mujer como usted, que desprende seducción con cada movimiento que hace con cada palabra que sale de su boca. —Lamento mucho decepcionarlo, yo creo que no voy a poder seguir en esto, amo lo que hago, pero no voy a tolerar estas proposiciones sin sentido. —Cristopher baja su mirada y sonríe. —¿Qué es lo que le molesta? que le esté diciendo claramente cuáles son mis intenciones o que posiblemente yo estoy despertando algo similar en usted y por eso le da miedo. —Por supuesto que lo que me molesta es la primera opción lo siento, pero no no voy a caer en su juego de una relación clandestina con su secretaria. —él niega con su cabeza. —No me interesa tener una relación clandestina con mi secretaria, en realidad lo único que me interesa es poder dar, disfrutar en todo el sentido de la palabra, que usted sienta placer con cada cosa que yo haga. Acaso me va a negar que no tiene curiosidad, estaba espiando entre mis cosas y encontró uno de mis juguetes. Ella soltó las esposas dejándolas caer. Su rostro se puso muy rojo. —No tenía curiosidad, solo estaba guardando unas cosas… y lo vi, no tenía idea que usted manejaba esa clase de juguetes. —Puedo notar como su cuerpo se puso con lo que le dije y sus labios están entreabiertos, tal vez deseando que los míos la tomen. —No se crea tan importante, no me interesa saber usted qué hace con esto o como besa. —Me he dado cuenta cómo me mira y no es necesario que yo le guste, si hay atracción física todo puede suceder… es cuestión de disfrutar. —¿Qué le hace pensar que yo quiero tener sexo con usted? —Porque no solo es sexo, es la manera en la que puede explorar como su cuerpo siente placer, yo tengo la capacidad de hacerlo… —Él caminó hasta donde ella y se puso detrás. Elena cierra sus ojos al sentir la respiración de Christopher muy cerca y se pone completamente nerviosa… nunca había tenido la cercanía de un hombre de esta manera, nunca había tenido una proposición de este tipo , de una declaración tan inesperada y eso no sabía exactamente cómo hacerla sentir. —No me interesa. —Solo quiero que lo pienses… tu placer sería mi prioridad. Me imagino que con los demás que has estado, te has dado cuenta que muchas veces el hombre es egoísta y solo piensa en su placer— conmigo no sucederá eso, todo dependerá cómo te sientas y de lo que sientas… dejarás en el pasado todos esas malas relaciones porque quedarán como malas relaciones, mientras que solo querrás que yo te tome una y otra vez… solo dame una oportunidad para mostrarte que tengo la capacidad de hacer mucho más que los anteriores que estuvieron contigo. —Lo siento, pero no voy a aceptar su proposición, no me interesa tener placer como bien lo dice, estoy bien así… adicional no me interesa tener sexo de esa manera ni con usted, ni con nadie. —Él la gira sosteniendo la del brazo haciendo que queden muy cerca el uno del otro. —Hasta donde sé no tienes novio ¿que te impide poder aceptar mi propuesta? —Que no soy lo que usted piensa —ella responde con seguridad—. Para mí eso que usted llama sexo, es mucho más que eso, para mí es importante estar enamorado si no no sirve de nada, no pienso aceptar su propuesta porque cuando yo le entregué mi cuerpo a alguien es porque esté completamente enamorada. Christopher abrió sus ojos, tragó saliva con fuerza y luego la acercó más a él… pero como lo sospechaba ella no le era indiferente o si no ya se hubiera quitado de encima, de la garra de los brazos de él. —¿Nunca has estado con alguien? —Sí, soy virgen y no me siento mal por serlo porque estoy esperando el hombre adecuado. Y claramente no es usted. —Por qué no me dejas demostrar que ese concepto de virginidad es solo un concepto del pasado y que puedes disfrutar del equivocado mientras llega el indicado y no sucede nada malo con eso. Solo dame una oportunidad. Él la atrae un poco más y luego la besa… después de haberlo deseado por tantos días, la besa con gran intensidad.
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