Capitulo 1

1417 Words
Había estado tumbado boca arriba, jadeando. Sheri (¿o era Cheryl?) tenía de nuevo mi polla marchita en la boca, chupando los restos de la increíble sesión de sexo que acabábamos de terminar hacía solo unos minutos. Habíamos tenido nuestra primera vez juntos: mi cita habitual de viernes por la noche con una mujer atractiva. Me encantaban las chicas que follaban en la primera cita, pero quizá lo presentí cuando la invité a salir. Sheri era una de las mujeres atractivas que conocí en un club de Boston. Lo primero que me llamó la atención fue que su cuerpo parecía sacado de la edición de trajes de baño de Sports Illustrated, sin el traje de baño, o mejor aún, de una vieja revista Playboy. Nunca me fijo en las medidas, pero sí noté la etiqueta de su vestido al ponérselo: talla 8. Era relativamente delgada, pero tenía un físico imponente, con un trasero digno de ser inmortalizado en una exclusiva galería de arte. Además, besaba como un ángel y había demostrado que probablemente podría chupar una pelota de baloncesto con la manguera del jardín. Sheri tenía un coño excitante y era inusualmente orgásmica. Le había dado tres orgasmos orales antes de empezar a follar. Le gustaba mi estilo de sexo oral y sabía al mejor néctar del universo. Sus aromas sexuales eran increíbles y seductores, atrayéndome con cada molécula. Además, generaba abundante lubricante, así que nos deslizamos juntos como si fuera un destino celestial para sentirnos fabulosos. Había alargado nuestra cogida haciendo cosas increíbles con sus espasmos y controlando su coño. Mi amigo Rob me había explicado que un coño chasqueante podía hacer precisamente eso, e incluso chupar el semen desde lo más profundo de tu cuerpo. No estaba seguro de haber tenido jamás un orgasmo tan intenso como el que Sheri me provocó. Casi me desmayo, posiblemente por la falta de oxígeno, pues no quería respirar por miedo a perderme algo, alguna sensación, alguna emoción. La única palabra que pude pensar fue "¡Guau!" Sheri se quedó hasta el domingo. La mayor parte del tiempo lo pasábamos follando. Éramos insaciables. Me encantaban las citas que se convertían en fines de semana enteros. También tenía un buen promedio de aciertos para encontrar chicas que se quedaran. Por eso, dejé de reservar citas los sábados por la noche. Si me encontraba solo, siempre sabía a qué clubes ir. * * * * * La ventana de mi oficina daba al Boston Commons. Trabajaba largas jornadas de lunes a jueves. Los viernes solía salir del trabajo justo a las cinco para mi cita del día, a veces incluso antes si había planeado algo especial con ella. Por suerte, Taylor Reeves, mi asistente de evaluación, cumplía con mis horarios. Era excelente y, además, sensible a mis estados de ánimo. Siempre me miraba fijamente a primera hora del lunes, como si me preguntara cómo me había ido el fin de semana. Creo que he sido bastante transparente, pero rara vez cuento nada sobre lo ocurrido. Mi respuesta a menudo ha sido poner los ojos en blanco, asentir con la cabeza o una sonrisa lasciva. De alguna manera, Taylor sabe que rara vez salgo con la misma chica dos veces al mes, e incluso ese límite de tiempo arbitrario se estaba convirtiendo en algo así como cada dos o tres meses. Había tantas mujeres hermosas que conocer y no quería atarte. * * * * * El fin de semana después de Sheri, tuve el exuberante cuerpo desnudo de Margo tendido en la otomana acolchada de la sala de estar de mi apartamento de soltero en Back Bay. Elegí el mueble porque tenía el largo, el ancho y la altura perfectos para un masaje, y podía limpiar fácilmente los aceites de masaje u otros líquidos que emanaban de la superficie de cuero sintético con un limpiador doméstico normal. Había trabajado la espalda y las extremidades de Margo mientras yacía desnuda y despatarrada, pero entonces se dio la vuelta y me reveló las cualidades que solo había vislumbrado unos minutos antes, cuando se desnudó y se tumbó para recibir un auténtico masaje Josh Bailey. Supongo que le había convencido de que podía hacer algo genial por ella en una simple cita de viernes, una cita que esperaba que durara todo el fin de semana. Conocí a Margo en una página de citas y parecía que nos gustaban nuestros perfiles. Mantuve mi perfil impecable. Tuvimos cibersexo el martes anterior por la noche, después de que ambos admitiéramos que estábamos excitadísimos. Terminamos hablando por Skype. Le aseguré que la experiencia real era mucho mejor y que daba masajes dignos de mención. Había calentado un poco más de aceite en mis manos y luego, lentamente, rodeé los generosos pechos de Margo, masajeándolos mientras sentía cómo sus pezones se excitaban y se expandían hasta alcanzar puntos rígidos de pasión y excitación s****l. Apliqué el aceite desde el norte de su monte de Venus, sin concentrarme todavía en su sexo ni en la parte delantera de sus piernas. Sentí que la respiración de Margo se hacía más profunda y noté sus ojos cerrados, aunque había atenuado todas las luces de mi sala y había puesto jazz suave y lento. Todo iba bien y su excitación parecía aumentar. Al oler el aire, percibí sus feromonas sexuales y supe que la encontraba muy mojada cuando finalmente me acerqué a sus labios. Me moví y acaricié los pies de Margo, uno a la vez, acariciando cada dedo, y luego todo el pie y los tobillos, las pantorrillas y finalmente las piernas hasta unos quince centímetros de su coño. Mientras amasaba sus fuertes cuádriceps, ella gimió suavemente, y sentí que tal vez acababa de tener su primer orgasmo de la noche. Sonreí para mis adentros porque realmente disfrutaba ser portador de ese tipo de placer femenino. Luego me adentré en lo que podría llamarse la "Zona Cero": su zona s****l, solo que no me limité a tocarla con los dedos. Trabajé lentamente para masajear su torso y piernas, dejando que mis manos acariciaran todo su muslo y sus labios mayores, mientras le extendía aún más aceite. Noté que sus labios se hinchaban rápidamente. Hacían juego con mi pene. Margo tenía unos labios vaginales grandes que al principio ignoré e incluso evité tocar. Gimió de nuevo y vi cómo flexionaba los brazos, como si quisiera tomar mi mano y conducirme hacia su sexo. Empujé la mano errante de nuevo a su posición. Este era mi masaje y mi seducción. Tras unos minutos de rodear su sexo y acariciarle de nuevo todo el cuerpo, volví a su sexo y le pasé dos dedos por la raja. Estaba empapada. Ese simple movimiento resultó ser el equivalente a sacarse el dedo de un pene. Sus fluidos casi brotaron de su cuerpo y corrieron por su pene, por su ano y luego por la otomana. Me alegré de haberla excitado tanto. Mis dedos pronto encontraron su clítoris, pero no antes de haberle metido dos dentro. Margo se corrió con más intensidad, emitiendo un fuerte gemido al sentir el placer. Tuvo que llevar las piernas hacia el pecho por la intensidad. Mi boca siguió a mis dedos hasta su hendidura, mi lengua lamiendo su sexo con énfasis en las terminaciones nerviosas de su punto de placer. Tras unos minutos de hacer el amor en esa zona, ella tuvo otro orgasmo, con todo su cuerpo encabritado y luego relajándose de nuevo en la otomana. Margo gimió y abrió las piernas. - ¡Ven y fóllame! ¡Hazme el amor, AHORA!- Insistió bastante, y yo jamás decepcionaría a una mujer con una petición así. Sus piernas se abrieron de par en par, y yo estuve entre ellas al instante. Margo se quedó todo el fin de semana. * * * * * Taylor me recibió con su habitual sonrisa y curiosidad el lunes por la mañana. Estaba completamente agotado, y sabía que Margo estaba en la misma situación. Taylor preguntó. - ¿Buen fin de semana?- Sonreí y asentí. Mi sonrisa fue mi respuesta. Le pregunté: -¿Y tú? ¿Tienes alguna cita interesante?- Me miró con cara de ¿Estás bromeando?.-Yo no. Nada de citas. No me van las citas. Además, ¿quién saldría conmigo?- Señaló su cuerpo, bastante sencillo, y su forma de vestir. Ni siquiera estaba seguro de qué figura tenía bajo las múltiples capas de ropa que siempre usaba, incluso en verano. Se subió las gafas gruesas por la nariz y se alejó.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD