ZOE Esa noche, el cansancio me pesaba más que la bolsa de mi conciencia. Nikolai no me habia hablado en todo el día, pero había sus hombres no se habían movido de lugar. Estaba cumpliendo su promesa de no dejar a mi hermano desamparado. — Señora Foster, el señor Foster nos pidió que la escoltaramos a su casa. Hemos revisado toda el área y es seguro. —Estaba mirando a mi hermano, que seguía sin reaccionar, a travé de la ventana. Sabía que estaba seguro con la vigilancia que Lai le había puesto, sin embargo, eso no quitaba ese sabor amargo que me había estado acompañando durante todo el día. No debí haberme acostado con él. . . Pero en el fondo era imposible arrepentirme por completo. Odiaba que ese hombre fuera un dios en la cama, y sobre todo odiaba que estuviera viendo por mí porque e

