Congelada

1519 Words
Elie continuaba con sus días normales, pero su madre le hizo una petición, que mas que eso era una orden, arreglar antes de la fiesta el fin de semana hablar con Damián, solucionar el problema que había entre ellos. Básicamente tendría que ir a buscar a Damián, pedirle una disculpa, aun que ella sabía que no había hecho algo malo, para sus padres era importante la amistad con los Nikolo, así que poco valdrían las palabras de Elie, si quería que sus padres dejaran de verla con furia tenía que solucionar las cosas con él. — Buenos días madre, padre... Elie les dio un beso en la mejilla a cada uno y tomo asiento en su lugar, pues sus padres la esperaban. — Se puede saber ¿Por qué la tardanza? Y porque te arreglas para salir, ¿No se supone que tienes clase de piano esta mañana? La madre de Elie parecía molesta aún con ella, pero Elie intentaba solucionar el problema que en realidad no era su culpa, pero a vista de sus padres lo era. — Lamento llegar tarde, lo que sucede es que estaba en mi habitación arreglándome para ir a buscar a Damián a su apartamento, quiero ir antes que salga hacia la empresa de su padre, le llevaré un obsequio y me disculparé con él por lo que sucedió la otra noche, fui desconsiderada, y me arrepiento por ello, así que les prometo que lo solucionaré. La pobre Elie era como una niña pequeña, buscando siempre que sus padres la amaran, pero esa había sido su educación, jamás se le enseñó a ser fuerte, a que una mujer tiene el poder de dirigir su vida, le habían metido en la cabeza la idea de que la vida se planea, era como si ella deseara tomar las riendas, pero tuviera miedo de que todo saliera mal. Sus padres sonrieron ante las palabras de la joven, estaban complacidos por la decisión de esta, era maravilloso, al fin comprendía que era lo correcto a sus ojos, la madre de Elie se puso de pie y la llevo a su habitación para arreglar un poco mas su cabello y maquillaje, Elie era hermosa, pero su madre quería que se viera perfecta esta mañana. Cuando estuvo lista la mujer le dijo en su habitación. — Tienes que convencerlo de entregarte esa sortija, haz lo que tengas que hacer para que este feliz, ¡Lo que sea! Elie asombrada por las palabras de su madre comprendió lo que le pedía, pero... Jamás había tenido intimidad con él, nunca, al contrario Damián siempre había sido tan respetuoso con ella, jamás la había tocado indebidamente, en una ocasión lo intento, pero se detuvieron, Elie observo a su madre asombrada. — No me veas así Elie, no serías la primera que no llegase virgen al matrimonio, queremos a Damián como m*****o de la familia, así que convence a como de lugar, ya has complicado mucho las cosas, los Nikolo han sido muy amables, y Damián será el futuro de esta familia al tomar las riendas de los negocios familiares, así que por favor, no hagas mas tonterías. Elie aún se quedaba ensordecida, ella no podía creer que de verdad su madre le pidiera algo así, pero como ella le comentaba, al final ella seria su esposa, las familias tenían ya todo preparado para el momento en que se hiciera oficial el compromiso, había mucho en juego. — Lo sé... yo... La mujer la tomo del brazo y la llevo abajo, Elie tomo el obsequio que le había comprado a Damián, le encantaba lucir bien, así que Elie le compro unos gemelos con sus iniciales, él siempre llevaba muy monos, así que eran perfectos, una botella de vino, un costoso Romanée Conti 1945, que mas que para beber era de colección, pero como su padre se lo dijo el dinero no era problema, busca algo que le fascine a Damián, y así lo hizo, la botella estaba en una caja que habían personalizado para él, esperaba que una disculpa y los obsequios fuesen suficiente para que él le perdonara lo que sea que lo hubiese molestado. — Permítame ayudarle señorita. Decía el conductor que tomo las cosas y las subió en el auto, sus padres le dejaron bien claro que debía solucionar el problema. — No quiero mas comportamientos infantiles, así que arregla esto. Sus padres entraron en la mansión de nuevo mientras Elie subía al auto. El camino fue tan silencioso, el conductor veía a Elie desde el espejo, pero ella parecía triste, pensativa, el hombre sentía lástima por ella, comprendía que en ocasiones tener todo el dinero del mundo no te da la felicidad, esa pobre joven jamás había tenido la oportunidad de serlo, desde que él recordaba siempre la reprendían solo hablar si no se le había pedido, el tenía hijas, jamás las obligaría como los Dimou a pedirle perdón a alguien que no valía lo que esa dulce joven. Pero el hombre al igual que todo el servicio había sido reprendido, los padres de Elie no deseaban que nadie se metiera en la vida de la joven, solo debían hacer su trabajo y callar, él no comprendía por qué lo decían, quizá la joven había hablado sobre su charla del otro día, no lo sabía, pero no podía perder ese trabajo, así que guardaba silencio aun que una parte de él intentaba darle consuelo a esa joven. Cuando llegaron al lugar él la acompaño hasta la puerta, Elie le pidió que esperase abajo, que saldría en un rato. El hombre asintió y tomo el ascensor para bajar de nuevo. Elie abrió la puerta y no estaba segura si el aún estaba en su apartamento, le había entregado llaves, pero jamás tuvieron intimidad, él la respetaba, una parte de Elie estaba tan nerviosa, pues según su madre tenía que hacer lo que fuera para convencerlo de casarse, no estaba bien segura de que era lo que iba a decirle, solo sabia que lo que fuera tenía que funcionar, de otra forma sus padres se molestarían aún mas con ella. Escucho ruido en la habitación de Damián, una sonrisa se asomó en sus dulces labios rosas, ella dejó las cosas sobre la mesita de la sala, dejo su saco y camino hacia la habitación, lo abrazaría, le besaría, le pediría una disculpa por lo que fuese que hubiera hecho mal, deseaba que las cosas se solucionaran, era horrible el ambiente que había en su hogar. Camino hacia allá para darle la sorpresa, entonces el sonido comenzó a ser mas fuerte, esa voz no parecía la de Damián, incluso no eran palabras, ni mucho menos la televisión o música, parecían gemidos, sus piernas se quedaron congeladas al llegar a la puerta de la habitación, su corazón comenzó a latir con tanta fuerza, sus lágrimas sin poder evitarlo se derramaban fuertemente, como un río a punto de desbordar todo un pueblo, no podía imaginarlo siquiera, ¿Infiel? ¿Él la estaba engañando? ¿De verdad estaba sucediendo? Armándose de valor Elie comenzó a abrir la puerta, vio de pronto entre una luz tenue la espalda morena de esa mujer, su larga cabellera, esa voz gimiendo sobre su novio, escucho entonces la voz del hombre al que le pediría perdón, Damián disfrutaba del cuerpo de esa mujer, sin tener que ver su rostro sabía quien era, ella era Isis.... — Oh Damián, eres maravilloso en la cama, me encanta hacer el amor contigo, eres perfecto. Damián tomó las caderas de la mujer y se levantó un poco para de pronto cruzarse con la mirada llena de lágrimas de quien seria su esposa supuesta mente. Él se detuvo y cubrió a Isis colocando a la mujer a su lado. — Elie.... Que.... ¿Qué demonios haces aquí? Sal de mi habitación ahora mismo. Pero Elie parecía ensordecida, sus piernas no reaccionaban a lo que deseaba, su cerebro estaba congelado, deseaba salir corriendo, alejarse lo mas posible de esa habitación, de ese apartamento, de ese cruel momento, su novio, el hombre con el que había sido prometida desde la cuna, desde el día que había nacido se le convenció de que él era el hombre perfecto, y el único que podría llevar los negocios de la familia, ahí estaba ella intentando pedir disculpas por algo que no era su culpa, en cambio Damián estaba en la cama con esa mujer, no se disculpaba con Elie, por el contrario le exigió que saliera del lugar, ella no se movía, no sabía como manejar la situación, que vida tan triste la suya, amar porque se le obligó a hacerlo a un hombre que le había sido infiel con ella, con la misma que había arruinado la petición de mano que suponía sucedería cuando llego al restaurante. Elie los veía mientras Damián le seguía gritando, estaba tan fuera de sí, que sucedería después de esto, ¿También la culparían por la infidelidad de Damián? Parecía no salir de un problema y entrar a otro, como si cada cosa que sucediera a su alrededor de alguna manera fuese culpa suya....
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD