Mala idea

1360 Words
El día continuo como siempre, exceptuando que miles de chicas iban detrás de Matt con poca ropa. Liana me ha estado hablando de su ex, quien por razones ilógicas había hecho una similar apuesta. Bueno, claro está que no apostaron por el sexo, si no, por quien duraba más siendo fiel... En resumen, mi mejor amiga fue la ganadora, perdiendo a Dylan con un solo movimiento de pestañas. —¿Sabes? Eso me hace gracia, deberías decirme que lo que estoy habiendo está excelente. —¡Pero lo hago, Al! —se sobresaltó. —¡Dime que esa puta no está poniéndose a mover el culo frente a mi estúpido novio! —apunté a la tipa que por razones desconocidas estaba haciendo el famoso "twerking" —Al, basta, tu hiciste la apuesta, no te quejes. Tu novio es un adonis... —me miró con terror. —Me voy —tomé mi bolso y mis papas. Caminé lejos de toda esa mierda. ¡Aposté por no tener afectos amorosos, no aposté por quien era el idiota más imbécil de mi perra vida! Bien, bien, me calmo... Vamos, Alena, calma las tetas, respira, uno, dos... ¡Cuenta malditos hipopótamos! Un hipopótamo, dos hipopótamos... ¡MALDICIÓN! Me lancé en el césped y unos tipos, algo rudos me miraron buscando pelea, cosa que me hizo querer patearles el culo. —¡Hey! —escuché detrás de mí. —¿Qué? —no me volteé, solo quería morir, ¿Dónde encuentro un yunque cuando lo necesito? —Al, soy yo, Matt —me volteé como el exorcista y él solo se dignó a reír. —Creo que alguien quiere dejar la apuesta y correr a mis brazos. —Vaya, tienes tu autoestima un poco a la mierda—le dije irritada. —No me culpes, todo el santo día han venido chicas a coquetear conmigo-golpeó mi hombro. —¿Se supone que debas contármelo? —levanté una ceja. —Eres mi amiga, ¿no es así? —¿por qué diablos es tan buen actor? —¡Oh! Cierto, Matt... Bien, eso es... Algo, ya sabes, genial —miento peor que un niño. —Ajá, es fabuloso, aunque ya sabes... Hay una chica —sonrió como un idiota, ¡OH NO! ¡¿QUIÉN ME ESTÁ QUITANDO A MI OSITO?! —¿Puedo saber su nombre? —¡oh dios, soné tan calmada! —Creo que sabes su nombre, Alena —levantó una ceja, divertido. —No lo creo... —¡UN PUTO MOMENTO! ESTO ES COMO... —Bueno, debo irme, nos vemos. Hoy, luego de mis clases iré por una cerveza, claro está que no tengo porque decírtelo, pero es por si quieres tener un rato a solas conmigo —me guiñó y se marchó, supuse que estaba más roja que un tomate, porque sentía mi rostro arder, grité para mis adentros como una adolescente enamorada. Me levanté con mis piernas de gelatina y fui a mi siguiente clase, donde como era obvio no iba a estar pendiente de la profesora Higgins. Una hora más tarde me encontraba comiendo una hamburguesa con queso doble sola, las chicas que coqueteaban con Matt me miraban mientras se susurraban cosas, no me sentía para nada molesta, incluso me sentía volar por esa pequeña escena que demostró que aún recordaba como confesó su amor a una idiota. —Oye tú —miré a mi lado y un rostro muy cerca me hizo retroceder. —¡Diablos, me asustaste! —¿Cómo es que alguien... —me miró de pies a cabeza como si tuviera olor a mierda-, pudo estar con alguien como él? —apuntó a Matt sonriendo, se veía tan delicioso enseñando su brazo izquierdo. —No lo sé —me encogí de hombros—. ¿Por qué no se lo preguntas? Miles de chicas comenzaron a reunirse alrededor de mí, temía por su salud, ciertamente podía golpear a cada una, pero mi estado mental decaería brutalmente. Me levanté como lo haría una dama, les guiñé a todas y me marché con una sonrisa de triunfo. —Cobarde —alguien susurró justo cuando iba pasando y no me di el tiempo a reaccionar cuando mi puño ya estaba en esa nariz falsa. Todas gritaron y se fueron por caminos separados, la gente se quedó en silencio mirando hacia mi dirección, mi puño estaba en la cara de "Elena" la puta de la universidad. Siempre hay una en las universidades y en la mía era ella. Mi antigua amiga de juegos de azar y mujerzuelas. —Oh, como lo siento, Ele, no me fijé que eras tú —caminé lejos de la gente. — ¡Alena! —atrapada. —¿Qué sucede? —¿Por qué la has golpeado? —Matt en su momento de súper héroe.  —Creo que ese es mi problema, Matthew. —¿Estás celosa? —sonrió divertido. —¿De qué? —momento de actuación. —Ya sabes de que ella coqueteé conmigo... —¡Para nada! —mientes, peor que nadie—. Tranquilo, sólo necesitaba un poco de ejercicio, no he ido al gimnasio, iré más tarde —¡Oh vamos! ¿Como es que no me dan un óscar? ¡Le ganaría a Leonardo DiCaprio! —Oh claro, como no lo pensé —¿se la creyó? ¡Matt eres un idiota lindo! —Bueno —se aclaró la garganta—, nos vemos —se acercó y besó mi mejilla. —Matt... —Es un beso... de la amistad —se alejó sonriente. 10000 puntos para Matthew Alexander Fox por ser tan malditamente candente... A las 18:45 me preparaba para ir con Liana al bar cercano por una cerveza helada, necesitaba un poco de alcohol en mi cuerpo. ¿Qué diablos me pongo? ¿Para qué rayos quiero vestirme bien? ¿Irá Matt? ¡Soy una imbécil! ¡¿Por qué se me ocurrió la grandiosa apuesta en primer lugar?! ¡Solo vi a unos tipos apostando! ¡Ni siquiera es similar a lo que pensé! ¡Odio mi vida! ¡Quiero morir! ¡Un puto y maldito hipopótamo! ¡Dos putos y malditos hipopótamos! ¡Tres putos y...! ¡A la mierda! Tomé un vestido azul metálico y ropa interior, caminé hacia el baño para una ducha y apareció el bendito Matt con una toalla alrededor de la cintura. —El agua está helada, preciosa —levanté una ceja sonriendo—. Lo dije con simpatía, dios, ¿debo también prohibirme decirte algo lindo? —No, no... —caminó molesto a la habitación y cerró. Idiota. Ya arreglada y lista para salir, debía esperar a Li en el sofá mientras comía chatarra mirando la televisión. Peter Pan apareció en el momento oportuno y quedé hipnotizada con sus preciosos ojos. ¡No es p*******a si ya es un adulto! Mi celular sonó con la canción "¿What do you mean?" Dios, si hubiera nacido cerca de Justin Bieber en este momento no estaría haciendo ridículas apuestas con un simple mortal que está bastante cotizado y es absolutamente mío... —¿Sabes hace cuanto estoy tocando la bocina, maldita idiota? —la dulce voz de mi amiga me hizo reír. —Jo... Como lo siento, estoy viendo a Peter el sexy Pan, espera, eso no sonó como quería —la risa de hiena de Liana me hizo reír mientras buscaba mi bolso. —¿Saldrás? —la voz de Matt me hizo temblar, se oía ronco y como mil demonios sexys. —Si, ya sabes, con... —miré su atuendo mil millones de veces hasta volver a su rostro. —¿Acabaste? —Te ves tan bien... —mi boca se quedó abierta, enserio era una pérdida de tiempo mi puta apuesta. —Gracias, tú no te quedas atrás —llegué a la puerta aun mirándolo. —Sal... saldré... ya... sabes... saldré con Lililiana... —choqué con la puerta y Matt se burló de mí. —¿Estas bien? —tragué saliva dificultosamente y asentí, bajé las escaleras y al llegar a tierra caminé mirándolo hasta el auto de Liana, quien se burló junto con Matthew sexy Fox.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD