Narra Ian
En el momento en que mi padre habló, vi como el cuerpo de Acerina se tensaba.
-Acerina,-digo logrando llamar su atención- ¿quieres qué te acompañe?
-No, no te preocupes.
Narra Acerina
Entro y veo al Sr. Wang sentado en el sillón.
-Toma asiento, por favor.- Dice señalando el sofá que se encuentra frente a él.- Supongo que ya sabrás quién soy, aparte del padre de tus novios. Verás, tú y yo sabemos que no es casualidad que estés aquí.
-Asiento levemente con la cabeza.-Si ya sabe todo para que quiere hablar conmigo.
-¿No tienes ninguna pregunta que hacerme?
-Si lo que quiere que le pregunte es el por qué intentó secuestrarme, no se preocupe, eso ya pasó.
-Me alegra saber que no hay rencores. Espero volver a verte pronto.
-Pues yo no, dije para mis adentros.- Yo también, adiós.- Me levanté con las piernas aún temblando. y me fui lo más rápido que pude.
-Ian-¿Cómo te fue?
-Bien.
-Yun-¿De qué hablaron?
No supe qué contestar, pero para mi suerte, o para mi desgracia, el Sr. Wang salió de la sala.
-Hijos míos, ¿qué tal están?
Pude ver como la cara de Ryo se apagaba en el momento en el que vio a su padre. Decidí colocarme a su lado para poder estar con él y también para alejarme lo más posible de ese señor.
-Ian-Bien papá, ¿y tú?
-Sr. Wang- Bien, aunque ya me estoy haciendo mayor.
-Ian-No digas eso, solo tienes 52 años.
-Sr. Wang- Sí, pero este mundo me ha oxidado mucho. Tengo demasiadas heridas que no cerraron bien y me han dejado secuelas, pero es la vida que elegí, así que no tengo nada de lo que quejarme.
¿Qué tal está Mattia? Escuché que Rhea tuvo que volver a Italia.
Es increíble la habilidad que tiene esta hombre para cambiar de papel en cualquier momento.
-Ian-SÍ, tuvo que volver ya que estaban teniendo problemas con el CJNG (Cártel de Jalisco Nueva Generación). Mattia está perfecto. Ahora está con la Sra.Yie, lo iba a sacar a paseo.
-Sr. Wang- Ah, que bien. A ver si un día lo traes para que pase tiempo con su abuelo.
-Sí, lo pensaré. Todavía prefiero mantenerlo en caza, no quiero exponerlo a este mundo desde tan pequeño.
-Sr. Wang- Te entiendo, intentaré ir yo a visitarlo.
-Ryo-Lo sentimos, pero ya tenemos que irnos- Dice haciendo una cara obvia de que no tienen nada que hacer pero no quiere estar aquí.
-Atid-Es verdad, casi se me olvida.
Ian tarda un poco pero al final capta la indirecta.
-Ian-Tiene razón, ya nos tenemos que ir.
-Sr. Wang- Adiós, hijos.
-Todos-Adiós.
Ryo no tardó nada en dirigirse a la puerta. ¿Qué le pasará con su padre?
Llegamos al coche y cuando ya llevamos un buen rato conduciendo me doy cuenta de que no nos dirigimos a casa.
-¿A dónde vamos?
-Atid- Cómo tardamos menos de lo esperado vamos a comer a casa de mi madre. Hace tiempo que no la veo y también quiero que te conozca.
-¿Queda mucho?
-Atid- Como media hora.
-¿Podemos parar en algún sitio?
-Yun-¿Para?
-Necesito ir al baño.
-Yun-Hay una gasolinera a cinco minutos, ¿puedes aguantar?
Digo que sí con la cabeza e intento pensar en otra cosa para aguantar lo más posible, cosa que no es fácil teniendo a dos niñas presionando tu vejiga.
Al salir del baño casi me da un paro cardíaco al encontrar la persona que pensé no volver a ver. Él parece notar que estoy mirando porque se gira en mi dirección buscando al dueño de la mirada. Al verme sonríe maliciosamente y empieza a caminar hacia mí. Sorprendentemente mi cuerpo no se paraliza y salgo corriendo hacia el coche.
-Ryo-¿Qué pasó? Te ves mal.- Me pregunta muy preocupado.
Intento hablar pero las palabras casi no salen de mi boca.
-Ya…Ya…Yakuzas. Me encontré con un Yakuza. Está viniendo para acá.
Al principio parecen no creerme, pero sus caras cambian en cuanto ven al hombre acercarse.
-Ian-Yun, ponte al volante, no dudes en arrancar si ves que hay peligro. Atid atrás y Ryo al lado de la ventana por si hay que disparar, yo voy a bajar a ver qué es lo que quiere.
-Ten cuidado.
-Ian-No te preocupes.
Ian baja y se acerca al hombre.
Narra Ian
Me acerqué al hombre hasta quedar frente a frente con él.
-Por qué no vas y le dices a Yamato que se meta todos sus planes por el culo.El hombre no habla, solo veo como hace un movimiento rápido hacia uno de sus bolsillos, pero yo soy más rápido y le disparo dos veces en la frente. Regreso al coche y veo a Acerina con la cabeza escondida en los brazos de Ryo.
-No te preocupes, ya pasó.
Sale de entre los brazos de Ryo y me mira.
-Acerina-¿Lo mataste?
-Sí.
-Acerina-Muchas gracias.-Dice y se lanza a mis abrazos.-Yo pensaba que me moría.
-Ryo la acerca hacia él- Ven aquí, ya pasó. Ahora vamos que seguro tienes hambre.
Durante el camino nadie dijo nada, simplemente escuchábamos la música que sonaba en la radio, hasta que por fin llegamos a nuestro destino.
Atid toca la puerta y su madre casi no cree lo que ve.
-Atid- Hola, mamá.
-¡Hijo, qué alegría!¿Qué te trae por aquí?
-Hacía mucho tiempo que no te veía, y también quería presentarte a alguien.
Todo esto lo dijo en tailandés así que no le entendí. Pero parece ser que Acerina sí porque se acercó un poco más a ellos.
-Atid-Ella es Acerina, es mi novia, o bueno, nuestra novia.
Kamlai, así se llama la madre Atid, se sorprende, pero parece que lo asimila todo muy rápido porque enseguida se acerca a Acerina para darle un abrazo y decirle algo al oído que solo Atid y Acerina entendieron. No parece ser algo malo ya que los dos sonríen.
Kamlai nos invita a pasar y yo aprovecho para preguntarle a Atid.
-Oye, ¿qué fue lo qué dijo tu madre?
-Atid-Le dijo, bienvenida a la familia.
Puede que para algunos esto no signifique nada, pero en una familia de mafiosos es muy difícil que te acepten, más si eres extranjera y no perteneces a ningún clan aliado.