Narra Acerina
Salgo de la casa pero no me da tiempo a poner un pie fuera del portón cuando alguien me sube a una camioneta. Seguidamente se escuchan disparos.¿Qué está pasando?
El corazón se me iba a salir por la boca en cualquier momento.
Uno de los hombres que estaban sentados a mi lado me miró y sonrió.
-Nos vamos a divertir mucho contigo, preciosa. - Dice mientras me acaricia la cara.
Sin pensarlo dos veces lo muerdo con fuerza.
-Maldita perra.- Dijo y me dió una cachetada.- Te voy a matar después de usarte, pero sí me complaces como yo quiero puede que me lo piense.
-Soñar es gratis, la realidad es diferente. Prefiero que me mates.-Dije mirándolo a los ojos para desafiarlo.
-En tu casa no te enseñaron lo que es la educación.- Dijo entredientes.
-Claro que sí. Otra cosa es que aplique lo aprendido contigo. Si no quieres que te conteste no hables, problema solucionado.
-Ser tan contestona te va a salir muy caro.
-¿Precio?
-Con que muy graciosita ver- es interrumpido por el conductor.
-Nos persiguen.
-Los de atrás que disparen y los despisten. Nosotros cogeremos un atajo.
¿"Nos persiguen"? ¿Serán ellos?
Llegamos a un barrio que tenía fama de peligroso. Lo pude confirmar cuando entramos a una casa enorme y a través de las puertas de vidrio se veían hombres peleando. Nos adentramos cada vez más hasta llegar a una oficina. Me sentaron en una silla y antes de marcharse me amenazaron.
-Estate quieta ahí, no intentes escaparte porque aún así te encontraremos y será peor para ti. El jefe vendrá en un momento.
Uuugh, porque me tiene que pasar esto a mi. Yo no he cometido ningún mal, no le he hecho nada a nadie y sin embargo aquí estoy, siendo secuestrada por segunda vez.
Mientras tanto con los hermanos…
-Ian: Yun, llama a Wei Yi y dile que huya de ahí con Mattia.
-Yun: No puedo, no hay cobertura.
-Ian: Sigue intentándolo.
Siguió intentando hasta que la llamada por fin dio tono.
-Yun: ¿Wei Yi? - De fondo se oían disparos y el ruido de cosas rompiéndose.
-Sí, soy yo.-Dijo una voz al otro lado del teléfono.
Instantáneamente Yun supo que no era Wei Yi la persona con la que estaba hablando. Su guardaespaldas más leal y su mano derecha nunca le contestaría de esa manera.
-Yun: Alguien tiene el móvil de Wei Yi. Se escuchaban balazos de de fondo, los Yakuza deben haberlo secuestrado. No creo que lo maten, posiblemente piensen que él les va a dar información.
-Ian:¿Y mi hijo?
Ahora mismo en lo único que pensaba Ian era en su hijo, si él moría, a todos les pasaría lo mismo.
También estaba preocupado por Acerina, pero sabía que ella estaría bien. Era inteligente, seguramente encontraría una forma de salir de allí.
Narra Acerina
El líder de los Yakuza estaba sentado frente a mí analizándome detenidamente.
Era un hombre de 37 años aproximadamente. Alto, con pelo n***o y los brazos tatuados.
La verdad no me intimidaba para nada. Si no me dijeran que es el líder, yo hubiese pensado que es un trabajador más.
-Yo se que estoy buena, pero sí sigues mirándome así me vas a gastar.
-Vaya, vaya. Cuanto ego hay por aquí.
-No es ego, es la verdad. Solo admite que me tienes ganas.
-Nunca lo he negado preciosa. Serás mía.
-Permíteme dudarlo.
Inhaló profundamente y habló.
-Supongo que sabrás porque estás aquí.
-Pues la verdad no.
-¿No?- Dijo con un poco de sorpresa.
-No,¿acaso estás sordo?
Sé que se está cansando de mí.
-Pues yo te explico. Tus novios…
-Alto ahí, ellos no son mis novios.
-¿Enserio?
-Estoy empezando a pensar que de verdad tienes problemas auditivos.
-Bueno, pues las personas con las que vivías son mafiosos.
-Hasta ahí llego.
-¿Quieres dejarme terminar de hablar?
-La verdad no quiero escucharte, pero sigue.
-Hace años ellos asesinaron a mi guardaespaldas, que era como de mi familia.¿Sabes lo que pasa cuando matas a alguien de los Yakuza? Exacto, tomaremos venganza. Por eso es que estás aquí.
-¿Yo qué tengo que ver en todo esto? Por lo que se, no formo parte de ninguna mafia.
-Tienes mucho que ver. Se que fuiste secuestrada por ellos. Si eres secuestrado por los Wang olvídate de salir vivo. En cambio, tú estás aquí y por lo que veo no te falta nada, así que si fuiste secuestrada y sigues viva es porque les importas.
Para los hermanos sólo hay 3 personas por las que darían la vida. La primera es Mattia, la segunda es su madre, la tercera su padre y ahora estás tú.
-¿Qué te hace pensar que les importo?
-Que están viniendo ahora mismo hacia aquí para poder salvarte, cosa que no van a conseguir.
Alomejor ellos no me salvan, pero estoy segura que aquí no me quedo. Después encontraré una forma de salir.
El líder se fue y yo aproveché para echar un vistazo a la habitación.
Encontré un libro tirado detrás de una estantería. Lo recogí y al verlo bien me dí cuenta de que era un álbum de fotos. Cuando lo abrí, algunas páginas estaban arrancadas y otras un poco desgastadas debido a su antigüedad. Seguí ojeando hasta que en una de las fotos vi unos rostros familiares.
Cuatro hombres muy parecidos a mis secuestradores, estaban sentados junto a una hermosa mujer. Estaba llegando al final, cuando cayó lo que parecía una carta.
La curiosidad me ganó y empecé a leer.
-Para la estrella que más brilla:
No sabemos cómo vamos a vivir sin tu amor, ese que nos daba fuerza para superar todos los retos que la vida nos puso.
Un mundo sin ti, es como un mundo sin color.
Desde que no estás aquí los días son más tristes, porque puede que esas simples emociones lo fueran todo para nosotros.
Te extrañamos, extrañamos tu voz, tu mirada, tus risas, todo de ti.
Es probable que seas la razón por la que las noches son hermosas.
Hoy te decimos adiós, pero solo un adiós momentáneo. Empecemos de nuevo, para que en el futuro podamos encontrarnos de nuevo con una sonrisa.
Seguiremos esperándote.
Mis ojos se volvieron llorosos. Era la carta más hermosa que había leído hasta ahora. Puede que no sea muy larga, pero se nota el sentimiento con el que la escribieron.
Escuché unos pasos acercarse por lo que dejé todo, o casi todo, en su sitio. En mi bolsillo guardé la foto y la carta. Tengo que averiguar quienes son esas personas.