Capítulo 5
Esa semana se me hizo eterna, Alex se fue un día domingo y regresaría antes del viernes, no supe nada de el durante todos esos días, el estaba en Argentina y no existía en ese entonces aun el sistema de rooming por lo que los teléfonos celulares no tenían comunicación desde el extranjero. ¡¡¡¡Soñaba con todos los besos que nos daríamos al volver y pensaba en esperarlo con una rica cena o hacer un panorama solo para los dos, tal fue mi sorpresa al sentir que sonaba mi timbre, abro la puerta y era el!!! Me colgué de su cuello como loca y nos besamos hasta quedar sin aliento, vimos una película regaloneando felices los dos, en un momento sentía que mi vida no podía ser mejor a su lado y no quería que se acabara jamás esa sensación, se quedo esa noche conmigo, muy respetuoso, pues yo no me sentía preparada para dar un paso mas con el aun, no quería apresurarme y echar a perder lo que estábamos viviendo, quería ir paso a paso con el y no perder ningún momento a su lado…. ¡¡¡Fue maravilloso!!! Al día siguiente el partió a su casa, quedamos en vernos mas tarde, nos dimos muchos besos como de costumbre y el se fue. Yo no podía creer todo lo que sentía, era como que mi corazón explotaría de felicidad, quería gritar a los 7 vientos que lo amaba y que el me amaba a mí también.
Luego de su regreso vivimos 2 semanas inolvidables, regaloneamos, salimos juntos, compartíamos gran parte del tiempo sin querer separarnos el uno del otro. Nuestros amigos estaban felices porque al fin vivíamos este tremendo amor y hacíamos una hermosa pareja, o al menos eso creíamos. O, mejor dicho, eso creía yo.
Un día viernes quedamos de reunirnos para hacer una noche de películas, pero tal fue mi sorpresa, el no llegó, no respondía mis llamados, ni mis mensajes, por algún momento pensé que algo malo le había pasado, pero no conseguí ninguna información de él. Nuestros amigos en común intentaron comunicarse con él, pero nadie obtuvo respuesta de parte de Alex, era como si la tierra lo hubiese tragado. Así pasaron los días y cada día mi angustia era mas grande, era como si estuviera evitando todo tipo de contacto con nuestro mundo. Al fin después de 2 semanas de insistencia contesto mi llamado, con una voz melancólica me dijo que no estaba bien, y que por eso se había mantenido alejado de mi y de nuestros amigos. Que pronto se daría el tiempo para explicarme lo que estaba pasando pero que por favor dejara de insistir en buscarlo. Mi reacción fue extraña, me petrifique. Sentía que todo se detenía a mi alrededor, por un lado, me alegraba de saber que estaba bien, pero por otro lado no entendía porque algo que para mis ojos era perfecto, hoy no funcionaba para nada. Me enoje, me cuestione y sufrí mucho todos estos días había cosas que no me cuadraban para nada y seguía sin entender nada. Pasaron muchas semanas, talvez un mes o dos y seguía sin tener ninguna explicación de su parte.