Capítulo 03. La graduación de la secundaria.

2449 Words
Los años habían pasado y como era de esperarse mi vista aún se encontraba sumergida en la oscuridad, ya para mí era un estilo de vida con el cual debía vivir el resto de mi vida, ya decidí renunciar a la posibilidad de volver a ver, pero eso no me ha detenido, aún sigo de pie, aprendí a leer “Braille” en muchas cosas ya me valgo por mi misma, sin ayuda de segundas personas.   En una semana será mi graduación de la escuela y estoy muy emocionada, hace un año conocí un chico, por pura casualidad, y creo que él se animará a llevarme al baile, es estudiante en la escuela pero no tiene ninguna discapacidad, la escuela tiene dentro, otra escuela, está otra escuela es solo para personas normales y pues la de los discapacitados la rodea, en fin, lo que nos divide es solo una valla, literalmente no lo conozco, solo sé, cómo es su rostro, sé que la piel de su rostro es muy suave como la de un bebé, su pelo se desvanece entre mis dedos, y es un poco más alto que yo, lo sé porque cuando lo abrazo debo elevar un poco mis brazos, no sé si estoy enamorada, nunca he tenido ese sentimiento hacia alguien, pero de lo que estoy segura es que cuando estoy a su lado me siento bien, él me hace sentir una persona normal.   Lo más extraño es que cuando le dije a mi padre que tenía a alguien en mi vida este no me hizo el mayor de los casos, creo que me ignoró por completo, solo dijo “está bien cariño” Demonios ¿me cambiaron a mi padre? Creo que sí, el papá que conozco me ordenaría que no lo volviera a frecuentar, me lo exigiría ¿Será que papá ya dejará de mandar en mi vida? Puede ser que esté cambiando y que probablemente se dio cuenta de que no seré su niña chiquita para siempre. Mi hermana se fue de casa cuando cumplió su mayoría de edad, prácticamente me dejó sola, pero la entiendo, entiendo que no soportó vivir bajo el yugo de nuestro padre, estoy orgullosa de ella ya que no se fue a la calle, cuando tenía trece (13) descubrió su talento y lo explotó de inmediato, ella es una brillante artista, es pintora profesional, y ya que es tan brillante en lo que hace unas personas del extranjero la contactaron y contrataron cuando apenas cumplió sus diecisiete  (17) años para que fuera la persona encargada de pintar los murales de lugares importantes, lugares como; museos nacionales en distintos países y estados, tuvo la oportunidad de hacer las pinturas de la embajada norteamericana, en fin, mi hermana es toda una celebridad, ella publicaba sus trabajos en la internet y les obsequiaba sus trabajos a los padres de sus amigos, por eso su trabajo se dio a conocer muy rápido, al poco tiempo ese arte le dio mucho dinero en tan solo un año, así que cuando ella cumplió los dieciocho (18) ya tenía un buen ahorro para vivir sola en cualquier lugar del país, ella misma se regaló su departamento frente al mar, Rumina dice que el sonido del mar la inspira, esos logros que mi hermana ha tenido en tan poca edad son los que me hacen admirarla y sentirme más que orgullosa de ella, aunque para ella no fue nada fácil independizarse tan pronto, pues papá no le firmó los contratos ya que Rumina era aún menor de edad, papá se negaba aceptar que Rumina ya no lo necesitaba, pero surgió un milagro, por primera vez nuestra madre decía presente en nuestras vidas, mamá firmó los contratos de Rumina, otorgándole así el permiso para trabajar libremente y sin ningún problema, lo que más adelante provocó el divorcio de mis padres, papá se negó a dejarle mi custodia a mamá, y pues por eso aún sigo viviendo bajo las alas del señor Pompeyo.   Llamé a Rumina para que me ayudara con el vestido de graduación, ella tiene mejor vista que yo para esas cosas (en sentido figurado), casi siempre me burló de mí ceguera, ya que viviré con ella toda la vida, aún no se han encontrado donantes de córneas, han pasado unos seis años desde mi accidente y la lista de personas en espera es aún muy larga, tan larga que ya perdí las esperanzas. Mi hermana casi no viene a casa, pues por la tensión que se crea entre ella y papá, pero esta vez hizo un esfuerzo por mi, vino a casa a ayudarme a preparar el look de la noche de mi graduación, ya solo quedan horas para la gran noche, según Rumina, llevaré puesto un vestido de gala en color rojo vino con brillo, es descotado en la parte de atrás y usaré unas zapatillas de plataforma, no más de dos centímetros de altos, llevaré el pelo recogido en una coleta muy alta, misma estará ondulada, pocos accesorios, solo usaré un collar que mi hermana me obsequió cuando cumplí los diecisiete, y dos pendientes en forma de diamantes, o eso es lo que me dijo Rumina, confío en ella más que en mi misma, está noche ella será mis ojos. Nos terminamos de vestir, salí de mi habitación y empecé a bajar las escaleras, cuando de pronto escuché una voz muy aguda   —Estas hermosa Gema, vas a ser la envidia de todas las chicas esta noche—   —Steven ¿eres tú? —   —Si, claro que soy yo ¿acaso esperabas a alguien más? —   —No, no, por supuesto que no, es que no pensé que fueras a venir por mi—   —Esta noche eres mi cita, y a mi cita la recojo responsablemente en casa, no dejaría que llegarás sola a nuestra gran noche —   —Gracias por ser tan especial conmigo— Mientras yo seguía detenida en las escaleras hablando con Steven que de encontraba abajo, mi hermana salió de la habitación y como siempre, salió a defenderme con dientes y uñas   —¿Y tú quien eres? —   —Buenas noches señorita Rumina, me llamo Steven y soy amigo de tu hermana Gema, vine por ella para llevarla al baile de graduación—   —¿Y tú cómo sabes mi nombre? —   —Tu hermana no deja de hablar de ti, ella te admira mucho, y todo el tiempo me cuenta lo increíble que eres como hermana mayor—   —Pues que raro, ella nunca me ha hablado de ti, para mí, tú no eres nadie —   —¡Ya basta Rumina! Ya no soy una niña chiquita, no debo de andar hablando todas mis cosas contigo, ya Steven te dijo que somos amigo ¿Por qué tanto interrogatorio? Te quiero mucho y lo sabes, pero no te voy a permitir que me sigas avergonzado ¿de acuerdo? —   —Está bien, está bien, no te pongas así, solo quiero protegerte, no toleraré que alguien te haga daño, sabes que existen muchas personas malas, pero si te sentiste incómoda vuelvo y te pido que me disculpes — Mientras Gema me regañaba, sentí algo extraño en la mirada de ese tipo, mientras ella me exigía no meterme en su vida, él tenía una sonrisa leve, pero no muy notoria, sé que ese tipo la va a lastimar, quizás ella está enamorada de él, pero él no lo esté de ella, estoy segura que se querrá aprovechar de ella, como está ciega y no puede ver las cosas que este hace, pero no le voy a permitir salirse con las suyas, aunque mi hermana me odie para el resto de la vida, le voy a demostrar que ese tal Steven no es más que un maldito farsante   —Disculpas aceptadas, no lo vuelvas hacer, Steven, ¿nos vamos? —   —Claro que si princesa, ven y te ayudo a bajar las escaleras —   Rumina nos seguía en su coche, no aceptó subirse con nosotros al auto, yo y Steven íbamos completamente solos, el me tomó de las manos mientras nos dirigíamos al baile de graduación, me sentí la chica más afortunada y aunque no lo puedo ver, sé y siento que es el chico más lindo de la escuela, podría decir que hasta el más popular, al llegar al lugar, Steven me ayudó a bajar del coche, me tomó de la mano y me susurró al oído   —“Esta noche será inolvidable” —   Yo le di un fuerte apretón de manos, como en señal de sorpréndeme,  estoy tan emocionada, mi hermana se me acercó, me tomó del brazo y me llevó a un lugar a solas, o eso creo, no escucho más voces que la de ella   —Gema ¿Estás segura de querer andar con ese chico? —   —Rumina, por favor no sigas con lo mismo, mírame ¿acaso no merezco ser feliz? Me estás dando a entender que por ser ciega no merezco ser feliz, ¿Es eso lo que me dices? —   —No me lo tomes a mal, pero ese chico tiene mala vibra en su mirada, tú eres la persona que más feliz merece ser, pero no con él, ese tipo te romperá el corazón —     —Pues si eso llega a pasar, lo afrontaré como la guerrera que soy, y si nada malo pasa en nuestra relación tú tendrás que disculparte por ser ave de mal agüero —   —Pues prefiero mil veces disculparme por ser realista a qué un idiota te haga sufrir, así que mis cartas ya están sobre la mesa. Ven entremos y dejemos de hablar tantas tonterías, sostén mi brazo —   —Estas bien, está bien, sostenme bien y no me vayas a dejar caer —   —Nunca dejaré que te caigas, siempre seré tu soporte mi Gema hermosa, mi hermanita menor, mi cosita preciosa —   —Ay ya Rumina, no me digas esas cosas que me haces sonrojar, entremos para que me digas que tan hermoso está el lugar— Después de esa plática tan cursi, decidimos entrar al salón, dónde se estaba efectuando la fiesta, pero había una espinita en mi corazón que no me dejaba respirar en completa paz, así que decidí expresarle a Rumina mi inquietud —Hermana—   —Si, Gema—   —Necesito que me hagas un gran pero importante favor—   —Si claro, dime, sabes que estoy aquí para lo que necesites —   —Mmm… está bien, ¿Será que puedes decirme cómo es Steven físicamente? Es que tengo tanta curiosidad, y no tendría el valor de pedirle el favor a alguien más, por favor, por favor… —   —Está bien, está bien… uff… te odio, aquí vamos, el chico que nunca has visto pero te tiene loca, es de piel clara, ojos verdes y su pelo es rubio, ahh y mide como seis pies, ¿algo más? —   —Si, te faltó decirme cómo son sus labios—   —¿Es en serio Gema? No lo puedo creer, sus labios son muy rosados, en conclusión tienes por novio a Ken, el ex de Barbie, jajajaja… —   —Jajajaja… tú siempre de chistosa, pero gracias por hacer esto, sé que él no te agrada y aún así lo hiciste, de verdad muchas gracias Rumina —   —No te preocupes Gema, yo por ti haría esto y más, por cierto me voy a otra mesa, ahí viene tu galán — Me pasé hacía la mesa de enfrente, para que mi hermana tuviera algo de privacidad con el tipo ese, pero no los dejaba de observar, todo el tiempo tuve la mirada en ellos dos, hasta que me distraje por un unos segundos para tomar una bebida, cuando voltee ya no estaban, los busqué con la mirada como loca, pero no los encontré, me levanté rápidamente de esa mesa y corrí entre todo el que estaba en el salón de baile, solo les hacia una sola pregunta, “¿han visto a mi hermana? Su nombre es Gema” pero sus respuestas eran muy decepcionantes, lo único que me respondían era “no, no la hemos visto” me empecé a desesperar y corrí hacia la puerta de salida, pensé que ella podría haber salido, y efectivamente la encontré, la vi desde lejos, estaba sentada en una banca, tenía su cabeza baja hacia el piso, corrí hacia ella como loca y la abracé fuerte, no me percaté que estaba llorando —Oh, oh… ¿Qué pasa Gema? Me preocupé cuando no te vi allí dentro, empecé a buscarte como loca, espera, espera, ¿dónde está el idiota ese de Steven? ¿Qué no estabas con él? —   —Rumina, tu tenías toda la razón, Steven no es más que un idiota que jugó con mis sentimientos, él solo se quería burlar de mi y de mis sentimientos —   —Pero cuéntame que fue lo que pasó con él, ¿porque fue que desaparecieron del salón así tan de repente? —   —Él me dijo que saliéramos un momento, que tenía algo importante que decirme, yo confíe en él y tomé su brazo, mientras me guiaba hasta la salida, supe que estábamos saliendo del salón por el cambio tan repentino de temperatura, yo como tonta toda emocionada creí que me pediría que fuéramos novios, cuando llegamos aquí, a esta misma banca, escuché otras personas, sentí que habían muchas personas y efectivamente, aquí estaban sus amigos, y su verdadera novia, me humilló ante ellos, me dijo que no valgo nada y que nadie me va a querer, sus amigos me empezaron a gritar “eres una ciega tonta, una ciega estúpida, nadie te va a querer por estar ciega, jajajaja…” esas fueron parte de sus horribles palabras, finalmente se marcharon y yo me quedé aquí sentada, solo quiero ir a casa, por favor llévame a casa —   —¡Ay hermanita! Vamos, levántate, te llevaré a casa—   Esa noche fue una de las peores para mí, lo que pensé que iba a ser una noche maravillosa, terminó por convertirse en una de las más horribles de mi corta vida. Llegué a casa, me recosté y cuando abrí mis ojos otra vez, aún se encontraban en la oscuridad. De esa noche ya habían pasado tres meses, tiempo que me tomé para decidir si ir o no a la universidad, y finalmente terminé por decidir entrar, me matriculé en derecho, como me lo prometí, algún día seré una de las mejores abogadas penalistas del país, nada ni nadie me detendrá, mi ceguera no es excusa, lo único que debo prometerme es nunca volver a ilusionarme con un chico, son solo distracción. 
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