Al tomar su mano.

1210 Words
Serena Tenía muchos sentimientos encontrados, mi corazón latía a mil, no quería dejarlo solo. No sé que sentimiento sentía, no era lastima pero no quería dejarlo en esta jaula. Me volteo a verlo y me acerco a el, —te gustaría irte conmigo!?. No sabía porque decia eso, no sabría cuál sería su respuesta. El toma mi mano, —vamonos de aquí, iré a dónde tú quieras. Al escucharlo aprieto su mano, vemos que había mucha gente. —Nos vemos en la entrada de empleados, le digo. El me mira y sonrie, —ve por tus cosas y nos veremos allí. Nos separamos, estaba un poco asustada, jamás había hecho algo así, veo a mi director, me despido de él, pero antes de irme , escucho una voz conocida. —Serena espera por favor!!, al voltear veo que era Lucas. —Hola Lucas, como estás, digo con una sonrisa. El se acerca a mi, —por lo visto ya te vas, que lastima. —Si ya terminé mi trabajo, además ya quiero irme a casa, no me siento muy cómoda aquí, digo con sinceridad. El coloca mi cabello detrás de mi oído derecho, —si es mejor que te vayas, cuídate. —Entonces nos vemos el lunes en la universidad, el me mira y me sonríe. Toma mi mano y me da un pequeño beso en ella, —claro, además quiero darte algo, pero lo haré el lunes. Me suelto de su agarré y salgo del lugar, al llegar a la puerta no logro ver a Damián, salgo del edificio y empiezo a buscarlo. En ese momento siento unas manos que tocan mis caderas, me asusto y me apartó con rapidez. —Oye!! me asustaste, pensé que te habías ido, digo agitada. —Jamas te dejaría, vamos antes que empiecen a buscarme,espera tomando mi mano Al salir tomamos un taxi, en el camino el se acerca a mi ,coloca sus manos en mi rostro y de nuevo nos besamos, sus besos me hacían olvidar todo. —A dónde me llevas, dice agitado. —A un lugar tranquilo, se aleja un poco y me muestra una sonrisa pícara. Al llegar se sorprende a donde llegamos, —no sabía que me ibas a traer a una pista de patinaje. Yo sonrió y le pasó los patines, —y que pensabas a dónde iríamos. No había mucha gente, el me miraba un poco preocupado, yo tomo su mano. —Tranquilo aquí nadie te va a reconocer, digo llevándolo a la pista. Los dos empezamos a patinar, Damián no sabía hacerlo, se cayó varias veces, los dos reímos. El se sentó en uno de los bancos de las pistas, me acerco a el con dos cafés. —Son de máquina, espero que te guste, el me mira y lo acepta. —Bueno es mi primera vez tomando café, de una máquina, Lo miro y sonrió, —bueno y por lo visto también fue tu primera vez patinando, jajaja. Me mira algo molesto, toma el café y me mira, —hmm,esta delicioso. —Las cosas baratas son más deliciosas que las costosas, digo tomando mi café. —Gracias por traerme aquí, olvide un poco mis problemas y mi vida tan complicada, me dice Damián. Me levanto, —vamos te llevaré y a mi otro lugar favorito, digo extendiendo mi mano. Al llegar al lugar, Damián sonríe, era un hermoso mirador de la ciudad. —Es un lugar muy relajante, aquí puedes pensar, digo acercándome a él. El no decía nada solo miraba, estuvimos en silencio por un momento, no era un silencio incómodo sino tranquilo, sin darme cuenta me coloca su saco. —Debes tener frío, dice, —creo que es hora de irnos es más de media noche, digo El me da la vuelta, —no quisiera que está noche acabe, Lo miro, veo que se acerca a mi, en vez de mover mi rostro, cierro mis ojos como dándole mi aprobación para que me besara. Este beso fue suave, cariñoso,nos separamos pero aún así me tenía en sus brazos. —Debes estar cansada, vamos, te llevaré a tu casa, dice Damián con una voz suave. El se sorprende al llegar a mi casa, —que ocurre, pregunto algo apenada. —Bueno es linda pero pequeña, dice algo sorprendido. —Jajajaja, es pequeña, pero acogedora, digo con una sonrisa. Damian **Fui un imbécil, como dije eso**, pensé en eso, pero Serena solo se ríe. —Bueno, descansa, gracias por escapar conmigo, dice Serena. —Puedo quedarme en tu casa está noche!?, digo. Ella abre sus ojos de asombro, duda un poco antes de responder. —Estas seguro!?, bueno es una casa común, no te sentirás incómodo. Yo niego con la cabeza, —vamos, además estoy cansado, y vivo muy lejos. Ella me mira, coloca su dedo en sus labios, —esta bien pero no hagas ruido, de acuerdo. Yo rio y asiento, parecíamos un par de niños, al entrar todo estaba oscuro. —Auch!!, carajo me peque con algo, digo en voz baja. —Ten cuidado, sin darnos cuenta nos enredamos y caemos al piso. Serena cae encima mío, —te encuentras bien!!, digo preocupado. En ese momento se escuchan unos pasos y voces, encienden las luces, en ese momento se escuchan unos gritos. —Pero que carajos está pasando aquí!!!, dice un hombre molesto. Al mirar Serena se levanta de inmediato, —padre!!, yo...es que nos tropezamos y caímos. Ella me ayuda a levantarme, —diablos que susto, pensamos que eran ladrones, dice su hermano con un bate en la mano. Escuchamos otros pasos, al ver que era su madre, las dos se parecían bastante. —Eras tu mi niña, oh y quién es el apuesto hombre a tu lado, dice su madre. Su padre me miraba con odio, me sentía un poco intimidado, nadie me había hecho sentir así. —Bueno el es un amigo de la universidad, es Damián Walton, dice ella. Los tres me miran con asombro, —Dios!!, bienvenido pase por favor, te prepararé algo caliente, su madre era muy amable. —Oh hermanita, eres muy afortunada, dice su hermano. Veo como ella hace muecas, yo solo rio, me sentía muy cómodo en esta casa, no tenía ni idea lo que había pasado en la fiesta y la verdad no me importaba. Casa familia Walton Lucas Mi tío estaba hecho una furia, lanzaba todo a su alrededor. —Maldito bastardo!!, como pudo largarse y dejar todo tirado, dice furioso. —Tal vez le pasó algo, no lo crees, dice mi tía angustiada. —Tranquila, tía, sabes cómo es mi primo, seguramente se fue a una fiesta con sus amigos, digo abrazándola. En ese momento entra el secretario King, —señor aún no hemos podido localizarlo, su celular está apagado. Se escucha caer un florero, —BUSQUENLO!!!, LO QUIERO AQUI!! CON UN DEMONIO!! Sabía que poco a poco, sería el nuevo heredero, solo era cuestión de tiempo. —Tranquilo tío, podrías sufrir un infarto, solo debemos esperar, sabes cómo es mi primo. Mi tío camina a mi lado, coloca su mano en hombro, —tienes razón, tus padres son muy afortunados en tenerte. **Sigue así primito, pronto todo será mío de nuevo**, pienso mientras veo como mi tío se va.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD