En su lujoso despacho, Liam Blackwood se encuentra revisando papeles cuando llega la misteriosa carta.
— ¿Qué es esto? ¿Una carta sin remitente? —se preguntó en voz alta, confuso y curioso al no saber de que se trataba.
— ¡Vaya! ¿Quiénes son ellos? —quiso saber perplejo y confuso. Al abrir el sobre, ve la fotografía de Anna y el niño sonriente.
— Querido Liam, mi nombre es Anna...
—¿Qué diablos?
— ...y el niño de la fotografía es tu hijo, Ulises.
—¡¿Mi qué?! —grita, sintiendo que su corazón se aceleraba ante aquel extraño descubrimiento.
— Esto debe ser una broma de mal gusto seguramente —dice nervioso, sin poder creer la veracidad de aquel papel ¡Eso era algo imposible!
Él continúa leyendo…
— Lamento sorprenderte de esta manera, pero Ulises necesita tu ayuda...
— ¿Necesita mi ayuda? —pregunta interesado ante aquel pedido de ayuda.
— Ha sido diagnosticado con una extraña enfermedad y solo tú eres compatible para salvarlo con un trasplante de médula ósea.
— No puedo creer esto. ¿Cómo es posible que tenga un hijo y nunca lo supe?
— Decidí criarlo alejado de tu estilo de vida, pero ahora Ulises necesita una oportunidad de sobrevivir.
— Debo conocer a este niño y averiguar la verdad.
—Mañana mismo me reuniré con Anna y conoceré a Ulises. Esto es... esto es inesperado
No puedo creer aquellas palabras, esa todo demasiado confuso para mi. Nunca en mi vida pensé ser padre de un niño.