Capítulo 89. Celeste

1999 Words

Mientras tanto, Antonio… En la opulenta sala de su apartamento, el hombre se encontraba sentado junto a sus hermanos, mirándolos de frente con determinación estando de brazos cruzados, y con un tono de voz muy serio les dijo: —¡Ya que estamos más cómodos ahora si aclárenme por qué me llamaban gay. Eso es una falta de respeto para mí porque yo nunca se los demostré y espero que el Señor tenga piedad de ustedes por sus falsas acusaciones! Albert, el gemelo de ojos azules, no tardó en responderle con calma: —Ah, hermano, comprende nuestras dudas. Después de todo, desde que tenemos uso de razón, o sea en veinte años nunca te hemos visto con una pareja, hasta ahora. Te la pasabas metido en la iglesia, mandando a confeccionar ropa para los santos de la iglesia y en tus tiempos libres te la p

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD