Un maldito día más en este sitio en donde me obligaban a hacer las más horripilantes cosas, el rostro de mi amado padre poco a poco se fue borrando de mi memoria, había cometido crímenes para poder sobrevivir no solo yo sino también Ashley, solamente se vivía el terror en las personas y lo peor es que no se podía hacer nada para cambiarlo, sino fuera porque siento mi pulso diría que morí y estoy en el infierno.
— Yo cumplí con mi parte del trato — miré al hombre — así que es momento de que tú hagas lo mismo, prometiste que nos ibas a dejar salir un momento a la superficie, en especial con Ashley que durante todos estos años solamente ha conocido esta mazmorra.
— Si, sé lo que dije — él fumó su cigarrillo — muy bien, pueden ir pero desde ya les digo que no cometan una locura porque van a morir, de este sitio no hay escapatoria.
Nosotras finalmente salimos a la luz, estábamos varadas en una enorme isla en la que solamente se divisaba agua, por donde viéramos había dicho líquido y esto hacía que fuera más difícil de escapar.
— Hannah, dime cómo vamos a huir, no hay por donde hacerlo — Ashley me miró con preocupación — te dije que no era una buena idea.
— No te preocupes que pensé en todo, recuerda que yo subí algunas veces durante estos años y comencé a idear un plan, solo confía en mí.
Nosotras nos fuimos y llegamos a una cueva en la que estaba un bote arreglado, hace algún tiempo lo habían desechado y aproveché las pocas ocasiones en que me dejaron salir para arreglarlo, ahí había agua junto con otras cosas que recolecté durante ese corto lapso que estaba fuera.
— Vamos Ashley, hay que aprovechar que la marea se encuentra en total calma para así irnos, no podemos desaprovechar esta ocasión.
Al salir con el barco miramos al tipo que nos había mantenido en cautiverio por más de una década, él se tiró encima de mí y antes de que pudiera hacerme algo lo golpee entonces Ashley salió corriendo hacia donde estaba.
— Vamos apresúrate, no creo que permanezca mucho tiempo inconsciente y sabes bien lo que nos va a pasar si acaso despierta.
Ella tomó mi mano entonces empezamos a correr en dirección al sitio donde tenían los otros barcos pero el tipo ese reaccionó y salió detrás de nosotras. Mientras huíamos empezaron a disparar y le dieron a Ashley.
— ¡Ashley! — ella se desplomó tenía sangre en su boca al intentar recogerla no me dejo — pero cariño, vamos hay que levantarse.
— Vete, solamente seré una carga para ti — ella tiró sangre por su boca — me estoy muriendo, no hay nada que puedas hacer por mí.
— No puedo dejarte aquí, eres mi mejor amiga
— Hannah vete antes de que te alcancen, trata de huir de la isla, haz hasta lo imposible por irte…. Te quiero mucho, por favor no me olvides ya que ahí si voy a estar muerta.
Ella no dijo nada más y cerró sus ojos. Mi mejor amiga había muerto frente a mí, tomé las cosas que había guardado entonces comencé a correr como nunca lo había hecho, desde lejos mire como el tipo ese pateaba el cadáver de Ashley, la impotencia que sentí no se podía explicar con palabras, lloraba a mas no poder, me detuve ya que me faltó el aire pero escuche que varios hombres venían detrás, al ver que estaban cerca comencé a correr nuevamente pero ellos venían pisándome los talones, ya me faltaba el aliento de repente sentí que alguien jalo de mi brazo y me llevó a un sitio oscuro, comencé a golpearlo para que me soltara.
— Shhh cállese — dijo una voz masculina — los tipos esos están cerca si la capturan la mataran, ahora solamente sígame no le haré nada malo.
Quizás es una locura pero qué más puedo perder, no sabía que hacía un hombre aquí, jamás había escuchado su voz entre todos los hombres que se encontraban en este sitio. Caminamos no sé cuánta distancia pero tenía los pies muy hinchados, de repente él me cargó en su espalda.
— No se preocupe, falta poco para llegar — dijo con una voz que logró tranquilizar cada fibra de mi ser — todo estará bien.
Él me cargaba entonces llegamos a un puerto, empecé a marearme y antes de percatarme me quedé inconsciente, no mire el rostro de ese hombre solamente un tatuaje que tenía un poco debajo de la nuca, era una ave saliendo de la jaula. Escuché unos murmullos y luego no pude oír más nada, empecé a sentir calor, cuando desperté estaba en una balsa de plástico con unas 50 personas que suponía que venían de esa maldita isla.
— ¿Qué hago aquí? — una señora se acercó a mí para calmarme y para darme la comida que traía — ¿Adónde vamos?
— No sé adónde vamos, supongo que adonde nos lleve el mar — ella me miró con angustia — pasaste bastante tiempo inconsciente.
— ¿La persona que me trajo aquí en donde está?
— No se quien la trajo pero las personas que nos subieron a esta barca se quedaron en esa isla para ayudar a más personas, esto no es nada en comparación con todos los que estuvimos cautivos en esa zona, nunca antes la había visto así que supongo que se encontraba en otra área.
Abrí una de las latas para comer entonces muchas personas me miraron, al parecer no había demasiada comida así que repartí dos latas grandes para que todos comieran y yo me quede con menos de una cucharada.
— La comida no dio para más, llevamos varios días aquí, yo cuide lo que traía ya que sabía que esa era nuestra única salvación.
— ¿Cuánto tiempo llevaba inconsciente? Perdí por completo la noción del tiempo, solo sé lo que me dijo usted.
— Llevabas dos días y medio inconsciente, miramos atento y fue por tu respiración que nos dimos cuenta que seguías con vida.
Era increíble, llevaba demasiado tiempo en esta barca. Al ver hacia ambos lados solamente miraba agua. Me pregunto si esto es una buena idea, aunque prefería morir aquí que regresar a esa isla maldita. Varias personas no aguantaron la travesía y murieron en el camino, tuvimos que lanzarlos al océano
— Cada vez somos menos, la comida se está acabando — dije preocupada y de repente miré a la señora que me había guardado la comida, se miraba bastante mal — ¿Qué le sucede? ¿Se encuentra bien?
— No había querido decirle nada pero — arrugó su cara — lo siento muchacha pero tenía miedo de hablar al pensar que me iban a hacer algo.
— Dígame qué le ocurre, le prometo que nadie le va a hacer nada malo — ella levantó un poco su blusa y le mire una herida muy grande, estaba infectada — me hubiera dicho enséñeme.
— ¿Sabes qué hacer?
— Tengo conocimientos de medicina forense, no me pregunté cómo lo sé ya que no es algo agradable de decir.
Ella me mostró la herida y ya se encontraba muy avanzada la infección…. Me quite la blusa que llevaba entonces la empape en el mar para limpiarla, no había mucho que pudiera hacer, era cuestión de horas para que esta señora muriera. Cruzó todo el océano solamente para morir, es increíble; aún no sabemos hacia donde no dirigíamos de las 50 personas que íbamos en un inicio solamente quedamos 15 el resto quedó en el fondo del mar. Cuando llegó la noche a la señora le inició la fiebre y empezó a desvariar, solamente podía empapar la camisa en el mar para bajarle la temperatura, miraba la luna que nos alumbraba gracias a que estaba llena
— Hay una petición que tengo que hacer…. Por favor no lances mi cuerpo al océano.
— Está bien, lo prometo — aparté un mechón de cabello de su rostro — hubiera querido hacer algo más por usted pero supongo que esto es lo único que se encuentra en mis manos.
La señora sonrió y luego de esto murió, las personas que estaban ahí querían lanzarla sin embargo yo no lo permití, di mi palabra y la cumpliría. Algo dentro de mí me decía que llegaríamos a un lugar seguro pronto, metí la blusa al mar nuevamente y la lave para ponérmela, al ver mire una aleta de tiburón, maldición, con la sangre los había llamado.
— ¡Tomen los remos y remen, viene un tiburón detrás de nosotros!
Todos tomamos los remos y comenzamos a remar con todas las fuerzas que podíamos pero el tiburón nos iba alcanzando, cuando finalmente lo hizo mordió la balsa y esta se hundió solamente nos quedó nadar como locos, por suerte cuando llegamos a un punto el tiburón simplemente se fue. Llevaba el cuerpo de la señora conmigo, esto me había servido de flotador. Las personas que iban conmigo me empezaron a reprochar por lo que ocurrió, no les dije nada ya que sabía que tenían razón, de repente mire una playa.
— Hey miren allá.
Cuando todos lo hicieron comenzaron a nadar podía ver luces de lámparas y muchas personas con frazadas, luché por mantenerme a flote pero me encontraba débil sin embargo recordé las palabras de Ashley y eso me ayudó a sacar fuerzas, todos cuando salieron se dirigieron a esas personas quienes le ayudaron al pisar la arena, yo jale el cadáver de la señora. Caminé sin embargo no pude continuar y me desmayé pero caí en los brazos de un hombre.
— Todo estará bien, ya te encuentras a salvo.
Una lágrima se derramó por mi rostro entonces quedé inconsciente…. Escuchaba muchas personas caminando de un lado a otro y sentía un líquido que me pasaba por las venas, había alguien en la habitación en la que estaba, pude escuchar una mujer y un hombre…. Era el mismo que me había dicho que todo estaría bien y que me encontraba a salvo, por primera vez en muchos años sentía lo que era la paz interna, logré escapar con la ayuda de un misterioso hombre que le debía demasiadas cosas…