Me levanté entonces fui a meter mis pies en el mar, pero me sorprendí cuando dos manos rodearon mi cintura. Al ver quien era, se trataba de un hombre desconocido — ¿Qué hace? ¡Suélteme! Me intenté soltar sin embargo me tenía bien sujeta, al analizar la situación le di un cabezazo en la nariz entonces aproveche para correr donde se encontraba Matteo. — Matteo, Matteo ayúdame Cuando Matteo me miró correr, intentó salir de la arena pero no pudo, fue ahí cuando ese sujeto me tomó de la cintura nuevamente pero me cargó en su hombro. — ¡Déjeme! ¡¿Qué cree que hace?! — Deja a ese idiota y ven conmigo. Tome al hombre por la espalda entonces me impulse para hacerlo caer hacia atrás. — No soy tan indefensa como parezco, ahora déjeme en paz y lárguese. Comencé a caminar entonces sentí que me

