— Comenzaron a persuadirme para que aceptara la visita de tu madre, realmente hubieras visto sus rostros cuando les dije que ya te había dicho que la quería conocer. Hannah se comenzó a reír entonces yo le tomé su mano y nos fuimos caminando. Cuando nos subimos a la moto ella rodeo mi cintura con sus manos y me dio un beso en el cuello, al sentir esto me estremecí. — Al parecer quieres que tengamos un accidente. — Me encanta ir de esta forma contigo. Ahora vámonos. — ¿Sabes? Hay un lugar que te quiero mostrar. — ¿Qué lugar? — Es una sorpresa, ahora sujétate fuerte. Nos marchamos entonces al llegar me encontré en un parque de diversiones. — ¡Es hermoso! — Ven, vamos. La tomé de la mano y ambos nos fuimos a la rueda de la fortuna una vez que estuvimos dentro ella miraba el paisaje

